La ciudad cuidadora
Por Blanca Guti¨¦rrez Valdivia
La forma urbana delimita en gran medida nuestra vida cotidiana por c¨®mo est¨¢n dise?ados los espacios, c¨®mo est¨¢n distribuidos en el territorio o c¨®mo se accede a ellos. El dise?o de nuestras ciudades no ha sido neutro, se ha hecho para promover el beneficio capitalista y los privilegios patriarcales. Cuando se decide dise?ar espacios p¨²blicos as¨¦pticos, poner c¨¢maras de videovigilancia, quitar todos los bancos de una plaza, invertir en instalar una red de wifi en lugar de en ba?os p¨²blicos, aprobar ordenanzas c¨ªvicas que restringen el uso de los espacios p¨²blicos, aumentar el n¨²mero de licencias para hoteles y terrazas o construir un campo de f¨²tbol de hierba en vez de un equipamiento deportivo donde sean compatibles diferentes actividades, se est¨¢n priorizando determinados usos y a personas concretas.
Frente a esta falsa neutralidad, donde el todos en verdad quiere decir sujetos privilegiados (por g¨¦nero, edad, clase social, origen¡), el urbanismo feminista visibiliza la importancia de los cuidados. Como dice la economista feminista Amaia P¨¦rez Orozco, el feminismo reclama poner la sostenibilidad de la vida en el centro, que la autora plantea como la posibilidad de alcanzar un vida digna de ser vivida y generando un bien-estar encarnado y cotidiano tras todo el engranaje de trabajos remunerados y no remunerados, de pol¨ªticas y procesos mercantiles y no mercantiles que van desde lo macro a lo micro, atravesando el nivel meso.
Repensar la ciudad desde una perspectiva feminista es dejar de producir espacios desde una l¨®gica productivista y mercantilista y empezar a pensar en entornos que prioricen a las personas que los van a utilizar. Que los espacios est¨¦n adaptados a las diferentes necesidades de las personas y no que las personas se adapten a las condiciones del espacio. Poner a las personas en el centro, visibilizando la diversidad de experiencias y necesidades, sin tratar de homogeneizar los usos y actividades en el espacio urbano.Por eso, frente a la ciudad funcionalista, las Smart Cities u otros paradigmas alejados de la realidad de las personas, nosotras proponemos la ciudad cuidadora. Seg¨²n Joan Tronto, los cuidados son "una actividad de la especie que incluye todo aquello que nosotros hacemos para mantener, continuar y reparar nuestro ¡°mundo¡± de tal modo que podamos vivir en este en el mejor modo posible lo cual nuestros cuerpos, nuestra identidad, nuestro medio, todo lo cual buscamos para conectarnos en una red compleja de sostenimiento de nuestras vidas." Pero ?c¨®mo se materializan los cuidados en la forma urbana? Pensando ciudades que nos cuiden, nos dejen cuidarnos y nos permitan cuidar a otras personas.
Una ciudad que te cuida es una ciudad que no te enferma ni te envenena por las altos ¨ªndices de poluci¨®n que te impiden incluso hacer deporte en el espacio p¨²blico, que no est¨¢ llena de antenas y transformadores el¨¦ctricos que te intoxican emitiendo constantemente ondas. Es segura y te transmite una percepci¨®n de seguridad, cualquier persona puede caminar tranquila por la calle a cualquier hora del d¨ªa sin temor a que le acosen o le agradan y sin miedo de que le atropellen. Tiene una red de transporte p¨²blico accesible, f¨ªsica y econ¨®micamente, que conecta diferentes espacios (productivos, reproductivos, espacios de ocio, deporte¡) sin obligarte a invertir una parte considerable de tu jornada en desplazamientos en transportes masificados que producen ataques de p¨¢nico. Una ciudad que te cuida tambi¨¦n te permite acceder a una vivienda digna en condiciones econ¨®micas justas.
Una ciudad que te deja cuidarte te proporciona espacios equipados para el ocio, la diversidad de pr¨¢cticas deportivas, para relacionarte con otras personas en espacios p¨²blicos exteriores y tambi¨¦n cubiertos de las inclemencias meteorol¨®gicas donde poder estar, sentar, charlar, sin que tengan que estar mediados por ninguna actividad comercial. Espacios para la participaci¨®n pol¨ªtica sin que esta participaci¨®n est¨¦ instrumentalizada por los entes pol¨ªticos.
Una ciudad cuidadora tambi¨¦n te permite cuidar porque te proporciona el soporte f¨ªsico necesario para el desarrollo de todas las tareas de cuidados desde hacer la compra, llevar a ni?os y ni?as al colegio, acompa?ar personas enfermas al m¨¦dico¡.Este soporte f¨ªsico se concreta en espacios p¨²blicos con juegos infantiles para diferentes edades, con fuentes, ba?os p¨²blicos, vegetaci¨®n, sombra, bancos y mesas y otros elementos y con equipamientos y servicios pr¨®ximos que apoyen las actividades. La ciudad cuidadora facilita la autonom¨ªa de las personas dependientes y adem¨¢s te permite conciliar las diferentes esferas de la vida cotidiana.
Muchas personas leer¨¢n este art¨ªculo y pensar¨¢n que muchas de las cosas que aqu¨ª se dicen son de sentido com¨²n, que este discurso no es feminista, pero la realidad es que son las feministas, a trav¨¦s de su teor¨ªa y de sus pr¨¢cticas las que han puesto a las personas en el centro en la toma de decisiones, han comenzado a hablar de los cuidados, de la necesidad de una redistribuci¨®n m¨¢s equitativa de los mismos y de una valoraci¨®n social de los trabajos de cuidados (tanto los remunerados como los no remunerados). En el ¨¢mbito del urbanismo son las feministas quienes comenzaron a visibilizar que en el espacio urbano tambi¨¦n se cuida y han tratado de romper con la dicotom¨ªa entre espacio p¨²blico (productivo) y privado (reproductivo). Y adem¨¢s, el sentido com¨²n no est¨¢ vac¨ªo de contenido, ni es algo instintivo; como dec¨ªa Gramsci, el sentido com¨²n est¨¢ condicionado hist¨®rica y pol¨ªticamente, y por lo tanto tambi¨¦n tiene un trasfondo ideol¨®gico y pol¨ªtico.
* Blanca Guti¨¦rrez Valdivia es soci¨®loga y urbanista feminista. Es integrante de Col¡¤lectiu Punt 6, una cooperativa de mujeres arquitectas y urbanistas cuyo trabajo se centra en fomentar la equidad de g¨¦nero interseccional, la sostenibilidad, la participaci¨®n comunitaria y la econom¨ªa solidaria en el urbanismo.
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