?Est¨¢ el porno aburriendo a las nuevas generaciones?
Las mujeres se suman al consumo, pero el tiempo medio que le dedicamos cae en picado. Investigamos las causas
No hace falta ser ning¨²n experto en internet para saber que uno de los productos que m¨¢s se consume en la Red es la pornograf¨ªa. Pero, ?con la misma intensidad que antes? Lo cierto es que las nuevas generaciones, sobre todo los llamados millennials (nacidos entre 1980 y 1999), son m¨¢s selectivos.
En Espa?a, seg¨²n las estad¨ªsticas de 2015 de la conocida p¨¢gina de porno online Pornbub, el 51% de consumidores son, precisamente, menores de 35, por lo que se puede responder sin lugar a dudas que los millennials no han dado la espalda a las pel¨ªculas con sexo expl¨ªcito, pero lo cierto es que cada vez le dedican menos tiempo (nuestro pa¨ªs ha pasado de ser el n¨²mero 11 en la tabla de los que m¨¢s porno consumen a situarse en la posici¨®n 13): 8 minutos y 4 segundos frente a una media internacional de 9 minutos y 20 segundos.
Ante estos datos, la sex¨®loga Mar¨ªa Esclapez? reflexiona que, si bien el desarrollo de la tecnolog¨ªa va al comp¨¢s del desarrollo de la generaci¨®n millennial, ¡°antes cualquier cosa en este campo era una novedad y m¨¢s si la novedad era material pornogr¨¢fico. Ahora, el porno ya no es un acontecimiento, y hay escenas en la Red para aburrir. Esta saturaci¨®n de material, unida a la diversidad de intereses, ha influido en la conducta de la audiencia¡±.
Tambi¨¦n hay menos sexo
El acceso f¨¢cil a la pornograf¨ªa, que no ha repercutido en un mayor consumo, tampoco ha propiciado que los encuentros ¨ªntimos reales entre las nuevas generaciones sean m¨¢s habituales. A pesar de los probados beneficios del sexo casual y de las posibilidades que da internet, la revista Archives of Sexual Behavior acaba de publicar un estudio en el que documenta que los j¨®venes nacidos en las d¨¦cadas de los 80 y los 90 tienen menos relaciones sexuales que sus padres y abuelos.
"Gracias a las redes sociales, ha aumentado el contacto verbal, pero no el personal", aclara Mar¨ªa Esclapez, que contin¨²a: "El aumento de conciencia respecto a las consecuencias de tener sexo de manera irresponsable, una educaci¨®n sexual inaduecuada basada en el miedo y el hecho de que se retrase la edad de la independencia de los padres, dificultan la gesti¨®n de los encuentros sexuales¡±.
La sex¨®loga y pedagoga Soraya Calvo a?ade: ¡°Han cambiado varias cosas: el consumo de porno ya no es tan clandestino como antes, cuando hab¨ªa que enfrentarse a todo un ritual y hacerse con mucha discreci¨®n con un VHS, que solo se pod¨ªa ver cuando no hab¨ªa nadie en casa. Ahora, con los smartphones y las conexiones a internet, se puede acceder a contenido pornogr¨¢fico de manera autom¨¢tica, sin esperas y, por tanto, sin rituales simb¨®licos que daban mucha m¨¢s carga emocional al porno¡±, lo que permite un consumo m¨¢s r¨¢pido y eventual. Todo lo que se nos hace f¨¢cil acaba por perder parte de nuestro inter¨¦s.
Y eso que ahora ellos no est¨¢n solos¡
Los estudios de Pornhub, en conjunci¨®n con la empresa tecnol¨®gica Vocativ, llegaban tambi¨¦n a la conclusi¨®n de que, en proporci¨®n, las mujeres de entre 18 y 24 a?os ven un 5% m¨¢s de porno que sus hom¨®logos masculinos. ¡°Creo que m¨¢s que aumentar el consumo en f¨¦minas y disminuir en varones, lo que pasa es que se ha desdramatizado el reconocimiento de su consumo, tanto en positivo como en negativo. Es decir, que no pasa nada porque ella confiese que lo ve¡±, aporta Soraya Calvo.
Y si las mujeres han tardado en subirse al carro del porno, obviando el pudor a reconocerlo, ha sido a causa de unos filmes deficientes, seg¨²n la directora de cine para adultos Erika Lust: ¡°Hay mucho mito alrededor del consumo de pornograf¨ªa entre f¨¦minas. Lo cierto es que a ellas tambi¨¦n les gusta ver porno, pero la oferta que hay en la pornograf¨ªa mainstream, accesible a todo el mundo, es lamentable y no agrada tanto a la mujer¡±.
Un nuevo cine er¨®tico podr¨ªa volver a catapultar las cifras, ya que el ritual de lo secreto y dificultoso no parece que tenga opciones de renacer. ¡°Para los young adults (audiencia de 20 a 35 a?os) puede haber hasta un aborrecimiento de la pornograf¨ªa masiva que han visto hasta ahora¡±, prosigue Lust, que dice que su p¨²blico siempre le agradece el cuidado por la producci¨®n y la historia, "que haya personajes en los que reconocerse resulta excitante".
Curiosamente, aunque Erika Lust es conocida por hacer ¡°porno para mujeres¡±, lo cierto es que su audiencia se compone de un 60% de hombres y un 40% de mujeres. ¡°Al final son personas a las que les gusta ver sexo expl¨ªcito en pantalla, pero no de forma barata, vulgar y siempre en el mismo sof¨¢ cutre¡±, concluye.
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