El gran reto de la ayuda humanitaria: el dinero
En la Cumbre Humanitaria Mundial se ha lanzado un proceso para mejorar la eficacia de la financiaci¨®n para la ayuda humanitaria
El n¨²mero de conflictos b¨¦licos y desastres naturales causados por el cambio clim¨¢tico se ha multiplicado en la ¨²ltima d¨¦cada, as¨ª como la cifra de v¨ªctimas. El planeta se enfrenta a la mayor ola de migraci¨®n forzosa vista desde la Segunda Guerra Mundial: 60 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares expulsados por la guerra o las cat¨¢strofes. As¨ª que en total m¨¢s de 125 millones de personas en el mundo dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, el doble que en 2004.
Pero, pese a que nos hallamos ante lo que desde la ONU definen como la peor situaci¨®n humanitaria de la historia, falta dinero. Nunca ha sido tan grande la diferencia entre el elevado monto que requiere la ayuda humanitaria y el poco dinero ofrecido por los donantes, fundamentalmente los Gobiernos. El a?o pasado, por ejemplo, de los en torno a 20.000 millones de euros solicitados, ni siquiera se recaud¨® la mitad. ¡°En un mundo con un PIB global de 70 billones de euros, no puede ser dif¨ªcil encontrar esos 13.000 millones que faltan¡±, dijo la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea Kristalina Georgieva, durante la Cumbre Mundial Humanitaria celebrada esta semana en Estambul. En ella, uno de los debates m¨¢s importantes ha sido el llamado Grand Bargain (Gran Negociaci¨®n o Gran Regateo), un proceso lanzado recientemente por diversos actores implicados en la ayuda humanitaria para mejorar la eficacia de la financiaci¨®n.
La ¡°filosof¨ªa¡± tras esta negociaci¨®n, explica a este diario Paula San Pedro, de Oxfam Interm¨®n, es la ¡°necesidad de crear fondos m¨¢s flexibles, m¨¢s r¨¢pidos¡± para responder al actual contexto de crisis humanitarias, que no s¨®lo cambian en cuanto a su naturaleza (conflictos armados, desastres naturales, crisis de refugiados) sino que tambi¨¦n se alargan en el tiempo. ¡°Hasta ahora la media de tiempo que un desplazado tardaba en regresar a su hogar era 17 a?os, pero vemos que ese periodo crece. Por ejemplo, los refugiados somal¨ªes en Kenia llevan all¨ª 25 a?os, de ah¨ª que se haga necesario unir la ayuda humanitaria de emergencia a la ayuda al desarrollo¡±, relata San Pedro. Ello implicar¨¢, entre otras cosas, que instituciones internacionales de cr¨¦dito, como los bancos de desarrollo o el Banco Mundial, pasar¨¢n a implicarse m¨¢s en la ayuda humanitaria.
No hay dinero ni para ayuda, ni para cooperaci¨®n al desarrollo ni para prevenir el cambio clim¨¢tico
En Estambul, 21 de los principales donantes del mundo ¡ªentre los que se encuentran EEUU, la Uni¨®n Europea, Reino Unido, Jap¨®n o Arabia Saud¨ª¡ª y 16 agencias receptoras de su ayuda ¡ªen su mayor¨ªa dependientes de la ONU¡ª se comprometieron a los principios del Grand Bargain. Canad¨¢ lleg¨® a la Cumbre Humanitaria con 274 millones de d¨®lares extra para los pr¨®ximos cinco a?os. Los Gobiernos de Noruega y Alemania acordaron elevar en un 30% su contribuci¨®n a la financiaci¨®n de la ayuda humanitaria. Espa?a tambi¨¦n lo har¨¢, seg¨²n dijo a la prensa el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, aunque sin especificar la cuant¨ªa: ¡°El compromiso del Gobierno espa?ol depender¨¢ de las necesidades que fije la organizaci¨®n en su conjunto. Ahora es prematuro para hablar de cantidades pero hemos expresado la voluntad de asumir la parte que nos corresponda¡±.
Sin embargo, un alto cargo de Naciones Unidas reconoc¨ªa en privado a este medio que es muy dif¨ªcil esperar m¨¢s contribuciones de los Estados: ¡°No hay dinero ni para ayuda, ni para cooperaci¨®n al desarrollo ni para prevenir el cambio clim¨¢tico. Todos los pa¨ªses est¨¢n en medio de una pol¨ªtica de restricci¨®n del gasto¡±.
As¨ª que el otro aspecto donde incidir para eliminar este d¨¦ficit de financiaci¨®n es en recortar los costes, por ejemplo, reduciendo el papeleo burocr¨¢tico y uniformando los procesos. Seg¨²n Georgieva, cerca de un 15% de la ayuda humanitaria se va en costes administrativos, por lo que disminuyendo este gasto ligeramente bastar¨ªa para ahorrar cada a?o 1.000 millones de d¨®lares que podr¨ªan dedicarse a otras cuestiones m¨¢s urgentes.
Un 25% de la ayuda se deber¨¢ entregar a organizaciones locales de la sociedad civil
Dentro del medio centenar de compromisos que adoptar¨¢n los suscriptores de este acuerdo se encuentra tambi¨¦n el de la transparencia y todos los actores implicados deber¨¢n hacer p¨²blicos sus datos en un formato com¨²n para 2018. ¡°No es una cuesti¨®n s¨®lo de rendir cuentas ante los contribuyentes de nuestros pa¨ªses ¡ªarguy¨® la ministra holandesa de Comercio Exterior y Ayuda al Desarrollo, Lilianne Ploumen¡ª sino de que los propios refugiados o recipientes de la ayuda sepan en qu¨¦ la empleamos¡±.
Adem¨¢s, seg¨²n anunci¨® David Miliband, presidente de International Rescue Committee, durante la Cumbre de Estambul se pact¨® que para 2020 al menos un cuarto de la asistencia humanitaria se har¨¢ en dinero en efectivo. Esto tambi¨¦n podr¨ªa suponer un ahorro ya que mover toneladas de bienes humanitaria tiene un alto coste a?adido. ¡°La financiaci¨®n es uno de los principales objetivos (de la Cumbre de Estambul) porque siempre tenemos problemas. Normalmente s¨®lo logramos movilizar recursos para cubrir unos dos tercios del total de necesidades ¡ªasegura el portavoz del Programa Mundial de Alimentos, Gerald Bourke¡ª. Pero no se trata s¨®lo de incrementar los fondos sino de reducir los costes y explorar nuevas formas de financiaci¨®n¡±.
En este sentido, tambi¨¦n se ha acordado que un 25% de la ayuda se deber¨¢ entregar a organizaciones locales de la sociedad civil, reduciendo as¨ª el papel de las agencias internacionales y restringiendo en cierto modo el n¨²mero de personas que son enviadas como voluntarios o trabajadores humanitarios desde los pa¨ªses desarrollados a los lugares en crisis. ¡°Es la gente del lugar la que conoce lo que ocurre y deben ser ellos quienes dirijan la ayuda¡±, sostiene Bourke.
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