?Qui¨¦n envenen¨® a los ¡®cinco mosqueteros¡¯?
Los leones del desierto de Namibia, protagonistas de un famoso documental de National Geographic, han sido envenenados y quemados por atacar a un burro. Ya solo queda uno
Esta es la historia de cinco leones macho. Su rara presencia en el desierto de Namibia, un pa¨ªs donde apenas quedan 150 de estos grandes felinos, los convirti¨® en los protagonistas de un afamado documental de National Geographic. Conocidos como los "cinco mosqueteros", ya solo queda uno. A tres de ellos los han envenenado y quemado porque atacaron a un burro. A otro lo mat¨® un pastor en junio. Al ¨²nico superviviente lo han alejado de los humanos.
A comienzos de a?o el canal de televisi¨®n de la revista emit¨ªa uno de sus ¨²ltimos documentales con el t¨ªtulo de Vanishing Kings: Lions of the Namib (algo as¨ª como "reyes que se desvanecen: los leones de Namibia"). Contaba las andanzas de los cinco j¨®venes leones por el valle de Gomatum, en la regi¨®n de Kunene, en el desierto del norte del pa¨ªs. La zona, pobre en agua y presas, estaba cerca, demasiado cerca? de algunas aldeas humanas dedicadas al pastoreo. El conflicto era previsible.
De hecho, tal como explican en su p¨¢gina los impulsores del proyecto Desert Lion Conservation (DLC), se anticiparon a los posibles encontronazos entre lugare?os y los cinco mosqueteros. Cient¨ªficos del proyecto y funcionarios del Gobierno impartieron charlas sobre qu¨¦ medidas tomar para que los leones no atacaran a sus reba?os, como evitar sus zonas de merodeo o mantener a los animales en sus establos durante la noche. Incluso nombraron a uno de ellos guardi¨¢n de los leones.
Al principio todo iba bien. El estreno del documental empez¨® a notarse en la econom¨ªa local. Los turistas iban llegando queriendo ver a los reyes del desierto. Sin embargo, el 12 de junio, los cinco mosqueteros se acercaron demasiado a una especie de establo improvisado a 12 kil¨®metros de la aldea de Tomakas. Uno de los pastores dispar¨® e hiri¨® de muerte al le¨®n identificado como Xpl-89, al que llamaban Harry. Los pastores, que llevaban tiempo quej¨¢ndose de la presencia y ataques de los depredadores, llegaron a fotografiarse con el cacique del pueblo junto al trofeo.
En junio, un pastor ya hab¨ªa matado a otro de los cinco leones hermanos
Desde entonces, los conservacionistas intentaron alejar a los cuatro mosqueteros que quedaban de la zona de Tomakas. No quer¨ªan perder a ning¨²n animal m¨¢s. Incluso ten¨ªan ya localizada la zona, en el delta del r¨ªo Uniab, donde los iban a trasladar para salvarlos. El 6 de agosto se aprobaba el plan para el traslado.
Pero hace dos semanas, los rangers y los miembros de DLC sospecharon que algo no iba bien. De los localizadores GPS que llevaban, solo se mov¨ªa el de uno de ellos, el de Xpl-93. Los otros tres parec¨ªan est¨¢ticos desde hac¨ªa horas. Cuando llegaron hasta all¨ª, el 10 de agosto, vieron los restos quemados de sus tres hermanos.?
Aunque el Ministerio de Medio Ambiente y Turismo de Namibia a¨²n est¨¢ investigando los hechos, todo parece indicar que los felinos se toparon o buscaron un reba?o de pastores semin¨®madas. Los leones atacaron y mataron a un burro. Buscando venganza, los pastores emponzo?aron los restos del ¨¦quido y esperaron pacientemente a que los leones volvieran a por m¨¢s. Una vez envenenados, les prendieron fuego.
"Quien quiera que lo haya hecho ha realizado un buen trabajo, destruy¨¦ndolo todo sin dejar evidencias", dec¨ªa el conservacionista y fundador del DLC, Philip Stander, al peri¨®dico local The Namibian. "Esto es una verdadera tragedia para los esfuerzos de conservaci¨®n del le¨®n de Namibia y un gran paso atr¨¢s en la coexistencia entre leones y humanos", a?ad¨ªa un hombre que segu¨ªa a los cinco mosqueteros desde que dejaron a su madre.
Xpl-93, Tullamore, el ¨²ltimo de los mosqueteros fue finalmente sedado y trasladado al delta del r¨ªo Uniab. Estuvo varios d¨ªas deambulando, buscando a sus hermanos dicen los conservacionistas del DLC.
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