Caruana tumba a Anand
El ¨ªtalo-estadounidense brilla y alcanza a Kariakin a cuatro rondas para el final
Tras una primera mitad decepcionante en el Torneo de Candidatos de Mosc¨², Fabiano Caruana ha deslumbrado en las tres primeras rondas de la segunda. Hoy ha barrido del tablero, con blancas, a Viswanathan Anand, y ahora comparte el liderazgo con Sergu¨¦i Kariakin, con quien se enfrentar¨¢ en la ¨²ltima jornada, pero con un calendario menos dif¨ªcil en teor¨ªa. Levon Aroni¨¢n volvi¨® a fallar en un momento clave.
Caruana revel¨® en tono de broma, al entrar en la sala de prensa, que un juego chino para adivinar el futuro le augur¨® el martes ¨¦xitos en los pr¨®ximos d¨ªas. Pero su alt¨ªsimo rendimiento en las ¨²ltimas tres rondas nada tiene que ver con la fortuna, ni con su falta de eficacia en la primera vuelta del torneo: en la 8? dio una lecci¨®n a Hikaru Nakamura, en la 9? aguant¨® durante siete horas el ¨²nico intento vigoroso que ha hecho Anish Giri de ganar una partida en este Torneo de Candidatos; y hoy ha doblegado a Anand con relativa facilidad. ¡°No soy supersticioso. Ahora hablando en serio, lo que tuve que sufrir para salvar la partida contra Anish el lunes me ha ayudado a ganar la de hoy¡±, explic¨® a los periodistas.
Por alguna raz¨®n que nadie ha explicado de manera muy convincente, en el ajedrez de ¨¦lite existe el concepto de seguir lo que est¨¢ de moda, en cuanto a aperturas se refiere, como si no fuera cierto que el n¨²mero de partidas distintas que pueden jugarse es mayor que el de ¨¢tomos en el universo entero conocido. Con la excepci¨®n del campe¨®n del mundo, Magnus Carlsen, cuya tendencia es justo la contraria, y muy pocos m¨¢s, la mayor¨ªa de los astros del deporte mental analizan hasta la extenuaci¨®n las variantes que se juegan con alguna frecuencia, en lugar de evitarlas para no caer en profundas preparaciones caseras del rival.
M¨¢s sorprendente a¨²n es que eso le ocurra nada menos que al veterano y pentacampe¨®n del mundo Anand, cuya enciclop¨¦dica preparaci¨®n le permitir¨ªa sorprender a sus oponentes con l¨ªneas viejas de las que no haya an¨¢lisis recientes. En lugar de ello, el indio se meti¨® en la boca del lobo, repitiendo la variante con la que Kariakin estuvo a punto de tumbar a Sv¨ªdler hace pocos d¨ªas. Es cierto que Anand se desvi¨® en la 9? jugada de la l¨ªnea m¨¢s aguda ¨Ccuyo antecedente m¨¢s renombrado es nada menos que K¨¢rpov-Kasp¨¢rov, Mundial de Sevilla 1987-, pero tambi¨¦n lo es que Caruana estaba muy preparado para ese cambio, lo que sin duda implica un tremendo trabajo previo con su entrenador, el uzbeko R¨²stam Kasimy¨¢nov. Tras un par de imprecisiones de Anand, el resto fue una masacre muy precisa en los golpes.
Otra conclusi¨®n clara tras la d¨¦cima ronda es que el punto d¨¦bil de Aroni¨¢n no est¨¢ en su talento ni su preparaci¨®n ni su experiencia ¨Cbrilla a gran altura en esos tres ¨¢mbitos-, sino en un problema puramente psicol¨®gico. El armenio se bloquea en los grandes momentos cuando deber¨ªa ejecutar sus fundadas aspiraciones a retar a Carlsen. Hoy ha vuelto a pasar: su ventaja en la jugada 27 se puede considerar estrat¨¦gicamente ganadora para un jugador de su nivel; bastaba cambiar las damas para someter a V¨¦selin Top¨¢lov a una tortura que dif¨ªcilmente hubiera podido soportar. En lugar de hacer lo que Capablanca hubiera hecho hace cien a?os, o K¨¢rpov hace cuarenta, Aroni¨¢n opt¨® por mantener la posici¨®n complicada, como si eso aumentase la probabilidad de error en un jugador tan t¨¢ctico como el b¨²lgaro. Su ventaja se esfum¨® y el empate lleg¨® mucho despu¨¦s.
