Moda contra los abusos sexuales

En el lobby del hotel W de Barcelona, con el sol y el mar de fondo, Paul Marciano pasa desapercibido en medio de la horda de turistas ansiosos de tapas y Gaud¨ª. Las zapatillas negras, la camiseta gastada y el vaquero m¨¢s austero que alguien pueda imaginar no delatan al cofundador, CEO y director creativo de Guess, uno de los monstruos del denim mundial. Le gusta Espa?a: no solo porque es descendente de sefard¨ªes ¨C¡°soy murciano¡±¡ª, explica jocosamente, sino, adem¨¢s porque aqu¨ª su negocio marcha sobre ruedas. De ah¨ª que este a?o haya escogido la capital catalana para promocionar mundialmente el Denim Day (D¨ªa del vaquero, en castellano), una campa?a contra la violencia hacia las mujeres.

¡°El mundo de la moda tiene la obligaci¨®n moral de que los abusos no se olviden, se queden bajo la alfombra y se les ponga el candado del silencio¡±, asegura Marciano (Marruecos, 1952). Un deber que la marca que fund¨® junto a su hermano hace 34 a?os ha decidido cristalizar en una fundaci¨®n y a trav¨¦s del apoyo a la iniciativa de la ONG Peace Over Violence?y que este a?o llega a Europa por segunda vez. ¡°Las mujeres tienen derecho a vestir sexy¡±, agrega.

El mensaje puede sonar vac¨ªo pero tiene una explicaci¨®n profunda, incluso surreal. El Denim Day y el llamamiento de Marciano son la respuesta a una sentencia de 1999 del Tribunal Supremo de Italia en la cual se exculpaba de violaci¨®n a un monitor de autoescuela, de 45 a?os, que supuestamente hab¨ªa abusado de una joven de 18 en junio de 1992. El hombre fue condenado en primera instancia, pero los magistrados cambiaron la decisi¨®n. ¡°Como la v¨ªctima vest¨ªa unos vaqueros muy muy ajustados, ella tuvo que ayudar al acusado a quit¨¢rselos. Y al hacerlo, no se consider¨® violaci¨®n sino sexo consentido¡±, dice la sentencia. Al menos en otra ocasi¨®n, en 2008, otro acusado de violaci¨®n en Italia argument¨® la ¡°jean defense¡± ante un juzgado. ¡°Queremos que nadie se olvide de este caso. Se transmiti¨® la idea de que una mujer no puede vestir sexy porque, si lo hace, le violan. ?Y quien env¨ªa este mensaje es un Alto Tribunal! Esto va contra la libertad de expresi¨®n, de movimiento, de poder vestir como quieras¡±, critica Marciano. El 27 de mayo, Guess invita a todos a vestir vaqueros como una muestra de rechazo contra la violencia sexual y donar¨¢ parte de las ventas de ese d¨ªa a financiar las actividades de la Fundaci¨®n Ana Bella. Las vitrinas de sus 46 tiendas espa?olas se convertir¨¢n en espacio de denuncias contra la violencia hacia las mujeres. Una iniciativa que cuenta como embajadora con la actriz Elsa Pataky.

La mujer Guess concebida por los Marciano es ¡°sexy, joven, aventurera y segura¡±, explica el directivo de la marca. Atributos que ha querido plasmar en las fotos en blanco y negro que son el sello de la casa y que tienen como protagonistas a supermodelos que ¨¦l lanz¨®, como Vanessa Hessler, Laetitia Casta y Valeria Mazza. Una visi¨®n de lo femenino que ¨¦l considera que va en contra de cierta imagen mustia y ¡°enferma¡± de ciertas casas de moda y que considera t¨®xica. ¡°Esta es una visi¨®n que solo veo en los fashion directors europeos. En Estados Unidos eso no est¨¢ en cuesti¨®n¡±, apunta.

¡°Cientos de modelos se me acercan y me cuentan que sus representantes les dicen que tienen que perder peso. Me parece aberrante y no solo porque ponen en riesgo su salud. Les digo que no lo hagan, que crean en las curvas¡±, confiesa el directivo. Su ¨²ltimo icono, la modelo Gigi Hadid, es una muestra del tipo de mujer que tiene en la cabeza: est¨¢ en la universidad, encima de un caballo compitiendo profesionalmente o en una pasarela. Tambi¨¦n dice que no le importan las cicatrices que el surf le ha dejado a otra de sus chicas, Tory Praver. ¡°Tengo dos hijas y quiero que sean fuertes y seguras de s¨ª mismas. Pero tambi¨¦n que sean sexis. Y si son las dos primeras cosas podr¨¢n defenderse ellas mismas¡±, explica.

¡°La responsabilidad moral con el entorno no es una cuesti¨®n de campa?as, es una obligaci¨®n moral¡±, agrega Marciano. Eso incluye el medio ambiente. Medio kilo de algod¨®n necesita casi cuatro litros de agua para su procesamiento. A eso se suman los lavados y procesos para lograr los acabados en el denim. De ah¨ª que se busque trabajar con empresas pioneras en procesos que permitan ahorrar hasta un tercio del agua. ¡°En Los ?ngeles, donde vivo, gastar agua ahora ya no es fashionable¡±.