7.000 especies protegidas sufren cada a?o el tr¨¢fico ilegal
En Espa?a se incauta un tercio de las pieles de reptiles del mundo comerciadas clandestinamente
Siete mil especies y millones de ejemplares sufren cada a?o las consecuencias de un tr¨¢fico que no solo afecta a animales y plantas, sino a los derechos humanos y a la econom¨ªa de muchos pa¨ªses, ya que cada vez est¨¢ m¨¢s vinculado con el tr¨¢fico de armas y drogas y con el terrorismo y las guerras. Y Espa?a es uno de los v¨¦rtices de este crimen.
Que el comercio ilegal de biodiversidad ha adquirido tintes preocupantes que toca temas sociales y econ¨®micos lo demuestra el ¨²ltimo informe sobre la materia, elaborado no por una ONG ecologista, sino por la Oficina de las Naciones Unidas sobre el Crimen y las Drogas (UNODC, en sus siglas en ingl¨¦s). En World wildlife crime report. Trafficking in protected species (informe sobre delitos sobre la vida silvestre. El tr¨¢fico de especies protegidas) se recogen los resultados de la primera investigaci¨®n exhaustiva sobre incautaciones realizadas en los ¨²ltimos a?os.
Cada a?o se matan 30.000 elefantes. En 2015 se abatieron 1.350 rinocerontes; en 2007 fueron 50
Se han recopilado datos procedentes de 164.000 incautaciones de fauna y flora (incluye la caza furtiva) que afectan a 7.000 especies y en las que intervienen 121 pa¨ªses. Yuri Fedotov, director ejecutivo de la UNODC, afirma que uno de los mensajes claves que se extraen del estudio es que estos delitos ¡°en general no se limitan a determinados pa¨ªses o regiones, no son operaciones con productos ex¨®ticos de tierras extra?as que se env¨ªan a mercados lejanos¡±.
El caso m¨¢s paradigm¨¢tico es el de Espa?a, que aparece como uno de los pa¨ªses del mundo donde se realizan m¨¢s incautaciones, por ser lugar de llegada y tr¨¢nsito desde otros puntos; pero tampoco va a la zaga como lugar que genera ese tr¨¢fico. As¨ª, aparecemos los primeros en Europa en decomisos de pieles de leopardos y del mundo en el comercio de pieles de reptiles.
¡°Nada como el tr¨¢fico de pieles de reptiles para confirmar nuestra posici¨®n como uno de los v¨¦rtices principales del comercio ilegal de fauna y flora, al concentrar casi la tercera parte de todas las incautaciones, a mucha distancia de Singapur, que se queda en el 16%¡±. As¨ª se expresa Miguel ?ngel Valladares, director de Comunicaci¨®n de WWF Espa?a, una de las organizaciones m¨¢s combativas en este campo, que recientemente felicitaba al Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil por la incautaci¨®n de 744 kilos de marfil de 74 colmillos de elefantes africanos en una casa de Colmenar de Oreja (Madrid). Otra confirmaci¨®n de Espa?a como puerta de entrada de este tr¨¢fico.
Loros de Latinoam¨¦rica
El informe de la UNODC no nos se?ala solo por los leopardos y los reptiles. Espa?a y Portugal se reparten el dudoso honor de concentrar buena parte del comercio ilegal de psit¨¢cidas (loros, cacat¨²as, guacamayos, etc¨¦tera), especialmente procedentes de Latinoam¨¦rica, pero tambi¨¦n de ?frica e incluso Australia. Por si fuera poco, el caviar de esturi¨®n y las angulas sit¨²an a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica igualmente como centro para ambos negocios il¨ªcitos.
Los mam¨ªferos concentran el 30% de los casos, seguidos de reptiles (28%), corales (17%), aves y peces
En otra operaci¨®n similar a la del marfil, el Seprona desarticul¨® a finales de mayo en Espa?a una red liderada por ciudadanos chinos que intentaba exportar a Asia 2.530 kilos de angulas escondidas en maletas y cuyo valor final podr¨ªa alcanzar los cuatro millones de euros. La red estaba compuesta por 20 personas (8 fueron detenidas) que actuaban en varios puntos de Espa?a y ten¨ªan conexiones internacionales para exportar estos alevines de anguila europea, especie considerada en peligro cr¨ªtico de extinci¨®n, protegida por la Convenci¨®n sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).
