Las armas de ?frica Occidental, en el punto de mira de la Uni¨®n Europea

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Un programa de la Uni¨®n Europea en ?frica Occidental, financiado con 5,6 millones de euros, presiona para que se entreguen voluntariamente las armas ligeras y de peque?o calibre en manos de civiles a cambio de incentivos como infraestructuras sociales y actividades de desarrollo para la poblaci¨®n. El Programa de Recogida de Armas se desarrolla en colaboraci¨®n con la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (CEDEAO), el bloque econ¨®mico de ?frica Occidental, en el contexto m¨¢s amplio del Desarme y Desarrollo de las Comunidades, o Armas para el Desarrollo.

Seg¨²n la Comunidad, el programa, que se puso en marcha en 2014, est¨¢ teniendo resultados impresionantes a la hora de controlar la proliferaci¨®n de armas de peque?o calibre que tradicionalmente ha amenazado la paz, la seguridad y la estabilidad en todo el cintur¨®n africano.

En una reciente intervenci¨®n durante la tercera reuni¨®n del comit¨¦ de direcci¨®n del Proyecto de Armas de Peque?o Calibre de la CEDEAO y la UE, cuyo objetivo es supervisar la evoluci¨®n de la intervenci¨®n, Cyriaque Agnekhetom, director de Mantenimiento de la Paz y Seguridad Regional de la comunidad africana, declaraba que el proyecto, que concluir¨¢ en 2017, hab¨ªa conseguido importantes avances y estaba llegando a los ciudadanos de a pie para que entregasen voluntariamente las armas.

El enfoque del proyecto ha sido t¨¢ctico, y se ha concentrado en gran medida en informar a las comunidades ¡ªen particular a los pueblos y a las ciudades fronterizas¡ª de los peligros del uso de las armas de peque?o calibre y de su impacto en la violencia armada, y ha reforzado a las instituciones relacionadas con la seguridad para que la garanticen y la mejoren.

La iniciativa ha ido seguida por un llamamiento a la poblaci¨®n para que entregue voluntariamente esas armas a cambio de proyectos para la comunidad, que se consideran m¨¢s provechosos. Siete pa¨ªses de ?frica Occidental se benefician: Mali, Liberia, Guinea, N¨ªger, Sierra Leona, Costa de Marfil y Nigeria.

Para garantizarse el ¨¦xito, el proyecto se ha asegurado el apoyo de importantes actores, entre ellos los l¨ªderes de las comunidades con influencia sobre la poblaci¨®n local. ¡°Hacer de esto un asunto que incumba a la CEDEAO es un enfoque muy estrat¨¦gico y t¨¢ctico. Entre los Estados miembros de la Comunidad hay mucho comercio transfronterizo, as¨ª que es dif¨ªcil que un solo pa¨ªs pueda poner fin a la proliferaci¨®n de armas por s¨ª solo. Si quieren ganar esa guerra, se necesitan unos a otros¡±, afirma Adetokunbo Akunyili, profesor de Estudios sobre Paz y Conflictos en el Instituto de Estudios Africanos de la Universidad de Ibad¨¢n, en Nigeria.

Este esfuerzo conjunto es importante y llega en un momento en el cual, seg¨²n Agnekethom, el flujo de armas se ha visto complicado y agravado por el aumento del tr¨¢fico ilegal y el auge de la delincuencia urbana en la zona.

¡°Desarmar a los ciudadanos no es suficiente por s¨ª solo. Hay que darle algo m¨¢s provechoso para persuadirles de que entreguen las armas. Recuerde que hay gente que se ha ganado la vida gracias a ellas. No basta con decirle que las entregue, sin m¨¢s. Hace falta una estructura bien meditada¡±, a?ad¨ªa Akunyili.

En Nigeria se puede comprar una pistola por entre 25 y 58 d¨®lares

La b¨²squeda de la paz y la estabilidad en ?frica Occidental es crucial si tenemos en cuenta que la zona es el mayor socio comercial de la Uni¨®n Europea en el ?frica subsahariana. Costa de Marfil, Ghana y Nigeria juntas representan el 80% del total de exportaciones de ?frica occidental a la UE.

El intercambio podr¨ªa ser a¨²n mayor, pero el aumento de los conflictos en la regi¨®n amenaza con frenar el comercio, y las armas de peque?o calibre se sit¨²an en el centro de la intensificaci¨®n de las guerras civiles y la delincuencia creciente en la zona.

Desde la Guerra Fr¨ªa, cuando los dos bandos beligerantes utilizaron ?frica como escenario de conflictos subsidiarios y se introdujeron armas que acabaron en manos de la poblaci¨®n civil, el ¨ªndice de armas ilegales de este tipo, que incluyen pistolas, escopetas y rifles de fabricaci¨®n casera, entre otras, ha alcanzado cotas sin precedentes.

Seg¨²n un estudio de Alerta Internacional, de los 639 millones de armas ligeras y de peque?o calibre que circulan en el mundo, aproximadamente siete millones est¨¢n en ?frica Occidental. De ellos, 77.000 unidades de peque?o calibre se encuentran en manos de los principales grupos insurgentes de la regi¨®n que han alimentado los conflictos en pa¨ªses como Costa de Marfil, Guinea-Bissau, Liberia, Mali, N¨ªger, Senegal, Sierra Leona y Togo.

La facilidad con que se pueden adquirir estas armas complica las cosas. Por ejemplo, en Nigeria se puede comprar una pistola por entre 25 y 58 d¨®lares, dependiendo del vendedor, del tipo de arma y de d¨®nde se adquiera. Seg¨²n los medios de comunicaci¨®n locales, en el pa¨ªs hay alrededor de un mill¨®n de armas ilegales. Esto ha contribuido a intensificar la amenaza de grupos terroristas como Boko Haram.

La corrupci¨®n y la permeabilidad de las fronteras tambi¨¦n se han se?alado como responsables de la proliferaci¨®n. Nigeria tiene alrededor de un millar de rutas no controladas por el Gobierno que sirven de conducto para el contrabando de armas ilegales.

El problema es grave, y el proyecto de la Uni¨®n Europea, en cuya puesta en pr¨¢ctica colabora tambi¨¦n el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, espera haberlo encauzado totalmente antes de que su mandato expire en 2017.

Este texto fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la p¨¢gina web de Euractiv.