7 cosas que debes saber antes de visitar Tomorrowland
Te contamos las curiosidades del festival, lo que se hace despu¨¦s de que los escenarios cierren y los tipos de lugares y estilos musicales que puedes encontrar
Dej¨¦moslo claro desde el principio: Tomorrowland, el conocido festival de m¨²sica electr¨®nica que este a?o cumpl¨ªa once a?os, es un cruce muy loco entre un parque de atracciones, una rave y un sanatorio mental. Todo ello en un paraje id¨ªlico, entre Amberes y Bruselas, en un parque nacional belga que acoge m¨¢s de quince escenarios diferentes. Las entradas para el festival, que oscilan entre los 400€ y los 1000€, se suelen agotar al instante. Y no estamos hablando de un festival peque?o, para nada. La venta este a?o alcanzo las 180 mil entradas. No deber¨ªa ser necesario recordarlo, pero la esquizofrenia de un pa¨ªs como B¨¦lgica hace que ademas de producir un acontecimiento de estas dimensiones, tambi¨¦n sea un campo de cultivo de radicales islamistas, como se pudo comprobar recientemente tras los atentados en el aeropuerto de la capital europea. Sin embargo, lo que se respira es hedonismo y satisfacci¨®n. Aqu¨ª van siete cosas que deber¨ªas saber si tienes la suerte de acudir el pr¨®ximo a?o:
1. El cortilandia europeo
Si hay algo por lo que es conocido Tomorrowland es por su despliegue escenogr¨¢fico. Y el mayor ejemplo, aunque no el ¨²nico, es su escenario principal, colocado estrat¨¦gicamente en la parte final del recorrido. Como si se tratara de un inmenso Cortilandia, este escenario principal cuenta con cascadas, arboles de mas de 100 metros de altura, pasarelas para moverse por su interior y, como no, una cabina donde se sit¨²an las principales estrellas del fin de semana. A medida que se acerca la noche de la pirotecnia y los fuegos artificiales hacen acto de presencia. Aqu¨ª tocaron?Armin Van Buuren, David Guetta, Ti?sto, Dimitri Vegas & Like Mike, Martin Garrix, Steve Aoki u Oliver Heldens, entre mas de 30 nombres.
2. La cuna del loloismo
Estoy seguro de que cuando Jack White compuso Seven Nation Army no se le pas¨® por la cabeza la difusi¨®n y uso que tendr¨ªa su reconocido riff del inicio. Pues bien, aquel tema de White Stripes, incluido en Elephant, ha traspasado todas las barreras imaginables. De himno rock ha evolucionado a presidir grandes eventos futbol¨ªsticos y electr¨®nicos. Hasta en cuatro ocasiones se pudo escuchar la canci¨®n seguida de los coros del personal. Remezclas, edits o versiones, todo vale para que la gente entre en comuni¨®n. Lo mismo ocurri¨® con otros cl¨¢sicos, modernizados para la ocasi¨®n, como el Sweet Dreams de Eurythmics o el No Limit de 2 Unlimited.
Es habitual que muchos asistentes acudan al festival y no se muevan del escenario principal. Mal, muy mal. Tomorrowland est¨¢ pensado para que puedas recorrerlo sin grandes sobresaltos, yendo de un lado a otro. Alucinando con el dise?o y sonido de la mayor¨ªa de areas. Aunque suene a comentario manido, aqu¨ª hay un espacio para cada tipo de persona. Desde una cabina excavada en el interior de un mont¨ªculo (Rave The Cave), hasta un gigantesco drag¨®n que echa fuego por la boca (The Rose Garden). Todo cabe en Tomorrowland. Otros llamativos fueron The Opera, una zona pr¨®xima a la espectacular noria, que reproduc¨ªa el interior de un lujoso teatro, con sus anfiteatros incluidos; y The Temple, una construcci¨®n de grandes dimensiones recorrida por una imponente cobra. Adem¨¢s de los 16 escenarios destacaba un inenarrable stand donde la gente era rociada con desodorante¡
4. 'The sound of Belgium'
No solo de EDM vive el p¨²blico de Tomorrowland. Es m¨¢s, si por algo se caracteriza el festival es por su diversidad y amplitud sonora, siempre dentro de unos par¨¢metros m¨¢s o menos mainstream. El s¨¢bado, por ejemplo, el m¨ªtico sello belga de Hard trance Bonzai?Records, repart¨ªa estopa de la buena en un emplazamiento dedicado por entero a la tralla m¨¢s garrula. A su lado, sin embargo, se encontraba otra zona con una selecci¨®n de grandes nombres del techno como Marcel Dettmann, Jonas Kopp, Len Faki o Adam Beyer. Electro, future house, hip hop, progressive, skrillwave, dubstep o deep house?eran solo algunos de las estilos que uno pod¨ªa ir pillando al vuelo si se daba una vuelta por las inmediaciones del concurrido escenario principal.
