La nueva emperatriz de China
La actriz Fan Bingbing es un ¨ªdolo de masas en el gigante asi¨¢tico. A sus 34 a?os, en el rostro m¨¢s popular del cine y la televisi¨®n de su pa¨ªs
En el cine triunfa con pel¨ªculas comerciales e independientes. En la televisi¨®n arrasa con series hist¨®ricas. A sus 34 a?os, representa el paradigma del ¨¦xito en la China del siglo XXI: es blanca, rica y bella. Tambi¨¦n ambiciosa. La industria de su pa¨ªs, asegura, no tardar¨¢ en plantar cara a Hollywood.
En China es imposible no darse de bruces con Fan Bingbing (Qingdao, 1986). Est¨¢ por todas partes. Su esbelta figura sirve para promocionar en vallas publicitarias de toda China tanto ropa deportiva como las mu?ecas de Barbie que llevan su nombre. Su tez de porcelana, labios carnosos y largo cabello azabache son el reclamo perfecto de productos de belleza de diferentes multinacionales. En el cine triunfa con cualquier g¨¦nero, en televisi¨®n arrasa con las series en las que aparece ataviada con los vestidos de antiguas dinast¨ªas, y en las pasarelas de todo el mundo los dise?adores m¨¢s prestigiosos la invitan a que pasee su elegancia arropada por las creaciones m¨¢s sofisticadas. Por si no fuese suficiente, en la radio suena la voz aterciopelada con la que interpreta sus canciones de pop meloso.
Su vida es un constante frenes¨ª. Es el precio de ser un aut¨¦ntico ¨ªdolo de masas en el gigante asi¨¢tico, donde suma 41 millones de seguidores en la red social Weibo ¨Cel ?Twitter chino¨C, la actriz mejor pagada de China y la cuarta, seg¨²n Forbes, del planeta. Fan es la ¨²nica int¨¦rprete no estadounidense de la lista, con unos ingresos que en 2015 ascendieron a 21 millones de d¨®lares. Su nombre se sit¨²a tras los de Jennifer Lawrence, ?Scarlett Johansson y Melissa McCarthy y por delante de los de celebridades como Jennifer ?Aniston, Angelina Jolie o Julia Roberts. Sin duda, representa el paradigma del ¨¦xito en la China del siglo XXI, resumido en la popular expresi¨®n de nuevo cu?o baifumei: blanca, rica, y bella.
A pesar de su fama, Fan se muestra sincera, cercana y amable. Pone boca abajo el m¨®vil, incrustado en una gigantesca funda gris con orejas de conejo y en vibraci¨®n constante por los mensajes que llegan a trav¨¦s de WeChat, y recuerda que no ha pasado tanto tiempo desde que dejara de ser una adolescente cualquiera. ¡°La primera vez que sent¨ª inter¨¦s por actuar fue con 11 o 12 a?os, cuando vi por primera vez la serie de televisi¨®n La emperatriz de China. Me pareci¨® un personaje fascinante y me propuse encarnarlo alg¨²n d¨ªa¡±. A pesar de haber crecido en el seno de una familia de militares de la ciudad costera de Qingdao, en la que tanto su abuelo como su padre estuvieron destacados en la Marina, nadie le impidi¨® desarrollar su talento interpretativo. ¡°Mi padre fue cantante y mi madre bailarina. A ambos les encantaba el arte, pero la Revoluci¨®n Cultural enterr¨® sus sue?os de hacer carrera en el mundo del espect¨¢culo. Entienden lo duro que es eso, as¨ª que, aunque los padres chinos no son como los extranjeros, a los que muchas veces se trata como a amigos, siempre cont¨¦ con su comprensi¨®n y apoyo¡±.
