Ni?os nacidos por ces¨¢rea reciben bacterias vaginales de su madre
Su microbioma se iguala con el de los alumbrados por parto vaginal tras ba?arlos en la flora materna
La gran diferencia entre los ni?os nacidos de parto vaginal y por ces¨¢rea son sus bacterias. Los primeros se ba?an literalmente en la flora vaginal de su madre. En el microbioma de los segundos, en cambio, predominan los microbios de la piel materna. Sabiendo que los primeros colonizadores bacterianos son vitales para los sistemas digestivo, metab¨®lico e inmunitario del peque?o. ?parten con desventaja los beb¨¦s que salen por la barriga?
Un grupo de investigadores ha ideado una manera original de averiguarlo y, de ser as¨ª, restaurar la microbiota de los ni?os. Incubaron unas gasas esterilizadas en la vagina de varias madres que iban a dar a luz por ces¨¢rea. Nada m¨¢s nacer los peque?os, les pasaron la gasa por la boca, cara y todo el cuerpo. Tras analizar la evoluci¨®n de su flora bacteriana y compararla con la de sus madres, comprobaron que el microbioma de los beb¨¦s nacidos por parto abdominal y ba?ados en las bacterias de su madre se parec¨ªa m¨¢s al de los nacidos por parto vaginal que a los que lo hicieron por ces¨¢rea pero no les aplicaron la gasa.
"Antes de nacer, los ni?os se desarrollan en un entorno libre de bacterias. Es al pasar por el tracto vaginal cuando reciben un ba?o de ellas", dice el profesor de la Escuela Icahn de Medicina del hospital Monte Sina¨ª de Nueva York, Jos¨¦ Clemente, coautor de esta primera restauraci¨®n, al menos en humanos, del microbioma de los nacidos por ces¨¢rea.
Este bi¨®logo espa?ol recuerda que las bacterias vaginales cumplen una funci¨®n b¨¢sica para la mujer, como es montar una barrera contra las infecciones. "Los lactobacilos, la especie m¨¢s abundante de la flora vaginal, pueden inhibir el crecimiento de otras bacterias", comenta. Las bacterias del ¨¢cido l¨¢ctico modifican el pH evitando la colonizaci¨®n por potenciales pat¨®genos. Pero muchos cient¨ªficos, entre ellos Clemente, est¨¢n convencidos de que las bacterias vaginales de la madre cumplen una segunda funci¨®n tan vital como la primera, pero esta vez para sus hijos.
El microbioma de los nacidos por ces¨¢rea difiere del de los beb¨¦s nacidos por parto vaginal
"Esta microbiota vaginal constituye el primer in¨®culo bacteriano que recibe el beb¨¦ al pasar por el canal del parto, y nuestra hip¨®tesis es que es fundamental para un desarrollo apropiado del sistema inmune. Esta primera exposici¨®n podr¨ªa tener consecuencias a largo plazo, como sugieren muchos estudios que asocian parto por ces¨¢rea con riesgo de enfermedades inmunes", plantea Clemente.
De hecho, en las ¨²ltimas d¨¦cadas se est¨¢n produciendo dos fen¨®menos que discurren en paralelo con cada vez m¨¢s evidencias que los relacionan. Por un lado, el n¨²mero de partos por ces¨¢rea no deja de aumentar. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), solo entre el 10% y el 15% de los nacimientos exigen esta intervenci¨®n para proteger la salud de la madre o del beb¨¦. Sin embargo, la cifra real de partos quir¨²rgicos es mucho mayor. En Espa?a, en 2013, el 27,3 de los nacimientos fueron por ces¨¢rea. En otros pa¨ªses, el porcentaje es a¨²n superior. En Colombia, la tasa es del 43,4% y en M¨¦xico sube hasta el 46,2%. Pero el caso m¨¢s extremo de Am¨¦rica es el de Brasil, con el 55,6% de los partos programados.