Tras esta intervenci¨®n, el Seprona inform¨® que los investigadores aprecian un cambio sustancial en este tipo de delincuencia. En ocasiones anteriores eran ciudadanos espa?oles quienes desarrollaban toda esta actividad ilegal, ¡°y en este caso la estructura y la actividad comercial, salvo la pesca de los ejemplares, que est¨¢ en manos de extranjeros¡±. Es decir, la actividad se internacionaliza con ramas y conexiones en otros pa¨ªses.
Es el mensaje en el que insiste la UNODC para darle la trascendencia que merece: la internacionalizaci¨®n y la conexi¨®n con otras mafias asociadas al tr¨¢fico de drogas y armas. ¡°La caza furtiva y el comercio ilegal de miles de especies en el mundo presenta no solo peligros ambientales, sino que socava el Estado de derecho por su potencial para alimentar otros conflictos¡±, se?alan.
Desde 2013, el Programa Global para Combatir los Cr¨ªmenes contra la Vida Salvaje y los Bosques de la UNODC realiza labores de asistencia t¨¦cnica y sensibilizaci¨®n entre muy diferentes grupos de inter¨¦s (no solo ambientales, sino tambi¨¦n jur¨ªdicos, policiales, militares¡) para reducir la demanda de especies protegidas, mejorar la cooperaci¨®n internacional, aplicar las leyes y aumentar la prevenci¨®n. Sin embargo, el informe reconoce lagunas en todos estos objetivos.
El negocio legal
El estudio se centra principalmente en siete ¨¢reas de trabajo: pescados y mariscos; mascotas, zool¨®gicos y granjas de cr¨ªa; alimentos, medicinas y t¨®nicos; arte, decoraci¨®n y joyer¨ªa; cosm¨¦ticos y perfumes; moda, y muebles. Este elenco tan diverso aumenta la variedad y complejidad de las tramas, que engloban modalidades de comercio eminentemente internacional (marfil), m¨¢s local (madera de palo de santo), f¨¢ciles entradas y blanqueos que aprovechan un negocio legal que comprende 900.000 env¨ªos anuales y la importante labor de los servicios de aduanas, donde se concentran las incautaciones.
La UNODC reconoce lo inabarcable del control de una actividad que afecta a millones de variedades de especies de seres vivos (entre plantas y animales), pero que con el CITES en la mano solo concierne a 35.000 especies protegidas, y aboga por un mayor control en los mercados y operaciones nacionales.
Las especies se usan con fines farmac¨¦uticos, decorativos, en medicina tradicional, como mascotas
Entre las propuestas del estudio se incide en la lucha contra una pr¨¢ctica demasiado extendida en otros ¨¢mbitos econ¨®micos y pol¨ªticos y que tambi¨¦n afecta a la biodiversidad: la corrupci¨®n. Recomienda ¡°la implementaci¨®n de medidas para prevenir y combatir la corrupci¨®n entre gu¨ªas exploradores, investigadores en vida salvaje y otros funcionarios que ayudar¨ªan a reducir la extracci¨®n y el comercio ilegales¡±. La mejora de la asistencia t¨¦cnica y financiera (rastreo, recuperaci¨®n de pruebas, ciencia forense, etc¨¦tera) entre los Estados involucrados para dotar de mayor efectividad a la persecuci¨®n del delito y a las respuestas penales tambi¨¦n se incluyen entre las recomendaciones.
A finales de febrero de 2016 la Comisi¨®n Europea aprob¨® un plan de acci¨®n para combatir el tr¨¢fico de especies silvestres dentro de la Uni¨®n Europea y reforzar el papel de esta en la lucha mundial contra dicha actividad ilegal. La iniciativa forma parte de otro plan m¨¢s amplio para reforzar la lucha contra la financiaci¨®n del terrorismo, lo que demuestra la interconexi¨®n de estos cr¨ªmenes.
Cuantificaci¨®n
Federica Mogherini, vicepresidenta de la CE, reconoce que ¡°el tr¨¢fico de especies silvestres y la caza furtiva son vectores de inseguridad e inestabilidad en varios pa¨ªses y regiones y pueden aportar recursos a grupos armados y fomentar la corrupci¨®n¡±. La iniciativa de la CE se une a la Red Europea contra el Delito Ambiental, que impulsan la Royal Society for the Protection of Birds y la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO/BirdLife) con financiaci¨®n del Programa de Justicia Penal de la UE.