Fan aprendi¨® a tocar la flauta y el piano de ni?a y con 15 a?os se matricul¨® en la Academia de Artes Xie Jin de Shangh¨¢i al mismo tiempo que debutaba como actriz. ¡°Aqu¨ª, para tener ¨¦xito, no basta con tener talento y hacer m¨¦ritos. Casi siempre es necesario el guanxi [una expresi¨®n que se refiere a contactos o relaciones personales]. Pero, cuando yo entr¨¦ en la industria audiovisual, mi familia no ten¨ªa guanxi, as¨ª que tuve que correr el riesgo de fracasar. La belleza ayuda, por supuesto, como en cualquier otra parte del mundo, pero por s¨ª sola no es suficiente. Es importante acumular experiencia, trabajar duro y amar lo que uno hace a pesar de las dificultades¡±. No obstante, la suerte se puso de su lado y solo tuvo que esperar un a?o para alcanzar la fama. Fue en 1997, gracias a la serie de televisi¨®n My Fair Princess.
Fan Bingbing es la actriz mejor pagada de china y la cuarta del mundo, por delante de Jennifer Aniston, Angelina Jolie o Julia Roberts
Desde entonces, Fan ha protagonizado en torno a 90 pel¨ªculas y culebrones en tres continentes. Ha cosechado grandes ¨¦xitos comerciales como el de Cell Phone, el filme m¨¢s taquillero de 2003 en China; ha logrado el benepl¨¢cito de la cr¨ªtica internacional gracias a Lost in Beijing (2007) y Buddha Mountain (2010), ambas dirigidas por su amiga Li Yu, y ha hecho realidad su sue?o de interpretar a la emperatriz en la incombustible serie favorita de su infancia. ¡°Mi ¨¦xito se puede resumir con un dicho chino que, por otro lado, es bastante internacional: ¡®Estar en el lugar adecuado y en el momento preciso para hacer lo correcto¡±.
No obstante, tambi¨¦n hay quienes opinan que su carrera ha perdido el rumbo. ¡°En China no importa lo bien que hagas las cosas, siempre habr¨¢ alguien que te critique¡±, justifica. Fan sabe de lo que habla porque ha estado envuelta en agrias pol¨¦micas. Con las pel¨ªculas de Li Yu, por ejemplo, muchos la acusaron de deslealtad a la patria por participar en historias muy cr¨ªticas con la sociedad china y la censura decidi¨® retirar Lost in Beijing cuando iba camino de reventar la taquilla por sus escenas de sexo. Tambi¨¦n ha sido complicada la proyecci¨®n de los nuevos episodios de La emperatriz de China, una de las series televisivas m¨¢s caras del pa¨ªs. En este caso, lo que ha soliviantado a los censores han sido los generosos escotes que luc¨ªan Fan y sus compa?eras de reparto. De nada ha servido que la productora justificase la elecci¨®n de los 3.000 atuendos que se ?utilizaron con pruebas sobre su fidelidad al dise?o de los vestidos de la dinast¨ªa Tang (618-907) porque, finalmente, todas las escenas tuvieron que ser retocadas para escamotear los exuberantes bustos.
En los ¨²ltimos a?os, Fan ha podido comprobar cu¨¢les son las diferencias entre las industrias cinematogr¨¢ficas de China, Hollywood y Europa ¨Cen 2011 film¨® en Francia el drama Strecht¨C. ¡°Me he dado cuenta de que en mi pa¨ªs es todo m¨¢s duro. La nuestra es una profesi¨®n que no est¨¢ protegida y que requiere de grandes sacrificios. Trabajamos muchas veces 24 horas seguidas y no se nos permite descansar ni f¨ªsica ni mentalmente. Adem¨¢s, la presi¨®n de rumores incesantes en la prensa es agotadora. En Europa hay mucha libertad, triunfan las pel¨ªculas independientes y se respira una atm¨®sfera de gran inspiraci¨®n. En Hollywood he notado que hay mayor profesionalidad y que todo se prepara para que el trabajo les resulte lo m¨¢s fluido posible a los actores¡±.
