Otro se?or de la guerra condenado por la CPI
La Corte Penal Internacional (CPI) ha condenado a Jean Pierre Bemba Gombo, antiguo vice presidente de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y l¨ªder del Movimiento de Liberaci¨®n del Congo (MLC), a 18 a?os de prisi¨®n. Con ¨¦l, ya son tres los se?ores de la guerra africanos sentenciados por esta instituci¨®n. Se trata de un nuevo triunfo de la justicia internacional y un claro aviso para los comandantes que act¨²an a sus anchas en las guerras de que nadie es impune, pero la resoluci¨®n judicial en ning¨²n momento habla de la reparaci¨®n de la v¨ªctimas de las tropas de Bemba, que quedan olvidadas. Una vez m¨¢s se hace justicia a medias.
La gran novedad de esta sentencia es que por primera vez la CPI se centra en la violaci¨®n como arma de guerra y tambi¨¦n es la primera vez que una persona es condenada no por cr¨ªmenes cometidos por ella mismo, sino por las personas que estaban bajo su control.
El 21 de marzo de 2016, la Secci¨®n tercera de la Corte Penal Internacional declar¨® a Jean Pierre Bemba Gombo culpable de dos cr¨ªmenes contra la humanidad (asesinato y violaci¨®n) y tres cr¨ªmenes de guerra (asesinato, violaci¨®n y saqueo). Estos delitos fueron cometidos en la Rep¨²blica Centroafricana entre octubre de 2002 y marzo de 2003 por las tropas del llamado Movimiento de Liberaci¨®n del Congo (MLC) del cual Bemba era el comandante jefe. Tres meses despu¨¦s, el 21 de junio, ha sido publicada la sentencia por la que el tribunal internacional le condena a 18 a?os de prisi¨®n, tiempo del que se deducir¨¢ el que lleva en detenci¨®n desde que, el 24 de mayo de 2008, Bruselas lo entregase a la CPI.
La sala ha decidido imponer la pena m¨¢s alta correspondiente a los cinco delitos: Asesinato como crimen de guerra, 16 a?os de prisi¨®n; asesinato como crimen contra la humanidad, 16 a?os; violaci¨®n como crimen de guerra, 18; violaci¨®n como crimen contra la humanidad 18; y saqueo como crimen de guerra,16.
Seg¨²n la CPI, el ex vicepresidente de la RDC, una persona con ¡°gran educaci¨®n y mucha experiencia¡±, era consciente de la gravedad de los delitos que las tropas que ¨¦l lideraba, aunque no estuviera presente en el campo de batalla, ¡°cometieron y estaban cometiendo¡± en la Rep¨²blica Centroafricana. Este conocimiento es considerado por el tribunal como circunstancia agravante a la hora de imponer la pena.
Justo un d¨ªa antes de que se hiciera p¨²blica esta sentencia, la defensa de Bemba present¨® un recurso contra la primera decisi¨®n de la CPI, la de declararlo culpable de cr¨ªmenes contra la humanidad y de guerra alegando indefensi¨®n de su cliente y malas pr¨¢cticas procesales por parte de la sala. Se espera que tambi¨¦n recurra esta ¨²ltima decisi¨®n.
Hasta que no se resuelvan las apelaciones Bemba continuar¨¢ cumpliendo condena en el centro de detenci¨®n que la CPI tiene en La Haya. Una vez que la sentencia sea firme, el tribunal decidir¨¢ donde el condenado debe completar su pena.
Jean Pierra Bemba naci¨® en 1962 en Bokada, en la RDC, hijo del millonario Jeannot Bemba Saolona. Sus primeros pasos pol¨ªticos los dio en el entorno del presidente Mobutu Sese Seko con el que estaba emparentado, al mismo tiempo que, bajo la protecci¨®n de este, se lanza al mundo de los negocios creando empresas de telecomunicaciones, audiovisuales y aviaci¨®n, lo que le convirti¨® en un hombre muy rico.
En 1997, al tomar el poder la Alianza de Fuerzas Democr¨¢ticas para la Liberaci¨®n del Congo (AFDL), que dirig¨ªa Laurent-D¨¦sir¨¦ Kabila, se exili¨®.
Reapareci¨® un a?o m¨¢s tarde, en 1988, cuando cre¨® un nuevo partido pol¨ªtico, el MLC, junto a un ej¨¦rcito personal, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n del Congo (ALC) que contaba con el apoyo de tropas de Uganda.
Ese mismo a?o comenz¨® la llamada Segunda guerra del Congo que ver¨ªa su fin con los acuerdos de paz de Pretoria en 2002. Durante ella, las tropas de Bemba, con el respaldo de Uganda, controlaron gran parte del norte del pa¨ªs, especialmente la provincia de ?quateur. En este tiempo surgen acusaciones de canibalismo por parte de la ONU contra Bemba y sus hombres que nunca pudieron ser demostradas.
Como consecuencia de los acuerdos de paz de 2002, Bemba es nombrado vice presidente de la RDC, cargo que ocup¨® hasta 2006. A pesar de ello, existieron serias acusaciones de que segu¨ªa acaparando armas para su ejercito personal.
Fue tambi¨¦n en 2002 cuando esas tropas cruzaron la frontera de la Rep¨²blica Centroafricana para, junto a fuerzas libias enviadas por el coronel Gadhafi, apoyar el r¨¦gimen de Ange-F¨¦lix Patass¨¦. Fue en ese pa¨ªs donde tuvieron lugar los acontecimientos que ahora han sido condenados.
En 2006, Bemba se present¨® como candidato a las elecciones presidenciales de la RDC, comicios en los que fue derrotado por el actual presidente del pa¨ªs, Joseph Kabila. Al no conseguir la mayor¨ªa de esca?os, su partido boicote¨® la vida pol¨ªtica de la naci¨®n neg¨¢ndose a participar en la Asamblea nacional. Esto dio lugar a diversos incidentes entre su milicianos y el ej¨¦rcito congol¨¦s. Como se impusieron los segundos, Bemba se refugi¨® en la embajada sudafricana y desde ah¨ª se exili¨® en Bruselas donde fue detenido en 2008 cuando la CPI lanz¨® una orden de b¨²squeda y captura contra ¨¦l.
La fiscal jefe de la CPI, Fatou Bensouda, se ha felicitado por esta sentencia declarando que ¡°esta decisi¨®n debe de ser celebrada, ya que con ella se confirma que los comandantes son responsables de los actos que comenten las fuerzas bajo su control¡±.
Con la condena de Bemba ya son tres las emitidas por este tribunal desde su creaci¨®n en 2002. Las dos anteriores son las de: Thomas Lubanga, l¨ªder de las milicias de la Uni¨®n de Patriotas Congole?os (UPC), condenado en julio de 2012 a catorce a?os de c¨¢rcel, y Germain Katanga, condenado en mayo de 2014 a doce a?os de prisi¨®n por cr¨ªmenes de asesinato, esclavitud sexual y empleo de ni?os y ni?as soldados.
Esta lentitud del tribunal internacional pone en duda los recursos invertidos en ¨¦l. Adem¨¢s, muchos de los presidentes africanos quieren abandonar esta instituci¨®n a la que acusan de centrarse exclusivamente en caso relacionados con ?frica.
La sentencia no hace ninguna menci¨®n a la reparaci¨®n y compensaci¨®n de las v¨ªctimas, estas no se mencionan. Seg¨²n el tribunal ya habr¨¢ momento para hablar de ellas, pero, mientras tanto, estas siguen esperando.
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