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Antes de morir Luis Bu?uel manifest¨® cu¨¢l era su ideal de futuro: levantarse de la tumba cada 10 a?os, comprar el peri¨®dico, enterarse de los ¨²ltimos chismes, tomarse un martini y volver a la tumba hasta la pr¨®xima salida. Bu?uel muri¨® en 1983, cuando los socialistas acababan de conquistar el Gobierno y muchos ricos se llevaban el dinero a Suiza creyendo que hab¨ªan llegado los rojos; soliviantada por los obispos la derecha se alzaba a gritos contra la despenalizaci¨®n del aborto y la primera fecundaci¨®n in vitro en Espa?a; la ETA asesin¨® a 44 personas ese a?o y Tierno Galv¨¢n fue nombrado alcalde de Madrid. Si el deseo de Bu?uel se hubiera cumplido habr¨ªa despertado por primera vez en 1993 sin enterarse de que Tierno Galv¨¢n en plena movida hab¨ªa gritado en un concierto: ¡°Rockeros, el que no est¨¦ colocado que se coloque¡­ y al loro¡±, pero se habr¨ªa encontrado con Miguel Boyer, ministro socialista, casado con Isabel Preysler y a Felipe Gonz¨¢lez acusado de corrupci¨®n y cr¨ªmenes de Estado por un pol¨ªtico con bigote. En 2003, en la segunda salida, aquel pol¨ªtico del bigote llamado Aznar ocupaba el Gobierno, en plan chulo con las patas en la mesa y toda Espa?a se hallaba bajo el reino de la codicia con un ruido espantoso de gr¨²as y hormigoneras. En 2013 Zapatero no hab¨ªa existido. Al muerto le sorprendi¨® un tal Rajoy en el Gobierno y las calles llenas de mendigos con corbata escarbando en los basureros. Puede que en 2023, en su pr¨®xima salida, Bu?uel lea en el peri¨®dico que estos j¨®venes de la ira que acaban de llegar hoy a la pol¨ªtica con el viento del pueblo son unos viejos corruptos o tal vez han logrado limpiar a Espa?a de golfos y chorizos, pero frente a cualquier noticia para Bu?uel nada ser¨¢ mejor que tomar su martini con el sol en la cara para volver a la tumba ebrio y un poco bronceado.