En 2014, Fan salt¨® al otro lado del Pac¨ªfico para convertirse en la primera int¨¦rprete asi¨¢tica contratada para participar en la saga de X-Men. ¡°El director, Bryan Singer, hab¨ªa visto alguna pel¨ªcula m¨ªa, imagino que le gust¨® mi trabajo, y cuando coincidimos en la ceremonia de los Oscar cerramos el trato en menos de una hora. Fue r¨¢pido y sencillo¡±. Eso s¨ª, la actriz es consciente de que no la eligieron tanto por su talento interpretativo como por su capacidad para abrir la puerta del lucrativo mercado chino, al que Hollywood quiere hincar el diente. ¡°Necesitaban una cara china en la pel¨ªcula¡±, reconoce. ¡°El gran crecimiento econ¨®mico que vive China hace que muchas producciones americanas traten de ganarse al p¨²blico incluyendo elementos de nuestra cultura¡±, afirma imitando el sonido del dinero con un agudo ding. El no va m¨¢s de esta estrategia comercial quiz¨¢ sea la versi¨®n china de Iron Man 3, en la que se a?adieron algunas escenas protagonizadas por la propia Fan para incrementar el atractivo de la cinta en el mercado local y, de paso, facilitar la aparici¨®n de productos de algunas empresas chinas con generosos presupuestos.
Eso supone una gran oportunidad para los int¨¦rpretes chinos. ¡°Pero hay que tener cuidado y calma¡±, advierte Fan. ¡°Porque, aunque la audiencia mundial quiz¨¢ termine conoci¨¦ndome por esas grandes superproducciones, tengo claro que nunca me dar¨¢n un papel protagonista en Hollywood y que el grueso de mi p¨²blico estar¨¢ siempre en China. Es una gran experiencia de la que puedo aprender mucho, pero no perder¨¦ la perspectiva¡±, explica mientras juega con sus dos pulseras de diamantes. Adem¨¢s, est¨¢ convencida de que tambi¨¦n se presenta un futuro prometedor en el pa¨ªs de Mao. ¡°Estamos copiando el modelo americano, con pel¨ªculas en las que cada vez hay m¨¢s medios¡±, apostilla. Quiz¨¢ por eso ella ha decidido crear su propia productora: Fan Bingbing Studio. ¡°Como actriz, participo siempre en pel¨ªculas que me ofrezcan un papel interesante, independientemente de lo que me paguen. Como productora, delego los asuntos financieros y me centro en la parte creativa, buscando ofrecer al p¨²blico algo diferente¡±.
¡°En China estamos copiando el modelo de Hollywood y cada vez contamos con m¨¢s medios para las pel¨ªculas¡±
Fan opina que cualquier producto de calidad dar¨¢ r¨¦dito econ¨®mico y se ve atra¨ªda por el auge del cine independiente. ¡°Prefiero las pel¨ªculas sociales. Las de Li Yu son un buen ejemplo, se centran en gente real con problemas reales, pero me temo que no es lo que el p¨²blico chino quiere ver. Por un lado, suelen contar con un presupuesto bajo y la audiencia se ha acostumbrado a las grandes producciones, y por otro, la poblaci¨®n china est¨¢ sometida a una gran presi¨®n, con grandes cargas familiares y laborales, y prefiere historias que le sirvan para evadirse, por eso tienen tanto tir¨®n las comedias o las pel¨ªculas de kung-fu. No obstante, el p¨²blico tambi¨¦n est¨¢ evolucionando y el mercado del cine de autor est¨¢ creciendo¡±.
En cualquier caso, aunque Fan tenga claro su inter¨¦s por el mercado chino, es esa proyecci¨®n internacional la que le ha reportado jugosos contratos comerciales con marcas como Adidas o Louis Vuitton. Y la que hace que muchos la consideren ya el rostro de China en el mundo, por delante de compatriotas como Gong Li o Zhang Ziyi. Pero ella se muestra humilde. ¡°Cada generaci¨®n tiene alg¨²n actor que sirve de embajador en el mundo. Es un honor para m¨ª que me otorguen ese papel. China est¨¢ creciendo y ganando poder, y me alegra que cada vez se nos preste m¨¢s atenci¨®n en el mundo¡±. A Fan ya solo le falta mejorar su nivel de ingl¨¦s para lanzarse a la conquista global. ¡°La barrera del idioma es un quebradero de cabeza para m¨ª, pero estoy demasiado ocupada como para estudiar. Tengo una profesora particular, pero no ha tenido ocasi¨®n de darme clase desde hace seis meses¡±, r¨ªe. Eso s¨ª, su despedida la pronuncia en ingl¨¦s.
elpaissemanal@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.