14 dilemas para la cooperaci¨®n espa?ola
Es momento de debates pol¨ªticos en profundidad y tambi¨¦n de sanos disensos
A principios de a?o, en el Real Instituto Elcano constituimos un peque?o grupo de trabajo formado por diputados de esta XI? legislatura (con representaci¨®n de cinco partidos pol¨ªticos) y unos pocos expertos en cooperaci¨®n espa?ola, vinculados a diversos think tanks (CIECODE, ISGlobal) u ONGD (Oxfam Interm¨®n). El objetivo no era otro que el de tratar de debatir acerca del futuro de la cooperaci¨®n espa?ola desde una perspectiva diferente, que nos alejara del tan necesario e importante como manido debate sobre los presupuestos de la ayuda y del refugio del debate t¨¦cnico (eficacia, eficiencia, impacto) en el que con tanta frecuencia nos gusta acomodarnos en el denominado sector. Desde nuestra ¨®ptica, en absoluto novedosa pero s¨ª poco frecuente, el objetivo de esta iniciativa no era otro que el de tratar de abordar, desde una perspectiva m¨¢s pol¨ªtica que t¨¦cnica, la cooperaci¨®n espa?ola en la medida en la que ¨¦sta define el rol de Espa?a en el mundo.
As¨ª, durante la que ha resultado ser toda la XI? legislatura, nos hemos reunido hasta en cinco ocasiones para plantear los desaf¨ªos para los parlamentos nacionales en una pol¨ªtica cada vez m¨¢s global, la medida en la que la cooperaci¨®n define y tambi¨¦n viene definida por nuestra relaciones con otras regiones (como Am¨¦rica Latina o el Norte de ?frica) y los medios de implementaci¨®n (nacionales y europeos) de esta pol¨ªtica a la que ahora le suben la apuesta con la aprobaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El resultado: muchas m¨¢s preguntas que respuestas; tantas, que a lo m¨¢s que hemos llegado es a plantear lo que en nuestra opini¨®n, y como resultado de este debate, podr¨ªan identificarse como los (al menos) 14 dilemas de la cooperaci¨®n espa?ola.
- ?Qu¨¦ mundo? ?Qu¨¦ desarrollo?
- Concentrarse en problemas nacionales o ir m¨¢s all¨¢
- Espa?a, ?policy taker o policy maker?
- Integrar o separar seguridad y desarrollo
- Integrar o separar democracia y desarrollo La orientaci¨®n geogr¨¢fica y sectorial de la cooperaci¨®n espa?ola
- Ayuda espa?ola en Am¨¦rica Latina, ?s¨ª o no?
- Norte de ?frica y Oriente Medio, ?s¨ª o no?
- ?frica Occidental, ?s¨ª o no?
- ?Concentraci¨®n o fragmentaci¨®n? Los medios de ejecuci¨®n
- ?Multilateral o bilateral?
- ?M¨¢s Europa?
- Cooperaci¨®n reembolsable, ?s¨ª o no?
- ?Qu¨¦ actores de la cooperaci¨®n?
- ?Qu¨¦ modelo institucional?
Estos 14 dilemas, que abordaremos con mayor profundidad durante el acto p¨²blico de presentaci¨®n de los resultados de esta iniciativa (el pr¨®ximo 9 de junio, a las 12.30h en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid) pueden agruparse en tres categor¨ªas.
Nos hemos reunido hasta en cinco ocasiones para plantear los desaf¨ªos para los parlamentos nacionales
En primer lugar, est¨¢ el espacio y papel de la propia pol¨ªtica de desarrollo (los objetivos estrat¨¦gicos de la cooperaci¨®n, la dimensi¨®n interna de la agenda internacional, el perfil de Espa?a como actor global, la conexi¨®n de la cooperaci¨®n espa?ola con otras pol¨ªticas, como la de seguridad, y otros objetivos pol¨ªticos, como la democracia); en segundo lugar, su orientaci¨®n geogr¨¢fica y sectorial (m¨¢s o menos concentrada, con presencia en Am¨¦rica Latina y el Caribe, el Norte de ?frica y Oriente Medio o ?frica Occidental); y, en tercer lugar y ¨²ltimo, los medios de ejecuci¨®n, incluyendo las combinaciones posibles de instrumentos (multilaterales, bilaterales, reembolsables o no), actores (p¨²blicos o privados, incluyendo ONGD y empresas) y la arquitectura institucional.
Aparte de dejarnos m¨¢s dudas que certezas, este ejercicio tambi¨¦n ha arrojado otras conclusiones interesantes. A menudo se se?ala la facilidad con la que el sector de la cooperaci¨®n (incluyendo en ¨¦ste la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n del Congreso de los Diputados) llega a consensos y que, de hecho, el disenso pol¨ªtico parece surgir casi m¨¢s entre comisiones que entre grupos parlamentarios. Pues bien, seg¨²n dos participantes en este grupo de trabajo (ambos representantes de partidos pol¨ªticos), este f¨¢cil consenso podr¨ªa explicarse tanto con la superficialidad como con la vaguedad de las propuestas consensuadas.
Con respecto a lo primero, la mayor parte de las propuestas debatidas (y por lo tanto de los consensos) se enmarcar¨ªan en lo que uno de estos diputados calific¨® de "no debate"; esto es, aquellos ¨¢mbitos pol¨ªticos en los que es pr¨¢cticamente imposible estar en desacuerdo, tales como la necesidad de articular una pol¨ªtica de desarrollo s¨®lida o de elevar, en la medida de las posibilidades fiscales, los fondos de ayuda al desarrollo.
En cuanto a lo segundo, el consenso vendr¨ªa facilitado por la vaguedad del lenguaje, que permite que la Comisi¨®n llegue a acuerdos sobre textos suscritos por todos los grupos pol¨ªticos en los que las expresiones utilizadas dan cabida a m¨²ltiples conceptualizaciones pol¨ªticas. As¨ª, por ejemplo, todos los grupos pueden firmar por la mejora de la eficiencia y calidad de la ayuda espa?ola, sobre todo si no existe un debate profundo acerca de qu¨¦ se entiende por eficiencia y calidad de esta pol¨ªtica p¨²blica.
Entonces, quiz¨¢s, en lo que respecta a la cooperaci¨®n espa?ola, es momento de debates pol¨ªticos en profundidad y, claro, s¨ª, tambi¨¦n de sanos disensos. Para ello, nos espera a la vuelta de la esquina la XII? legislatura.
Iliana Olivi¨¦ es investigadora principal del Real Instituto Elcano y Profesora de la Universidad Complutense de Madrid
Aitor P¨¦rez es investigador asociado del Real Instituto Elcano
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