Los beb¨¦s asesinados de Sud¨¢frica
Un estudio revela que el 1% de los menores de cinco a?os muertos en el pa¨ªs africano son v¨ªctimas de homicidio
El 7 de agosto de 2015, unos barrenderos hallaron el cuerpo sin vida de una ni?a de unas 40 semanas junto a unos cubos de basura en la ciudad universitaria de Potchefstroom, en Sud¨¢frica. El caso no era una novedad: el 25 de julio del mismo a?o, un paseante hab¨ªa encontrado un beb¨¦ dentro de una bolsa de pl¨¢stico en otro contenedor junto al Instituto Heidelvelg de Educaci¨®n Secundaria de Ciudad del Cabo. Y cuatro d¨ªas atr¨¢s, otro transe¨²nte dio con un reci¨¦n nacido envuelto en una toalla y detr¨¢s de una oficina de correos. Todos muertos, y todos desamparados.
Una investigaci¨®n reciente ha revelado que el abandono y la muerte de estas criaturas no son hechos aislados, sino un fen¨®meno recurrente desde hace a?os: el 1% de los menores de cinco a?os muertos en 2009 (el a?o al que pertenecen los datos examinados) se debieron a un homicidio. Los resultados indican que 454 ni?os ¡ªel 95% de la muestra¡ª fueron asesinados. El 74,4% de las v¨ªctimas eran menores de un a?o y m¨¢s de la mitad eran neonatos, es decir, ten¨ªan menos de 27 d¨ªas de vida. De estos, el 84,9% hab¨ªan sido dejados en la calle previamente y s¨®lo seis superaron la semana de vida.
El trabajo, titulado Diferencias de g¨¦nero en el homicidio de neonatos, beb¨¦s y ni?os menores de cinco a?os en Sud¨¢frica, fue publicado el 26 de abril en en la revista m¨¦dica Plos Medicine y llevado a cabo por un equipo de investigadores encabezado por Naeemah Abrahams, directora adjunta del Instituto de Investigaci¨®n M¨¦dica de Sud¨¢frica. Los resultados apuntan a que los seis primeros d¨ªas de vida son el periodo en el que estos ni?os corren un mayor riesgo de ser asesinados.
Aunque la muestra utilizada es peque?a, la importancia de la investigaci¨®n radica en que es la primera realizada sobre este fen¨®meno hasta la fecha en el pa¨ªs y lo sit¨²a a la cabeza de ?frica con la tasa de homicidios infantiles m¨¢s alta registrada hasta la fecha: 19,6 asesinatos por cada cien mil nacidos vivos en el caso de los neonatos, 28,4 por cada cien mil nacidos vivos en el resto. "Definitivamente creo que el estudio es muy relevante a pesar de haber contado solo una peque?a proporci¨®n de casos", sostiene Abrahams. "Son muertes violentas que pueden prevenirse si ponemos en marcha las medidas adecuadas".
Hasta hoy se han llevado a cabo muy pocas publicaciones sobre el tema en el continente pese a que el grupo de edad de menos de cinco a?os es el segundo en el que se producen m¨¢s homicidios, por detr¨¢s del de 15 a 19 a?os, seg¨²n Unicef. Entre los trabajos m¨¢s relevantes destaca el publicado en 2001 en Ghana, que asegura que alrededor del 15% de los fallecimientos de menores de tres a?os pueden ser atribuidos a infanticidios. Otra encuesta sobre muertes violentas realizada en 2010 en Dar el Salaam (Tanzania) estima una tasa de 27,7 ni?os asesinados en sus primeras 24 horas de vida por cada cien mil nacidos vivos, la m¨¢s alta que se conoc¨ªa hasta la publicaci¨®n del estudio sudafricano. En los pa¨ªses desarrollados, las tasas son m¨¢s bajas: Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda se mantienen entre 2,1 y 6,9 muertes.
454 ni?os fueron asesinados en 2009, m¨¢s de uno por d¨ªa
Macabros hallazgos como los del verano de 2015 en Ciudad del Cabo se repiten con similar frecuencia en otras ciudades del pa¨ªs como Johannesburgo o Durban. Basta con revisar las hemerotecas de los diarios del pa¨ªs para encontrar art¨ªculos que informan del hallazgo de beb¨¦s en los lugares m¨¢s insospechados. Unos vivos, otros muertos, pero todos desamparados. Los ¨²ltimos datos al respecto, de 2010,?indican que anualmente unos 3.500 se dejan en las calles del pa¨ªs. Proceden de Child Welfare South Africa, una red de m¨¢s de 400 entidades dedicadas a la protecci¨®n de menores. La mayor¨ªa de organizaciones coincide, no obstante, en que las cifras han aumentado desde entonces, seg¨²n afirma en un estudio de la Coalici¨®n Nacional de Adopciones de Sud¨¢frica.
