?Que solo duramos 7 minutos en la cama? Los estudios se equivocan
Hay un hondo error de partida: medir el encuentro sexual ¨²nicamente en funci¨®n de la erecci¨®n y la eyaculaci¨®n del hombre
Quiz¨¢ ya no se acuerde, pero antes de que existiera la alarma del tel¨¦fono m¨®vil, la mayor¨ªa de nosotros ten¨ªa un despertador en la mesita de noche. Generalmente, uno de esos con n¨²meros grandes que se pod¨ªan ver bien en la oscuridad, y en los que a veces nos fij¨¢bamos cuando utiliz¨¢bamos la cama para otras cosas que no fuera dormir. Puede que entonces m¨¢s de uno aprovechase ese aparato para medir cu¨¢nto duraba su encuentro sexual¡ y descubriera que no era tanto como pensaba.
Para quien no haya hecho la prueba, la sex¨®loga Cristina Callao adelanta: ¡°Seg¨²n los resultados de diferentes investigaciones realizadas a hombres y mujeres en edades variables, el tiempo medio de la relaci¨®n sexual es de unos siete a 13 minutos, aproximadamente. Periodo en el que no se contabilizan los preliminares, es decir, donde solo se contempla el coito en s¨ª¡±. Uno de esos estudios fue el realizado en 2008 por Eric Corty y Jenay Guardiani, de la Universidad Estatal de Pensilvania. Estos investigadores hicieron una encuesta a 50 miembros de la Sociedad para la Terapia y la Investigaci¨®n Sexual (SSTAR, en sus siglas en ingl¨¦s), en la que los entrevistados (psic¨®logos, m¨¦dicos, trabajadores sociales, terapeutas matrimoniales y de familia y enfermeras) se?alaron que el encuentro es ¡°demasiado corto¡± cuando dura de uno a dos minutos; ¡°adecuado¡±, de tres a siete minutos; ¡°deseable¡± de 7 a 13; y ¡°muy largo¡±, de 10 a 30.
La realidad m¨¢s all¨¢ del porno
Con estas cifras en mente, la pregunta que todos nos hacemos es: ?Por qu¨¦ las pel¨ªculas o los libros nos hablan de maratones sexuales que duran incluso horas? Seg¨²n los expertos consultados, una de las razones reside en que en los estudios habituales sobre el tema solo se mide el tiempo que transcurre desde la penetraci¨®n a la eyaculaci¨®n masculina. ?Y por qu¨¦ ocurre esto? ?Debe terminar el placer con el orgasmo del hombre?
La pornograf¨ªa ha influido en casi todas las estad¨ªsticas, estereotipos, prejuicios, tab¨²es y mitos que tenemos actualmente. Porque no hay una educaci¨®n sexual que nos explique y nos ense?e"
¡°El acto sexual no empieza cuando ¨¦l tiene una erecci¨®n ni acaba cuando eyacula¡±, se queja Callao. Desde su perspectiva como sex¨®loga, la experta opina que limitar el sexo a esto es reducirlo a lo ef¨ªmero, pues hay muchos m¨¢s factores que se deben tener en cuenta, como, por ejemplo, las caricias, la excitaci¨®n, la compenetraci¨®n, los deseos, as¨ª como disfrutar consciente y plenamente. Leticia Garc¨ªa Castell¨®, sex¨®loga y directora de Sex & Mind, apunta: ¡°La pornograf¨ªa ha influido en casi todas las estad¨ªsticas, estereotipos, prejuicios, tab¨²es y mitos que tenemos actualmente. Porque no hay una educaci¨®n sexual que nos explique y nos ense?e, y por eso mismo el vadem¨¦cum de un buen amante se centra en v¨ªdeos y revistas porno, sin darse cuenta de que no se basan en hechos reales¡±. ¡°En las pel¨ªculas porno se observan ¨Ccasi de manera habitual¨C coitos que duran 30 minutos o m¨¢s, sin preliminares, con caras, gestos y gemidos que intentan expresar placer, y todo ello sin un ¨¢pice de sudor o cansancio¡±, insiste Callao. ¡°Todo esto no puede estar m¨¢s alejado de la realidad, esos est¨¢ndares ilusorios no deber¨ªan ser nuestro punto de partida y mucho menos nuestra meta¡±.
