El renacer de Rocky
Sylvester Stallone vuelve con la s¨¦ptima entrega de la famosa saga. Esta vez no lo hace como estrella, sino como entrenador del p¨²gil, papel que le ha dado un Globo de Oro y quiz¨¢ su primer Oscar
Contener las l¨¢grimas. Eso es lo m¨¢s dif¨ªcil que ha hecho nunca Sylvester Stallone. Uno de los duros m¨¢s conocidos de Hollywood luchando contra una emoci¨®n que no le dejaba ver una sala entera puesta en pie en un reconocimiento un¨¢nime a su trabajo, a su carrera, a su vida. El actor no acaba de hacerse a la idea de ese Globo de Oro que recibi¨® hace unos d¨ªas por su trabajo en Creed: La leyenda de Rocky, la s¨¦ptima vuelta al ring de Rocky Balboa estrenada el viernes 29 en Espa?a. Tampoco asimila que este honor se pueda transformar el 28 de febrero en un Oscar, el que ser¨ªa el primero de su carrera por un personaje que le dio, en 1977, su primera candidatura como int¨¦rprete y guionista. Stallone no se esperaba algo as¨ª a estas alturas. ¡°Me hace darme cuenta de que nada se acaba hasta que no hay m¨¢s¡±, declar¨® a la prensa, siempre perseverante, en pleno momento de ¨¦xito. No deber¨ªa asombrarle. Si algo est¨¢ claro con Rocky, la saga de un tipo corriente convertido en campe¨®n de boxeo que ¨¦l escribi¨®, protagoniz¨® y en ocasiones dirigi¨®, es que el potro italiano nunca tira la toalla. No importa lo hundido que est¨¦, siempre vuelve a por m¨¢s. Lo mismo que Stallone.
Se r¨ªe bonach¨®n cuando se le recuerda. Quiz¨¢ porque, como confesaba d¨ªas antes de estos momentos de gloria, ¨¦l dio a Rocky por acabado en su cuarta entrega. ¡°La quinta me dej¨® mal sabor de boca y por eso me embarqu¨¦ en la sexta, nada f¨¢cil porque nadie financia as¨ª como as¨ª una pel¨ªcula sobre un boxeador de 60 a?os. Lo consegu¨ª y eso me dej¨® satisfecho. Por eso cuando [el realizador] Ryan Coogler me propuso hacer Creed... le dije que no. Retras¨¦ el proyecto casi dos a?os. Hasta que mi esposa me dijo que me dejara de tonter¨ªas y le echara valor a la historia¡±, rememora casi avergonzado de no haber seguido antes el consejo de la modelo Jennifer Flavin. ¡°Las mujeres tienen mejor intuici¨®n¡±, subraya.
Stallone se ha labrado una carrera de brutos vulnerables, o en ocasiones solo brutos, como demuestra su otro alter ego, el que da vida en la saga de Rambo. Pero la vanidad de estrella le persigue incluso cuando se acerca a los 70. Metiendo tripa y bien erguido para sacarle unos cent¨ªmetros m¨¢s a su talla media, al actor que se meti¨® al mundo de la interpretaci¨®n para huir de su dislexia, le gustar¨ªa seguir siendo el h¨¦roe y no el segund¨®n en un filme que protagoniza un desconocido como Michael B. Jordan. Ser ejemplo de fortaleza y no de enfermedad. Hablamos de un hombre al que el Instituto de Cine Americano situ¨® entre los 10 grandes h¨¦roes de Hollywood y cuya fortuna se calcula en unos 367 millones de euros, parte de ella relacionada con el negocio del fitness. ¡°En Creed... se me hizo muy dif¨ªcil quitarme los guantes¡±, dice de un papel que le convierte en ¡°el padre, el mentor¡± del nuevo p¨²gil. ¡°Me llev¨® tiempo aceptar que era b¨¢sicamente el entrenador del nuevo Rocky. Que la pel¨ªcula no es m¨ªa, que estoy ah¨ª para apoyar a los dem¨¢s¡±, reconoce.