El elevado n¨²mero de abandonos de reci¨¦n nacidos ayuda a explicar el perfil y las circunstancias que hay detr¨¢s de quienes cometen estos cr¨ªmenes y, por tanto, aporta luz a la hora de analizar las razones que hay detr¨¢s. Seg¨²n el informe, las madres son las autoras en dos tercios de los casos de neonaticidio. Son mujeres j¨®venes ¡ª24 a?os es la edad media¡ª y sin trabajo o con un empleo precario. Las que abandonaron a sus hijos en el momento de nacer eran a¨²n m¨¢s j¨®venes: 23 a?os
El perfil de un infanticidio
Las causas de la muerte de los ni?os menores de cinco a?os en Sud¨¢frica difieren por edad y sexo. El ocultamiento del embarazo (cuando una mujer esconde su estado, da a luz sin recibir ning¨²n cuidado y deja al ni?o abandonado) es la raz¨®n m¨¢s com¨²n (38,3%), seguida de traumas (22,1%) y de estrangulamiento. Se encontraron m¨¢s cad¨¢veres en entornos urbanos (generalmente entre la basura) que rurales (64 frente a 32). .
En casi todos los casos de homicidio neonatal se encontraron evidencias de abuso infantil o de negligencia. Los asesinatos relacionados con abusos sexuales se dieron en ambos sexos pero solo en el grupo de edad de uno a cuatro a?os, y con mayor proporci¨®n entre ni?as (25,4%) que ni?os. (3%).
El hogar de las v¨ªctimas y los espacios p¨²blicos ¡ªsobre todo en caso de los neonatos¡ª son los lugares donde con m¨¢s frecuencia se hallaron los cuerpos. Y tambi¨¦n se encontraron m¨¢s en las ciudades que en el campo pero, mientras que no se encontraron diferencias por raz¨®n de sexo en el n¨²mero de beb¨¦s abandonados en la calle, s¨ª que se estima que los varones tienen un 40% menos de probabilidades de ser asesinados en el ¨¢mbito rural. "Esto puede reflejar una propensi¨®n menor a matar ni?os en las zonas m¨¢s tradicionales, donde la preferencia por un hijo es m¨¢s fuerte, tal y como tambi¨¦n ocurre en pa¨ªses como China o India, con ratios tan desiguales entre ambos sexos", razona Abrahams.
Los resultados de esta publicaci¨®n sugieren que existe una tasa particularmente alta de embarazos no deseados llevados hasta su fin, ¡°algo llamativo en un pa¨ªs que tiene una de las leyes pro aborto m¨¢s liberales del mundo [es legal desde 1996] y unos servicios de contracepci¨®n razonablemente buenos¡±, reflexionan los autores del trabajo. Las conclusiones apuntan, de primeras, a un fallo en los servicios reproductivos y de salud materna.? "Algunos informes apuntan a que las mujeres no son conscientes de que existen los servicios de adopci¨®n porque no hayan sido suficientemente asesoradas. Es posible tambi¨¦n que las j¨®venes embarazadas no digan que no quieren que el beb¨¦ porque teman ser juzgadas", sugiere Abrahams.
Dos estudios anteriores de 2004 y de 2007 explican que los factores que influyen en que una madre acabe asesinando a sus hijos son la pobreza, el desempleo, la falta de acceso a la educaci¨®n, la exclusi¨®n social, el abuso de sustancias estupefacientes y la violencia de g¨¦nero. Aunque la salud mental tambi¨¦n se contempla, se debe tener en cuenta que una investigaci¨®n realizada durante 40 a?os mostr¨® que la mayor¨ªa de las homicidas no padec¨ªan ninguna enfermedad mental cuando decidieron matar al menor, y que muy pocas se suicidaron despu¨¦s de haber perpetrado el crimen. ¡°Simplemente, no los quieren¡±, sugiere el estudio. En la publicaci¨®n de Abrahams se se?ala que el suicidio despu¨¦s de la muerte del ni?o se dio en un 2,7% de las ocasiones y fue m¨¢s frecuente entre los padres homicidas que entre las madres.
Abrahams concluye su investigaci¨®n apuntando a la necesidad de intervenir en los servicios de maternidad y de realizar futuras investigaciones que exploren estas v¨ªas.? "Estamos intentando que los servicios sociales aconsejen m¨¢s sobre la posibilidad de dar en adopci¨®n", indica. Es decir, que las embarazadas que no quieren ser madres sepan que existen alternativas compatibles con la vida.
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