5. Mazda es la proxima Red Bull
La marca japonesa de deportivos poco a poco ha ido introduci¨¦ndose en el mercado del ocio mediante v¨ªas m¨¢s actuales. A su relaci¨®n con Sonar, vista durante este a?o en el espacio con el que cuentan en el Born, han sumado un escenario en Tomorrowland. Uno de los m¨¢s apetecibles, por tama?o, programaci¨®n y ubicaci¨®n. Situado sobre uno de los lagos del inmenso parque, sus dimensiones y sonido representan la ant¨ªtesis de lo que se puede encontrar en el escenario principal. Se podr¨ªa hablar de una propuesta gourmet y eso, en este tipo de ambientes, siempre es bueno. Entre la selecci¨®n de Djs se encontraban aquellos que hab¨ªan sido finalistas del concurso que se celebr¨® hace un mes en la ciudad de Barcelona. Entre ellos estaba Paula Serra, una joven Dj mallorquina que realiz¨® un set rendido al house de influencia balear.
6.El p¨²blico del ma?ana
Recorrerse el festival y observar al p¨²blico asistente es un ejercicio sin igual de poder¨ªo visual. Aunque pienses que todo el mundo va disfrazado de tortuga ninja o soldado de la guerra de las galaxias, no siempre es asi. Tambi¨¦n son muy habituales los mazados que lucen gimnasio y blanco nuclear -no olvides que estamos en Europa- o aquellos que van ataviados con banderas de su pa¨ªs o comunidad de procedencia. De Israel a Italia, pasando por Oviedo o Malasia. Se respira buen rollo en cada zona, parece que han repartido MDMA en el aire. Sin embargo, no se intuye ni rastro de drogas entre el personal. Mucho alcohol, muchas sonrisas y poco m¨¢s.
7. Bruselas: capital del aburrimiento
Has de tener en cuenta que la actividad del festival termina a la una de la noche. As¨ª que como buen espa?ol te preguntar¨¢s: ?Y luego d¨®nde se va? Existen varias opciones y todas son bastante pobres. La posibilidad de ir a armarla a Boom queda descartada. El pueblito de 15 mil habitantes est¨¢ descansando a esas horas y blindado por gente de la organizaci¨®n. Otra opci¨®n es ir a liarla al multitudinario camping, pero un breve sondeo te puede quitar las ganas. ¡°Lo normal es que la gente est¨¦ durmiendo¡±, me comentan unas chicas alemanas que acuden por primera vez. ¡°Las fiestas piratas son pocas y en seguida se les da un toque de atenci¨®n¡±. Por lo tanto, otra alternativa que se va al retrete.
La noche bruselense tampoco es que ofrezca una fiesta sin fin. El Espirito, una antigua iglesia anglicana reconvertida en discoteca, permanece semivac¨ªa el tiempo que estamos all¨ª. Existen otras opciones en la ciudad: The Fuse, The Claridge, The Wood, Le You Night Club¡ pero recorrer las calles desiertas un viernes a altas horas de la madrugada no indica que la cosa vaya a ser diferente. Definitivamente, va a ser verdad que la gente lo da todo en Tomorrowland.
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