Las otras dos partidas terminaron en tablas en menos de dos horas. Kariakin intent¨® superar con blancas la vast¨ªsima preparaci¨®n de Giri, con cuya memoria se podr¨ªa escribir ya una enciclopedia a pesar de su juventud (21 a?os), pero el holand¨¦s no tuvo problemas para firmar pronto su resultado favorito. Ya lleva diez tablas, y a¨²n no est¨¢ descartado totalmente para el primer puesto, pero su problema tambi¨¦n es psicol¨®gico, aunque muy distinto al de Aroni¨¢n. P¨¦ter Sv¨ªdler intent¨® doblegar a Hikaru Nakamura, pero ¨¦ste encontr¨® una bella combinaci¨®n de jaque perpetuo.
Ambos l¨ªderes son tambi¨¦n quienes se han mostrado mentalmente m¨¢s fuertes. Kariakin debe jugar a¨²n contra Anand, Aroni¨¢n y Caruana (adem¨¢s de Top¨¢lov), lo que da cierta ventaja te¨®rica a Caruana, cuyos rivales ser¨¢n Top¨¢lov, Aroni¨¢n, Sv¨ªdler y Kariakin. Lo que a¨²n no sabemos es cu¨¢nto aguantar¨¢ el estadounidense en los momentos de m¨¢xima tensi¨®n, porque nunca ha estado en un Torneo de Candidatos.
Clasificaci¨®n: 1?-2? Kariakin y Caruana 6 puntos; 3?-4? Anand y Aroni¨¢n 5,5; 5? Giri 5; 6? Sv¨ªdler 4,5; 7? Nakamura 4; 8? Top¨¢lov 3,5.
?Peligro: jugador en el ba?o!
En todo viaje se aprende, y en todo torneo tambi¨¦n, pero lo que ocurre en el Torneo de Candidatos de Mosc¨² es in¨¦dito en los 33 a?os de profesi¨®n del arriba firmante. Si uno de los ocho jugadores est¨¢ en el ba?o, los periodistas no pueden entrar ni salir de la sala de prensa, porque los pasillos se cruzan. As¨ª ha resuelto la organizaci¨®n el peligro de que los informadores, armados con computadoras que calculan millones de jugadas por segundo, puedan soplar alguna a los grandes maestros.
Obviamente, el enorme e hist¨®rico (1921) edificio de correos (Telegraph) de la calle Tverskaya, muy cerca de la Plaza Roja, se pod¨ªa haber configurado de otra manera para evitar situaciones pat¨¦ticas, como que los periodistas no pueden ir a las ruedas de prensa de dos jugadores si alg¨²n otro gran maestro utiliza el retrete en ese momento. ?Por qu¨¦ no se hizo? La respuesta est¨¢, por en¨¦sima vez, en la ineficacia de la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez (FIDE), como explica Ilya Merenzon, consejero delegado de Agon, la empresa a quien la FIDE vendi¨® los derechos comerciales del ciclo del Campeonato del Mundo por un d¨®lar: ¡°Cuando, hace meses, los inspectores de la FIDE realizaron su primera visita a las instalaciones no se dieron cuenta de ese problema; pero s¨ª lo vieron en la del d¨ªa anterior a la inauguraci¨®n, cuando ya no ten¨ªamos capacidad de maniobra¡±. Y entonces decidieron que la prioridad era no elevar, aunque fuera m¨ªnimamente, el riesgo de trampas. La consecuencia es que si un periodista tiene mala suerte, la calidad de su informaci¨®n sobre este torneo puede ser mejor si lo cubre por Internet desde su casa que si est¨¢ este emblem¨¢tico edificio del constructivismo sovi¨¦tico.
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