Vacunas contra superbacterias
La resistencia de muchos microorganismos a los antibi¨®ticos otorga a¨²n m¨¢s importancia a la investigaci¨®n y el desarrollo de inmunizaciones
El brote del virus Zika, al igual que el ¨¦bola antes, ha resaltado el riesgo que las enfermedades infecciosas pueden plantear para la salud de pa¨ªses enteros ¡ªy la importancia de las vacunas para combatir las epidemias de r¨¢pida propagaci¨®n¡ª. Por cierto, ya hay esfuerzos en marcha para encontrar maneras de inocular a la gente contra ambos virus.
Sin embargo, las vacunas tambi¨¦n juegan un papel crucial a la hora de protegernos contra una amenaza mucho m¨¢s letal y mucho m¨¢s predecible: las infecciones resistentes a los medicamentos. A diferencia de los brotes inesperados y de r¨¢pida expansi¨®n como la epidemia del zika, la resistencia a los antimicrobianos es como un accidente de coche a c¨¢mara lenta que ya ha comenzado. Los pat¨®genos resistentes causan unas 700.000 muertes cada a?o. Si no tomamos las precauciones necesarias, matar¨¢n a unos 10 millones de personas por a?o para 2050.
Desarrollar nuevos antibi¨®ticos e implementar m¨¦todos para extender la vida ¨²til de medicamentos existentes ayudar¨¢ a mantener una oferta de tratamientos efectivos. Pero las vacunas ofrecen una oportunidad ¨²nica. Al reducir la cantidad de infecciones, limitan la necesidad de medicaci¨®n. Y como el uso (o abuso) de antibi¨®ticos es lo que conduce a una resistencia a los medicamentos, la presi¨®n sobre la generaci¨®n de tratamientos efectivos amainar¨¢.
Desafortunadamente, el valor que puede ofrecer la vacunaci¨®n en esta ¨¢rea todav¨ªa no ha sido reconocido como corresponde. En consecuencia, no estamos movi¨¦ndonos lo suficientemente r¨¢pido para desarrollar los tipos de vacunas que podr¨ªan utilizarse para impedir una resistencia a los antimicrobianos.
El desarrollo de vacunas lleva mucho tiempo, muchas veces m¨¢s de 10 a?os. Es un esfuerzo de alto riesgo y la gran mayor¨ªa de las potenciales vacunas no logran llegar al mercado. En consecuencia, muchas vacunas no son comercialmente viables, inclusive si resultaran ¨²tiles para la sociedad.
En verdad, no hay ninguna vacuna disponible para ninguna de las tres amenazas de resistencia que los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades de Estados Unidos consideran "urgentes": Clostridium difficile, la enterobacteriaceae resistente a los carbapenemas y la Neisseria gonorrhoeae resistente a los medicamentos. Tampoco existen suficientes vacunas potenciales contra estos pat¨®genos que est¨¦n siendo sometidas a ensayos cl¨ªnicos.
Tambi¨¦n ha habido problemas en el desarrollo de vacunas para combatir la tuberculosis o ¡ªm¨¢s preocupante a¨²n¡ª la tuberculosis resistente a m¨²ltiples drogas. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha advertido que el Objetivo de Desarrollo Sustentable de erradicar esta enfermedad para 2035 no se alcanzar¨¢ a menos que se desarrollen nuevos f¨¢rmacos y mejores diagn¨®sticos y vacunas. Sin embargo, faltan muchos a?os para que exista una nueva inmunizaci¨®n, especialmente si consideramos que el financiamiento para la investigaci¨®n de una vacuna contra la tuberculosis ha disminuido en los ¨²ltimos a?os.
La vacunaci¨®n universal contra el neumococo salvar¨ªa millones de vidas e impedir¨ªa 11,4 millones de d¨ªas de uso de antibi¨®ticos por a?o en ni?os menores de cinco a?os
Inclusive existen vacunas que no son utilizadas lo suficiente como para que tengan un impacto importante en el uso de antibi¨®ticos y en la resistencia a ellos. Cada a?o, las infecciones causadas por la bacteria Streptococcus pneumoniae matan a m¨¢s de 800.000 ni?os menores de cinco a?os. Estas muertes son completamente prevenibles ¡ªmediante una inyecci¨®n que ya est¨¢ disponible en muchas partes del mundo, la vacuna neumoc¨®cica conjugada¡ª. La vacunaci¨®n universal salvar¨ªa millones de vidas e impedir¨ªa 11,4 millones de d¨ªas de uso de antibi¨®ticos por a?o en ni?os menores de cinco a?os. De la misma manera, la que existe contra el rotavirus se podr¨ªa utilizar para impedir brotes de enfermedades diarreicas, una causa principal de mortalidad infantil en los pa¨ªses en desarrollo y una causa importante del uso de antibi¨®ticos.
Las vacunas tambi¨¦n ejercen un papel importante en la protecci¨®n del ganado y los peces de infecciones, optimizando la aplicaci¨®n de antibi¨®ticos en la agricultura, donde su uso excesivo es una causa importante de creciente resistencia.
Maximizar el potencial de las inmunizaciones para combatir la resistencia a los antimicrobianos, por ende, requiere de una mayor aplicaci¨®n de las existentes en seres humanos y animales. Pero tambi¨¦n implica desarrollar nuevas que, en el corto plazo, podr¨ªan ser generadas mediante un Fondo para la Innovaci¨®n Global de 2.000 millones de d¨®lares destinado a una investigaci¨®n inicial de vacunas y otras alternativas viables para los antibi¨®ticos.
Y en ¨¢reas donde la investigaci¨®n y el desarrollo no son una propuesta atractiva, se les debe brindar a los desarrolladores la oportunidad de generar ganancias a partir de productos ¨²tiles. Dependiendo de las caracter¨ªsticas de los diferentes productos, las posibles intervenciones incluir¨ªan fomentar compromisos por parte del mercado y recompensas por entradas en el mercado.
Las vacunas tienen el potencial de ejercer un enorme impacto en la resistencia a los medicamentos si se las incluye como parte de una serie amplia de intervenciones para combatir el problema. Afortunadamente, la conciencia de este desaf¨ªo est¨¢ empezando a afianzarse.
En la reuni¨®n anual del Foro Econ¨®mico Mundial en Davos el mes pasado, 85 empresas, entre ellas desarrolladores de vacunas, grandes compa?¨ªas farmac¨¦uticas, desarrolladores de diagn¨®stico y empresas de biotecnolog¨ªa, se comprometieron a tomar m¨¢s medidas para reducir la resistencia a los medicamentos. Y, m¨¢s avanzado este a?o, en las cumbres de la Asamblea Mundial de la Salud, el G-7 y el G-20, y en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se abordar¨¢ el tema. El ¨ªmpetu que se est¨¢ generando ahora en los sectores p¨²blico y privado est¨¢ creando una oportunidad que no se debe desaprovechar.
Jim O¡¯Neill, expresidente de Goldman Sachs Asset Management, es secretario comercial del Tesoro del Reino Unido, profesor honorario de Econom¨ªa en la Universidad de Manchester, investigador visitante en el grupo de expertos econ¨®micos Bruegel y presidente de la Revisi¨®n sobre la resistencia a los antimicrobianos.
Copyright: Project Syndicate, 2016. www.project-syndicate.org
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