Un espacio excepcional en el reino de las maras
La Casa Tomada, en San Salvador, neutraliza la violencia en uno de los barrios m¨¢s conflictivos
Enfrente nom¨¢s, se encuentra la embajada de Espa?a, en la colonia San Benito de San Salvador. Detr¨¢s, el sector de Las Palmas (miles de personas hacinadas en una barranca, el origen de los cabecillas m¨¢s peligrosos de la Mara 18 Revolucionaria). En medio, La Casa Tomada, un lugar m¨ªtico ya en la capital salvadore?a que, como en el cuento de Cort¨¢zar del que prest¨® su t¨ªtulo, han ido ocupando toda clase de esp¨ªritus creativos. Actualmente alberga 17 espacios de cine, radio, teatro, m¨²sica o malabares, entre otras disciplinas, mediante un modelo de gesti¨®n p¨²blico y privado. Interacci¨®n y aprendizaje mutuo. Colaboraci¨®n e iniciativas de transformaci¨®n social. Todo un centro art¨ªstico que se nutre tambi¨¦n de la energ¨ªa del barrio aleda?o donde viven muchos participantes asiduos.
Durante la presentaci¨®n de la iniciativa que tuvo lugar la semana pasada en Casa de Am¨¦rica, en Madrid, Fernando Fajardo, director del Centro Cultural de Espa?a en El Salvador, y uno de los impulsores m¨¢s entusiastas de la Casa Tomada, destac¨® la participaci¨®n y vitalidad de los colectivos y artistas de la sociedad civil de ese pa¨ªs centroamericano. El proyecto naci¨® en un contexto de gran reducci¨®n de fondos espa?oles para la cooperaci¨®n. ¡°Hab¨ªa que responder con iniciativas imaginativas que tuvieran impacto ante la falta de presupuesto. Tambi¨¦n nos fijamos en otros antecedentes, en proyectos donde lo p¨²blico presta espacio a colectivos privados en modelos de autogesti¨®n, como La Tabacalera de Madrid¡±. Fajardo cree que ejemplos como La Casa Tomada o La Tabacalera son una propuesta de trabajo colectivo y una herramienta de cultura para el desarrollo y la paz frente a tendencias que ensalzan la individualidad y el hombre hecho a s¨ª mismo.
Un lugar de encuentro para la democracia
En la cafeter¨ªa de la Casa Tomada es posible encontrarse a altos funcionarios del Gobierno, o al ¨²nico cineasta centroamericano galardonado con un Oscar, Andr¨¦ Guttfreund, o a los periodistas del diario digital m¨¢s celebre de Am¨¦rica Latina, Elfaro.net, con j¨®venes del barrio marginado de Las Palmas y artistas de la calle. Se trata de un espacio excepcional, porque ¡°lo que pasa adentro, no suele ocurrir afuera, por desgracia¡±, se?al¨® en la presentaci¨®n de Casa de Am¨¦rica, Sira Abenoza, profesora de Esade y experta en responsabilidad social empresarial. Ella colabor¨® con la Casa Tomada en la creaci¨®n de un vivero de industrias creativas y en la promoci¨®n de proyectos de emprendimiento social. ¡°Se trata de un lugar de encuentro, porque all¨ª dialogan personas de diversos estratos sociales en un pa¨ªs muy desigual y donde lo normal es que nunca se junten¡±. Record¨® lo que dec¨ªa el fil¨®sofo y profesor de Harvard Michael Sandel: ¡°Uno de los problemas de nuestras democracias es el de no contar con espacios donde las personas diferentes entre s¨ª se encuentren". Por eso, opina, la Casa Tomada es un "desaf¨ªo a la tendencia aislacionista de los colectivos, no s¨®lo en El Salvador, sino en el mundo. Las democracias se empobrecen cuando el discurso social s¨®lo se produce entre personas que piensan y viven igual¡±.
Si bien el arte no necesita dotarse de un sentido utilitario, en un contexto tan violento, es pertinente preguntarse sobre su efecto en la convivencia social
La actriz y comunicadora Paloma Valenciano vivi¨® varios a?os en El Salvador y trabaj¨® en La Casa Tomada. En la presentaci¨®n en Casa de Am¨¦rica subray¨® la energ¨ªa que se proyecta en las actividades teatrales y en la Radio Tomada que emite desde ese espacio de gesti¨®n colaborativa: ¡°Abrimos la emisorara a todo tipo de personas y de ideolog¨ªas para que se escucharan los unos a los otros. El Salvador es muy peque?o pero muy diverso¡±.
Las voces de muchos otros protagonistas pudieron o¨ªrse mediante la proyecci¨®n de un v¨ªdeo casero en el que se presentan las m¨²ltiples iniciativas de la Casa Tomada. C¨¦sar Erazo, experto agr¨ªcola y responsable del huerto ecol¨®gico, la calific¨® como ¡°una gran fumada, un desborde de creatividad, de energ¨ªa y creatividad popular¡±.
?Es sostenible un proyecto as¨ª? Fernando Fajardo anticip¨® una respuesta con un planteamiento que no parece pol¨ªticamente correcto. ¡°?Por qu¨¦ todo tiene que tener una continuidad uniforme? ?Qu¨¦ pasa si desaparece la Casa Tomada porque es inviable? Creo que no acaba todo ah¨ª, sino que se trata de iniciativas que luego pueden generar otras. Y precisamente su fuerza radica en eso. No hay que obsesionarse con la sostenibilidad tal como la entendemos en muchos proyectos de desarrollo.
Ocupaci¨®n de espacios p¨²blicos contra la violencia
Si bien el arte no necesita dotarse de un sentido utilitario, en un contexto tan violento, es pertinente preguntarse sobre su efecto en la convivencia social. Fajardo asegur¨® que la acci¨®n cultural de la Casa Tomada no s¨®lo se circunscribe al espacio f¨ªsico de ese centro, sino que se irradia con sus actividades en el conflictivo barrio de las Palmas. ¡°En los ¨²ltimos 18 meses no ha habido incidentes con v¨ªctimas mortales en ¨¦l. La actividad cultural, que se desarrolla directamente en el barrio, como el teatro de calle en espacios p¨²blicos incide en la convivencia positivamente. Para ello han sido clave los grupos de mujeres que llevan a la escena la violencia que han sufrido y que a veces pasa inadvertida en medio de una ciudad tan violenta como San Salvador, en un pa¨ªs con 23 homicidios al d¨ªa. Ahora hay m¨¢s gente que puede entrar en Las Palmas¡±. Sin embargo, el mismo Fajardo no puede hacerlo en estos momentos: a un individuo de la zona se le antoj¨® amenazarlo de muerte.
El contexto es complejo. Un pa¨ªs minado por la violencia durante su ¨²ltima guerra civil, cr¨ªmenes a¨²n pendientes de juicio, como el caso de los jesuitas asesinados en 1989, y la delincuencia de las maras. ¡°La cultura puede neutralizar en gran medida la violencia. Hay que verlo all¨ª, en el barrio¡±, afirm¨®.
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