En cualquier caso, hay un aspecto en el que no se moja la ?UNODC, la cuantificaci¨®n econ¨®mica de este comercio il¨ªcito, pero que s¨ª aparece en un trabajo anterior realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En La crisis de delitos contra el medio ambiente, de 2014, constatan que estos delitos ¡°afectan a una amplia variedad de especies de fauna y flora en todos los continentes que se estima est¨¢n valorados entre 70.000 y 213.000 millones de d¨®lares anuales [entre 63.000 y 191.000 euros]¡±. De este montante, entre 7.000 y 23.000 millones (6.288 y 20.659 millones de euros) corresponden al tr¨¢fico ilegal. A la cabeza est¨¢n los delitos forestales, principalmente la tala ilegal.
Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA, pon¨ªa a¨²n m¨¢s en contexto estas cifras: ¡°El paquete oficial de ayuda al desarrollo en el mundo asciende a unos 135.000 millones de d¨®lares al a?o, con lo que el comercio ilegal de recursos naturales priva a las econom¨ªas en v¨ªas de desarrollo de miles de millones de d¨®lares en ingresos y oportunidades de desarrollo, beneficiando al mismo tiempo a una mafia criminal relativamente peque?a¡±. Estos cr¨ªmenes afectan directamente a los recursos de las comunidades locales y suponen un robo de su capital natural. Apostilla Steiner que, adem¨¢s, ¡°representan un medio de financiaci¨®n potencialmente significativo para grupos paramilitares y terroristas¡±.
Todos los estudios e investigaciones abundan en que, a pesar de la trascendencia medi¨¢tica y para la biodiversidad que supone la muerte de tigres, elefantes y rinocerontes, el comercio afecta a todo tipo de especies, a espec¨ªmenes vivos, muertos o como productos derivados que se utilizan con fines farmac¨¦uticos, alimentarios, decorativos, en medicina tradicional o como mascota. Adem¨¢s de los mencionados, hay corales, esturiones, palos de rosa, orqu¨ªdeas, cactus, tortugas marinas y pangolines, el mam¨ªfero m¨¢s traficado del mundo.
Entre 2007 y 2013 se incautaron 107.600 pangolines dentro del comercio ilegal, mientras que el legal solo registr¨® 1.467. La variedad de destinos (alimentaci¨®n, medicina y t¨®nicos) convierte a este mam¨ªfero con escamas en el punto de mira de los traficantes y sit¨²an a las cuatro especies asi¨¢ticas en cr¨ªtico peligro de extinci¨®n. Hay otros datos demoledores, como el n¨²mero de rinocerontes abatidos, que pas¨® de menos de 50 en 2007 a 1.350 en 2015, la gran mayor¨ªa en Sud¨¢frica; o el de elefantes, de los que no conviene olvidar que cada a?o se matan 30.000 ejemplares.
Concienciaci¨®n
Seg¨²n el informe de la UNODC, los mam¨ªferos concentran el 30% de los casos, pero seguido muy de cerca por los reptiles (28%). A continuaci¨®n van los corales (17%), aves (9%) y peces (6%). Como complemento macabro a este comercio, los investigadores y los cuerpos policiales a?aden que, para asegurar el ¨¦xito de las operaciones, muchos ejemplares son narcotizados y adormecidos. A pesar de todo, m¨¢s del 50% de los animales mueren antes de llegar a su destino.
Seg¨²n el informe del PNUMA, ¡°la demanda de los consumidores sigue siendo el factor m¨¢s importante¡± en el comercio ilegal de fauna y flora silvestres. Miguel ?ngel Valladares tambi¨¦n reconoce la importancia de la concienciaci¨®n ciudadana, pero no solo: ¡°Uno de los principales logros que hemos conseguido es que muchos pa¨ªses africanos asuman estos cr¨ªmenes como una cuesti¨®n de Estado, para que se ataque el problema desde la base, pero tambi¨¦n que comerciantes y distribuidores finales asuman su responsabilidad en la parte de la cadena¡±.
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