El antes y el despu¨¦s tambi¨¦n cuentan
Adem¨¢s de investigar la duraci¨®n del coito, la ciencia ha querido indagar sobre los mal llamados ¡°juegos preliminares¡± (puesto que estos pueden estar al principio, en medio, al final o ser en s¨ª la base del encuentro sexual). Un equipo de investigadores de la Universidad de New Brunswick decidi¨® hacer una medici¨®n de esos ¡°juegos previos¡±. As¨ª que pregunt¨® a hombres y mujeres cu¨¢l ser¨ªa la duraci¨®n ideal de este "divertimento" en una relaci¨®n heterosexual, para despu¨¦s hacer una comparativa con su experiencia real. Los datos objetivos reportaron un promedio de 11 a 13 minutos de juego previo y de siete a ocho minutos de coito. Sin embargo, respecto a las expectativas ideales, las mujeres hab¨ªan apuntado ocho minutos m¨¢s de juego y siete m¨¢s de coito, mientras que los hombres se?alaron cinco minutos m¨¢s de preliminares y 11 m¨¢s de penetraci¨®n vaginal. E. Sandra Byers, psic¨®loga encargada del estudio, explic¨® que en esta idea influye ¡°el efecto de dilataci¨®n del tiempo¡±, es decir, que lo que nosotros pensamos que ha podido ser casi una sesi¨®n de una hora de sexo, en realidad apenas ha durado 15 minutos.
El efecto de dilataci¨®n del tiempo consiste en que lo que nosotros pensamos que ha podido ser casi una sesi¨®n de una hora de sexo,? apenas ha durado 15 minutos
?Y la eyaculaci¨®n precoz?
Si acordamos que el acto sexual, en conjunto, puede durar lo que queramos, qu¨¦ sucede con el debate sobre si hombres y mujeres est¨¢n satisfechos con el mismo tiempo de penetraci¨®n. En este punto aparece la discusi¨®n sobre la eyaculaci¨®n precoz. Para Alfred Kinsey, famoso por sus estudios sobre la sexualidad humana a mediados del siglo XX, el t¨¦rmino ¡°eyaculaci¨®n precoz¡± se refer¨ªa a los hombres que eyaculaban antes que sus penes siquiera tocaran el interior de una vagina. Esa idea ha ido evolucionando con el tiempo, y hoy en d¨ªa se entiende que la eyaculaci¨®n precoz es aquella que se produce simplemente antes del momento deseado. Cabe aclarar que la pareja es un factor fundamental, puesto que si ella llega de forma r¨¢pida al orgasmo, no nos consideraremos precoces. As¨ª que muchas veces es una cuesti¨®n de entendimiento en pareja y no un aspecto fisiol¨®gico.
Existen diferentes ejercicios, con comprobada eficacia, para poder tener el control de nuestra eyaculaci¨®n"
?Pero hay alguna forma de mejorar esos tiempos si realmente queremos complementarnos? Adem¨¢s de optar por la iniciativa de ¡°las mujeres primero¡±, es decir, dejar que ella tenga un orgasmo antes de la penetraci¨®n o continuar la relaci¨®n despu¨¦s de la eyaculaci¨®n, hay m¨²ltiples t¨¦cnicas para el tratamiento de la eyaculaci¨®n precoz masculina. ¡°Existen diferentes ejercicios, con comprobada eficacia, para poder tener el control de nuestra eyaculaci¨®n. Entre los m¨¢s conocidos est¨¢n los ejercicios de la musculatura del suelo p¨¦lvico, tambi¨¦n conocidos como ejercicios Kegel. Ejercicios de respiraci¨®n, de estimulaci¨®n de pareja y de masturbaci¨®n, que consisten en parar cuando se siente que se va a eyacular, dejando pasar el momento de m¨¢xima excitaci¨®n, antes de reanudar la masturbaci¨®n. Los ejercicios mencionados no son excluyentes, eso quiere decir que se pueden combinar entre s¨ª para unos mejores resultados¡±, explica Callao. Por su parte, Garc¨ªa Castell¨® matiza que adem¨¢s de la duraci¨®n del encuentro tambi¨¦n importa la calidad: ¡°Hay que focalizarse en sentir, en disfrutar¡±. Siguiendo esta premisa, las ¨²ltimas tendencias apuntan al llamado slow sex, es decir, disfrutar del encuentro sexual mucho m¨¢s lento y despacio para lograr una relaci¨®n sexual satisfactoria.
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