Mira qui¨¦n habla

La red social Periscope confirma nuestras sospechas: Gerard Piqu¨¦ resulta cargante. Es el tipo que no quieres a tu lado en un avi¨®n. No contento con irritar a toda una hinchada, incluso a un pa¨ªs, con sus provocaciones, ahora Piqu¨¦ tambi¨¦n se dedica a perseguir a sus compa?eros de equipo con la camarita, espiando las conversaciones conyugales de Mascherano, hostigando a un inc¨®modo Su¨¢rez, interrogando a Messi... El t¨ªpico compa?ero de viaje pesado, pero con una audiencia de 100.000 personas.

Y, sin embargo, los pesados tambi¨¦n tiene derecho a expresarse. Si Piqu¨¦ no te gusta, puedes simplemente dejar de verlo. Lo que no puedes hacer es prohibirle manifestarse, como pretenden la UEFA y el COI. La primera ha vetado el uso de Periscope en la Eurocopa. El segundo ha restringido el uso de redes sociales durante los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro. El reglamento suena riguroso: "Est¨¢ prohibida dentro de las sedes ol¨ªmpicas la transmisi¨®n de im¨¢genes con aplicaciones de streaming en directo, por ejemplo Periscope o Meerkat".

?Alguien recuerda la vieja expresi¨®n "derecho fundamental"? Porque la libertad de expresi¨®n es precisamente eso. Est¨¢ consagrada en las constituciones de todas las democracias porque permite que los ciudadanos aporten su punto de vista y accedan a la informaci¨®n que necesitan. Si un jefe proh¨ªbe a sus empleados usar Twitter, estos podr¨ªan ¡ªy deber¨ªan¡ª denunciarlo ante un juez. Sobre todo si el jefe ha sido suspendido en un proceso por corrupci¨®n, como el presidente de la UEFA, Michel Platini. Puede ser un incordio que hablen los pesados. Pero es peligroso ¡ªe ilegal¡ª que los sospechosos de corrupci¨®n decidan qui¨¦n habla.