En la vida real Stallone es un padrazo. Lo dej¨® claro cuando acudi¨® a los Globos de Oro junto a su esposa y sus tres hijas en com¨²n, a las que dedica las tres rosas que tiene tatuadas en su cuerpo. ?l es hoy un hombre de familia. ¡°La gente me imagina escalando monta?as, de aventura, cuando lo que m¨¢s me gusta es jugar en el jard¨ªn con mis perros, que encima son pomeranians¡±, subraya recalcando el peque?o tama?o de los sabuesos de un hombre grande. Stallone procede de un hogar roto donde el actor recuerda a su madre, astr¨®loga, como la persona que le ha dado los regalos m¨¢s extra?os de su vida. ¡°Medio viol¨ªn, la pastilla de jab¨®n de un hotel, un acorde¨®n. Ya s¨¦ que esto ¨²ltimo no suena tan mal, pero uno no regala un acorde¨®n a quien no sabe tocarlo¡±, confiesa sobre las excentricidades de su madre. La relaci¨®n con su padre no fue mucho mejor, alguien ¡°un poco Rambo¡±, trabajador pero rudo y a quien no sabe si alguna vez lleg¨® a comprender. ?l prefiri¨® buscar en la pantalla al padre que le habr¨ªa gustado tener: ¡°Cualquiera de los h¨¦roes de los cincuenta, Simbad, H¨¦rcules, Aqu¨ªles, Kirk Douglas en Los vikingos. O en Espartaco. ?Cualquiera de Los siete magn¨ªficos! ?Qu¨¦ revelaci¨®n!¡±, se maravilla.
El amor por la familia tambi¨¦n influy¨® en su decisi¨®n de aceptar su papel como secundario en Creed... El filme le brind¨® la oportunidad de darle un ¨²ltimo homenaje a su hijo Sage, fallecido en 2012 de un ataque al coraz¨®n cuando solo ten¨ªa 36 a?os. La ficci¨®n imit¨® a la realidad en Rocky V cuando Sage interpret¨® al hijo del boxeador. En Creed... se ha colado en la trama una fotograf¨ªa sacada del ¨¢lbum familiar de los Stallone donde padre e hijo posan delante de un saco de boxeo. Un momento muy personal pero tambi¨¦n cat¨¢rtico porque como reconoce este escritor frustrado, ¡°el amor tiene la habilidad de hacerte sentir en el cielo y, desafortunadamente, de encerrarte en el infierno¡±.
Hablar con Stallone es conversar de Homero, de La Il¨ªada, de Shakespeare, de Edgar Allan Poe, su autor preferido cuya biograf¨ªa le hubiera gustado interpretar. No fue el caso y salvo alg¨²n trabajo suelto, con m¨¢s o menos suerte, ha dedicado su carrera cinematogr¨¢fica a ser un h¨¦roe de acci¨®n, una decisi¨®n que lament¨® durante a?os. Pero, como dice bromeando, nadie le pide a Bruce Springsteen que cante villancicos. ¡°En mi caso ser¨ªa absurdo aspirar a ser el mejor actor shakesperiano¡±, agrega quien tambi¨¦n tiene en su curr¨ªculo las 32 candidaturas al premio Razzie destinado al peor actor del a?o. Es m¨¢s, en 2000 fue nombrado el peor actor del siglo pasado.
"Ser¨ªa absurdo aspirar a ser el mejor actor shakesperiano¡±, dice quien hoy se ha convertido en un orgulloso hombre de familia
Stallone ha hecho las paces incluso con estos deshonores admitiendo en la prensa que su vida se compone de un 96% de fracasos y un 4% de ¨¦xitos. Entre los fracasos lamenta, en conversaci¨®n con este diario, no haber sido m¨¢s vers¨¢til, no haberse puesto a prueba en otros papeles y haberse quedado atrapado en el lucrativo g¨¦nero de los h¨¦roes de acci¨®n que reinaron las pantallas de los ochenta y los noventa. Si, como Rocky en Creed..., tuviera que dar consejo a las nuevas generaciones les pedir¨ªa que miren adelante sin miedo, que no teman al fracaso. ¡°Tambi¨¦n me tomar¨ªa mi vida personal de otra forma, alej¨¢ndome de matrimonios competitivos que parec¨ªan divertidos pero se transformaron en una batalla campal¡±, agrega de pasada de esos dos a?os de esc¨¢ndalos durante su uni¨®n (1985-1987) con la tambi¨¦n modelo Brigitte Nielsen.
De lo que nunca se arrepentir¨¢ es del nacimiento de Rocky, de ese ¨¦xito que hizo de un hombre corriente una estrella y que cre¨® un h¨¦roe que no solo le pertenece a ¨¦l, sino que es parte de todos aquellos que empiezan el d¨ªa tarareando el tema central de la pel¨ªcula, Gonna Fly Now, o de aquellos que se sienten campeones en las escaleras del museo de Filadelfia (EE UU). ¡°Es mi lugar favorito en el mundo entero. Mi reino de Oz. All¨ª fui por primera vez de chaval y tengo el recuerdo con mi hijo al final de Rocky V. Un lugar donde se me escapan las l¨¢grimas porque puedo sentir al Rocky que hay en todos nosotros¡±, resume del personaje que la noche de los Globo de Oro describi¨® como su ¡°amigo invisible¡±. Una vez m¨¢s, Stallone lucha contra el que parece su adversario m¨¢s poderoso: sus propias l¨¢grimas.
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