Al mismo tiempo, la incidencia de enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario como el asma, la artritis juvenil o diversas inflamaciones intestinales est¨¢ aumentando. Entre las causas estar¨ªan los cambios en la dieta o el abuso de los antibi¨®ticos. Pero varios estudios epidemiol¨®gicos con ni?os seguidos durante a?os han mostrado tambi¨¦n que este tipo de enfermedades tienen una mayor prevalencia entre los que nacieron por ces¨¢rea. Sin embargo, salvo algunos experimentos con ratones, a¨²n no se ha demostrado una relaci¨®n causal entre la forma de nacer, las bacterias y las enfermedades que se acaban sufriendo.
Varios estudios han mostrado que los nacidos por ces¨¢rea tienen m¨¢s enfermedades autoinmunes
"Si el microbioma primario es importante para establecer las sucesiones que siguen al parto, entonces, carecer de estas bacterias semilla tiene que afectar el desarrollo del microbioma", dice la investigadora de la Universidad de Nueva York, Mar¨ªa Dom¨ªnguez-Bello. Esta microbi¨®loga puertorrique?a es la que tuvo la idea de transferir las bacterias vaginales de la madre a los hijos nacidos por ces¨¢rea.
Dom¨ªnguez-Bello ya demostr¨® en 2010 que el tipo de parto determinaba el perfil bacteriano de los hijos. Los nacidos por ces¨¢rea no entran en contacto con la flora vaginal, por lo que entre sus primeros colonizadores no est¨¢n o lo est¨¢n en poblaciones reducidas de Bacteroides y Lactobacillus, g¨¦neros que, una vez instalados en el intestino le hacen la mayor parte de la digesti¨®n al beb¨¦. Adem¨¢s de descomponer la leche, las colonias intestinales fabrican una serie de vitaminas que el cuerpo humano por s¨ª solo no es capaz de generar. M¨¢s a¨²n, se van acumulando pruebas de que estas primeras colonias funcionan como entrenadoras del sistema inmunitario.
"Nuestra hip¨®tesis es que la microbiota vaginal es fundamental para un desarrollo apropiado del sistema inmune"
"Suponemos, pero no hemos probado a¨²n, que esta restauraci¨®n deber¨ªa reflejar una reducci¨®n de riesgo de las enfermedades que afectan m¨¢s a los beb¨¦s que nacen por ces¨¢rea", comenta la cient¨ªfica puertorrique?a. En la revista Nature Medicine, Dom¨ªnguez-Bello y Clemente explican c¨®mo han dado el primer paso para probar esta suposici¨®n. Tras seleccionar a 18 madres embarazadas, tomaron muestras de su flora bacteriana de la vagina, de la zona anal, la boca y de la piel.
Sietes mujeres iban a parir por la vagina y las otras 11, por ces¨¢rea. Para comprobar la eficacia de su idea, a cuatro de ellas les introdujeron la gasa durante una hora, poco antes de iniciar la operaci¨®n. En los dos primeros minutos siguientes al parto, aplicaron la gasa en varias zonas de los beb¨¦s. Despu¨¦s, durante un mes y cada cierto tiempo, los m¨¦dicos tomaron muestras de la flora de madres e hijos. As¨ª fue como comprobaron que los nacidos por ces¨¢rea y ba?ados con la gasa mostraban un microbioma m¨¢s vaginal que los que no recibieron el ba?o bacteriano.
Pero un mes es poco tiempo para comprobar que se puede restaurar el microbioma y que esta restauraci¨®n tiene un impacto positivo para la salud de los ni?os. Por eso ya est¨¢n en una segunda fase de su investigaci¨®n, que incluye a m¨¢s madres y ni?os y durante m¨¢s tiempo. Como dice Dom¨ªnguez-Bello, "se necesita un estudio grande y largo (al menos 3 a?os de seguimiento) para evaluar la salud de los ni?os".
Su colega Clemente recuerda que solo un estudio m¨¢s amplio y duradero permitir¨¢ responder a tres grandes preguntas: "?Por cu¨¢nto tiempo persisten las modificaciones que observamos durante el primer mes? ?Existen efectos beneficiosos en la salud del beb¨¦ debidos a este procedimiento? ?Qu¨¦ bacterias exactamente son responsables de dichos beneficios?". Aunque a¨²n se est¨¢ lejos de responderlas, este trabajo ha sentado las bases para entender c¨®mo el microbioma durante la infancia protege o favorece el desarrollo de enfermedades inmunes y c¨®mo la forma de nacer determina la salud del futuro.
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