Introduciendo el Lowline, el parque subterr¨¢neo de Nueva York

Teniendo uno de los parques urbanos m¨¢s grandes del mundo as¨ª como alternativas que apuestan por potenciar el verde en la ciudad, Nueva York vuelve a sorprendernos tras la aprobaci¨®n -por parte de las instituciones metropolitanas- para la construcci¨®n del primer parque subterr¨¢neo del mundo ideado por James Ramsey y Daniel Barasch, llamado The Lowline.

Se trata de un proyecto nacido para dar una alternativa innovadora en el barrio de la parte baja de Manhattan con el fin de hospedar m¨¢s parques y zonas verdes recuperando los espacios bald¨ªos existentes bajo la superficie.

Estableciendo un paralelismo con el subway neoyorkino, la ¡®otra ciudad¡¯ subterr¨¢nea donde se pueden encontrar tiendas, establecimientos y servicios tales como farmacias o estaciones de polic¨ªa, el Lowline pretende alojar de la misma manera senderos, zonas l¨²dicas, caf¨¦s y miles de plantas de distintas especies llevando la luz solar al subsuelo.

Para lograrlo, es necesario contar con recolectores, grandes espejos y otros mecanismos que estar¨¢n colocados en las azoteas de los edificios inmediatos del parque, los cuales se mover¨¢n siguiendo la luz del sol y reflej¨¢ndola hacia los concentradores. ?stos estar¨¢n situados a pie de calle y ser¨¢n los que absorber¨¢n la luz que pasar¨¢ a trav¨¦s de unos tubos irrigadores conectados con los distribuidores, unos paneles en forma de domo que ser¨¢n los encargados de iluminar todo el parque.

Equipamiento colocado en la azotea encargado de llevar luz solar al subsuelo. Imagen cedida por The Lowline

El sitio indicado para su construcci¨®n ser¨¢ la antigua estaci¨®n de tranv¨ªa de Williamsburg Bridge, abandonada desde 1948 y situada en el barrio Lower East Manhattan, una zona muy poblada que carece de espacios verdes y culturales; por esta raz¨®n, los creadores del proyecto buscan aprovechar los 4000 metros cuadrados de las instalaciones ferroviarias soterradas.

Por el momento, el concepto ha sido aprobado y visto con buenos ojos por las instituciones gubernamentales de la ciudad de Nueva York, quienes les han ofrecido a los fundadores 12 meses para recolectar 10 millones de d¨®lares, completar el dise?o del parque y hospedar sesiones p¨²blicas para recibir comentarios al respecto por parte de la comunidad local; adem¨¢s, los dise?adores cuentan con el apoyo de la presidenta del condado de Manhattan Gale Brewer as¨ª como la concejala local Margaret Chin.

Por ahora, este proyecto viene acompa?ado del Lowline LAB, un laboratorio urbano construido dentro de un mercado abandonado en el Lower East Side, tan solo a dos cuadras del sitio propuesto para construir el futuro parque; un espacio entendido como una exposici¨®n p¨²blica y un laboratorio abierto donde se trata de testar, probar y mostrar c¨®mo el parque crecer¨¢ y mantendr¨¢ toda su vegetaci¨®n bajo tierra.

Voluntarios trabajando en el Lowline LAB. Im¨¢genes cedidas por The Lowline

Los diferentes instrumentos ¨®pticos, tales como espejos y otros mecanismos encargados de reflejar la luz solar de la superficie y distribuirla por el predio subterr¨¢neo se exponen en el LAB, donde se puede visualizar el concepto del sistema adoptado. Adem¨¢s, estos mecanismos podr¨¢n moverse y regular tanto la temperatura como el grado de exposici¨®n solar para cada especie que, tal como se ha anunciado, ya son m¨¢s de 3000 plantas de una docena de especies las que estar¨¢n distribuidas por hect¨¢rea.

Con la idea de abrir este novedoso parque al p¨²blico en 2021, el proyecto inicial est¨¢ presupuestado en unos 60 millones de d¨®lares, teniendo un coste adicional al a?o de 4 millones para su mantenimiento. A la vez, este proyecto necesita la aprobaci¨®n y el apoyo de la comunidad local as¨ª como fondos para hacer este proyecto posible, aunque las autoridades no han descartado destinar dinero p¨²blico para su construcci¨®n¡­

Definitivamente este proyecto establece un dualismo con el High Line, el parque elevado construido en el barrio de Chelsea y comentado ya en nuestro blog; se abre entonces un debate sobre la naturalidad o artificialidad del entorno urbano, la creaci¨®n de espacios verdes para el disfrute de los vecinos o puntos de encuentro para los turistas, recuperaci¨®n de espacios abandonados o intenci¨®n de gentrificar ¨¢reas de la ciudad¡­

Tendremos que seguir de cerca c¨®mo evoluciona este proyecto y si, finalmente, se logra el objetivo de Mr. Ramsey y Mr. Barasch (como explica en la TED talk) de ver su sue?o hecho realidad en la gran manzana.