La horrible raz¨®n por la que acabamos con los ojos rojos despu¨¦s de la piscina
Lo achacamos al cloro, pero se debe a otro elemento mucho m¨¢s desagradable. Modos de prevenci¨®n
Se da por inaugurada la temporada piscinera y, con ella, las partidas de cartas al sol, las siestas a la sombra y los refrescantes remojos. Hasta ah¨ª, todo suena de maravilla. Pero, lamentablemente, el pack tambi¨¦n incluye otros aspectos no tan bienvenidos, como la rojez de ojos. Y no culpe al exceso de cloro. La verdadera causa que explica esta molestia son las cloraminas, un compuesto qu¨ªmico que se genera por la presencia de orina y sudor en el agua. "Las cloraminas se forman cuando el cloro libre reacciona con compuestos ricos en nitr¨®geno, y ocurre que orina y sudor son ricos en este elemento. De modo que, cuando el cloro libre entra en contacto con ellos, su producci¨®n se acelera", explica el investigador del Internet Interdisciplinary Institute (IN3), de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Hug March.
Ducha, antes y despu¨¦s
El doctor Emilio Dorronzoro Ram¨ªrez, oftalm¨®logo del Hospital Universitario de Sanitas La Moraleja, advierte de que "a mayor exposici¨®n a este tipo de elementos, un creciente riesgo a sufrir afectaciones oftalmol¨®gicas". Su recomendaci¨®n no pasa solo por limitar el tiempo que pasamos bajo agua, sino por tomar medidas que minimicen los efectos de la cloramina, como usar gafas de nataci¨®n en la piscina o ducharse siempre antes y despu¨¦s de meterse. El experto, adem¨¢s, recuerda: "Los niveles de cloramina son m¨¢s elevados en las piscinas cubiertas. Y las altas temperaturas y la falta de higiene de los ba?istas son dos de los principales motivos por los que su concentraci¨®n puede aumentar".
A la rojez de los ojos, el investigador del IN3 a?ade: "Las cloraminas, especialmente bajo la forma de tricloramina, pueden provocar irritaci¨®n en la piel y tambi¨¦n problemas en las v¨ªas respiratorias".
El olor las delata
Ahora bien, ?sabe si el nivel de cloraminas de su piscina se ha disparado? O, dicho de otro modo, ?cree que la buena educaci¨®n de sus vecinos cumple con los m¨ªnimos necesarios para mantener a raya el cloro combinado? Tiene dos formas de averiguarlo: una a posteriori, es decir, cuando los efectos de las cloraminas ya son visibles y se han manifestado en forma de ojos rojos; y otra, por el olfato. El t¨ªpico olor a piscina que sentimos como una tremenda bofetada y adjudicamos a una administraci¨®n inadecuada de desinfectante, es, en realidad, una combinaci¨®n de or¨ªn y cloro, como se recoge en los an¨¢lisis realizados por los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades de Estados Unidos (CSC), organismo integrado en el Department of Health and Human Service de EE UU.
El exceso de cloraminas, seg¨²n narra el cient¨ªfico del IN3, repercute en una menor presencia de cloro libre, cuyo poder desinfectante es muy superior al de aquellas, por lo que la cantidad de g¨¦rmenes en la piscina se incrementa. "Si la piscina huele demasiado fuerte, deje el ba?o pata otro d¨ªa. Y d¨¦ prioridad a las que hacen uso del agua del mar", concluye Hug March. Por supuesto, para necesidades ¨ªntimas, use siempre el ba?o.
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