Una herramienta para frenar la ¨²ltima amenaza de la malaria
La resistencia del par¨¢sito a los f¨¢rmacos queda confinada de momento al sud¨¦ste asi¨¢tico, seg¨²n un estudio internacional
El resultado de muchos a?os de investigaci¨®n y avances contra la malaria est¨¢ en peligro. El Plasmodium, par¨¢sito que la causa, est¨¢ desarrollando resistencia a la artemisina, el principal f¨¢rmaco para tratarla, una medicina que le vali¨® a sus descubridores un premio Nobel y que ha salvado millones de vidas en todo el mundo. Hace casi una d¨¦cada se detect¨® que en Asia estaba perdiendo efectividad, un fen¨®meno que, de propagarse, sobre todo a ?frica, podr¨ªa traer consecuencias catastr¨®ficas. Pero aqu¨ª llega la buena noticia: una investigaci¨®n publicada este mi¨¦rcoles en el New England Journal of Medicine da un respiro y muestra que la resistencia ha quedado confinada al sudeste asi¨¢tico. De momento.
Se trata del primer mapa global de la resistencia a la artemisina, una herramienta que servir¨¢ a los investigadores para saber c¨®mo se propaga. Aunque el estudio en s¨ª no tiene la capacidad ¡ªni es su prop¨®sito¡ª de evitar el avance, que eventualmente puede suceder, s¨ª que sienta las bases para poder actuar a tiempo en caso de que esto ocurra. Didier M¨¦nar, jefe de la Unidad de Epidemiolog¨ªa Molecular de Malaria en el Instituto Pasteur de Camboya ¡ªy l¨ªder de la investigaci¨®n¡ª se muestra muy optimista con este hallazgo. Por un lado, confirma que el f¨¢rmaco sigue siendo efectivo en la zona donde es m¨¢s necesario: el ?frica subsahariana, principal escenario de los 214 millones de casos de paludismo y de las 438.000 muertes que provoc¨® el a?o pasado. Pero hay m¨¢s: ¡°Hemos establecido un m¨¦todo para controlar las resistencias, algo que no exist¨ªa hasta ahora. En el caso de que las detectemos, tenemos tiempo para adaptar los tratamientos all¨¢ donde surjan¡±.
Esto es justo lo contrario de lo que sucedi¨® cuando la malaria adquiri¨® resistencia a la mol¨¦cula que antiguamente se usaba para combatirla, la cloroquina. Sucedi¨® a finales de los a?os sesenta del siglo pasado, tambi¨¦n en el sudeste asi¨¢tico. Pero en esta ocasi¨®n no se detect¨® a tiempo. Una vez que los investigadores se dieron cuenta, la resistencia ya estaba muy presente en ?frica y millones de personas murieron.
Posteriormente se comenz¨® a aplicar la artemisina y sus derivados, que se convirti¨®, junto a las mosquiteras impregnadas en insecticida, en la gran responsable de los enormes logros de los ¨²ltimos a?os en la lucha contra la malaria: en tres lustros se han evitado seis millones de muertes por paludismo.
El primer mapa global de la resistencia a la artemisina servir¨¢ a los investigadores para saber c¨®mo se propaga y anticipar tratamientos all¨ª donde lo haga
El mapeo de la resistencia ha sido fruto de dos a?os de estudio del consorcio internacional Karma, integrado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y otros 41 socios y liderado por el Instituto Pasteur. Las conclusiones llegan tras examinar muestras de 14.037 pacientes procedentes de 59 pa¨ªses end¨¦micos (el 72% en ?frica, el 19% en Asia, el 8% en Latinoam¨¦rica y el 1% en Ocean¨ªa).
Los an¨¢lisis estudiaron en el gen K13, el que determina la resistencia a la artemisina. Se conoc¨ªan 103 mutaciones, cuatro de los cuales fortalecen al par¨¢sito frente al f¨¢rmaco. El estudio ha identificado 70 nuevas, aunque la mayor¨ªa de ellas no son problem¨¢ticas en este sentido. La m¨¢s frecuente entre las muestras africanas, tampoco. Sin embargo, este completo mapa muestra otras realidades preocupantes, como el hecho de que poblaciones separadas del Plasmodium pueden desarrollar resistencias de forma independiente, algo que complicar¨ªa la futura lucha contra la malaria.
Se est¨¢n probando varios tratamientos alternativos en caso de resistencias, como la extensi¨®n de la medicaci¨®n antimal¨¢rica de tres a seis d¨ªas, algo que ha elevado la tasa de curaci¨®n, aunque, seg¨²n explica el editorial del New England Journal of Medicine, son necesarios m¨¢s estudios para ajustar los tratamientos en estos casos. Tambi¨¦n se ha testado un m¨¦todo m¨¢s agresivo de erradicaci¨®n con la administraci¨®n de primaquina, un f¨¢rmaco que combinado con la artemisina puede vencer las resistencias del Plasmodium.
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