Un estudio analiza qu¨¦ funciona para ligar en Tinder

Buena parte de lo que hacen los seres vivos tiene como objetivo maximizar las posibilidades de c¨®pula. Los humanos no son una excepci¨®n. Y como en el mundo animal, entre nuestra especie los intereses de los sexos difieren. Por un lado, un n¨²mero ilimitado de espermatozoides que pueden transportar la carga gen¨¦tica del padre a la siguiente generaci¨®n con muy poco esfuerzo. Por otro, una cantidad limitada de ¨®vulos que adem¨¢s requieren nueve meses de gestaci¨®n, con n¨¢useas, movilidad reducida y un parto que supone uno de los mayores riesgos de muerte para una mujer joven. Esto se refleja en la cultura.

La emancipaci¨®n femenina y los anticonceptivos han trastocado culturas de cortejo milenarias, pero incluso en las aplicaciones tecnol¨®gicas m¨¢s novedosas se siguen observando las diferentes estrategias de hombres y mujeres. Eso es lo que ha observado el investigador de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) Gareth Tyson analizando junto a varios colaboradores el comportamiento de unos y otros en Tinder, una de las aplicaciones para encontrar pareja m¨¢s populares.

Un mayor n¨²mero de fotograf¨ªas o m¨¢s informaci¨®n biogr¨¢fica multiplica las probabilidades de ¨¦xito

Tinder tiene un funcionamiento bastante simple. Aparecen fotograf¨ªas de personas a las que se puede dar me gusta o no me gusta. Despu¨¦s, si una de las personas que nos ha gustado ve nuestras fotograf¨ªas y tambi¨¦n le gustan, se produce un emparejamiento (match). A partir de ese momento, esas dos personas pueden empezar a comunicarse a trav¨¦s de mensajes de texto. El centro de la filosof¨ªa de la aplicaci¨®n son las primeras impresiones, porque la informaci¨®n que se ofrece m¨¢s all¨¢ de la imagen es muy reducida.

A partir de una serie de perfiles falsos creados para el experimento en Reino Unido y Estados Unidos, Tyson observ¨® que las mujeres son mucho m¨¢s selectivas que los hombres repartiendo sus me gustas, algo que coincide con muchas otras observaciones sociol¨®gicas sobre el emparejamiento en la vida real. Ellos lograban un ¡°match¡± en un 0,6% de los casos y ellas en un 10,5%. Este fen¨®meno se alimenta a s¨ª mismo. Al recibir un porcentaje tan reducido de respuestas positivas, los hombres tienden a dar "me gusta" a un n¨²mero cada vez mayor de mujeres para aumentar sus probabilidades de ¨¦xito. Ellas, debido a esta estrategia de los hombres, saben que tienen muchas posibilidades de tener un ¡°me gusta¡± que iguale el de ellas as¨ª que se vuelven cada vez m¨¢s selectivas haciendo que diverja cada vez m¨¢s la estrategia femenina de la masculina.

Una vez conseguido el v¨ªnculo, las cosas cambian. Las mujeres, que han sido m¨¢s selectivas, se muestran tambi¨¦n m¨¢s comprometidas con su pareja potencial. Un 21% de ellas env¨ªa un mensaje para comunicarse con la otra persona, mientras solo el 7% de los hombres lo hace. No obstante, ellas esperan a recibir el primer mensaje. El 63% de los hombres env¨ªan un mensaje en los cinco primeros minutos despu¨¦s del ¡°match¡±, algo que solo sucede con el 18% de las mujeres. De media, ellos tardan dos minutos en comunicarse y ellas 38. Adem¨¢s, los hombres, quiz¨¢ por la gran cantidad de mujeres a las que pretenden, muestran menos cuidado a la hora de pensar sus mensajes, que tienen de media 12 caracteres y la cuarta parte de las veces menos de 6, presumiblemente saludos como hola. Los mensajes de las mujeres tienen de media 122 caracteres.

T¨¢cticas para el ¨¦xito

El estudio de Tyson, publicado en el repositorio de art¨ªculos arxiv.org, observ¨® que pese a esta tendencia natural a las estrategias extremas, hay t¨¢cticas que pueden cambiar las probabilidades de ¨¦xito de un usuario de Tinder. Una de las claves, principalmente para los hombres, es ofrecer un poco m¨¢s de informaci¨®n sobre uno mismo. Cuando se incrementaba el n¨²mero de fotos de perfil de las mujeres de una a tres, el n¨²mero de ¡°matches¡± crec¨ªa un 37%. En hombres, con una sola foto de perfil, despu¨¦s de cuatro horas solo se hab¨ªan logrado 44 emparejamientos. Con tres, esa cifra se incrementaba a 238. Como se ha observado en otros estudios, esta mejora con el aumento de informaci¨®n se puede deber a la mayor preocupaci¨®n femenina por el enga?o y una preferencia por contar con informaci¨®n abundante sobre sus posibles parejas.

Esta caracter¨ªstica tambi¨¦n se observa en la importancia de las biograf¨ªas para lograr ¡°me gustas¡±. Ellas, que saben que hagan lo que hagan van a tener una gran cantidad de respuestas positivas, no tienen nada escrito en sus biograf¨ªas en un 42% de los casos. La cifra desciende al 30% en los hombres. La decisi¨®n de estos ¨²ltimos es err¨®nea seg¨²n los datos recogidos por Tyson. Sin biograf¨ªa, ellos recib¨ªan 16 matches de media de las mujeres, una cantidad que se multiplicaba hasta los 69 cuando se ofrec¨ªa esa informaci¨®n.