Ventajas y riesgos de los grupos de WhatsApp del colegio
Con el inicio de las clases, el m¨®vil se llena de mensajes. Dos redactoras cuentan en primera persona su experiencia. ?Cu¨¢l es la tuya?
Con la llegada de septiembre, reviven esos instrumentos te¨®ricamente destinados a hacernos la vida m¨¢s f¨¢cil, pero que a veces se convierten en una pesadilla: los grupos de Whatsapp del colegio. Dos redactoras, una a¨²n entusiasmada con sus posibilidades, y otra, ya escaldada tras varios a?os y varios grupos, cuentan en primera persona sus ventajas y peligros. ?Cu¨¢l es tu experiencia con estos grupos?
"Bendito WhatsApp, sientes que no est¨¢s tan sola". Gema Lendoiro
En esto de la maternidad lo que mejor se me podr¨ªa aplicar es el donde dije digo, digo Diego. Que yo antes de embarazarme por primera vez ten¨ªa un dec¨¢logo de educaci¨®n tipo se?orita Ronttenmeier. As¨ª que me parec¨ªan soberanas tonter¨ªas las pr¨¢cticas de muchas mam¨¢s sobreprotegiendo a sus reto?os. Mis hijos no ver¨ªan la tele hasta los seis a?os (como m¨ªnimo), no les dejar¨ªa ser consentidos y me obedecer¨ªan a la primera. No hab¨ªa cumplido la primera ni los tres meses cuando ya la dejaba en la hamaca mirando Pocoy¨® para que yo pudiera trabajar.
Sigo en esas y, a medida que pasan los a?os, voy d¨¢ndome cuenta de cu¨¢n contradictorios podemos llegar a ser en el dif¨ªcil arte de la coherencia. Lo reconozco, me van pudiendo las circunstancias. La mayor ha terminado Infantil y hasta ahora pertenecer al grupo de WhatsApp del cole, francamente ni me aportaba ni me dejaba de aportar. En Infantil no pasa nada si un d¨ªa no la llevas al cole y te regalas una jornada de achuchones en pijama mientras llueve ah¨ª fuera. En infantil no hay libros, no hay deberes, es el para¨ªso para los ni?os¡y para los padres. Pero claro, llega Primaria y la cosa se pone tensa. Bendito WhatsApp del cole donde al menos sientes que no est¨¢s tan sola en todas las preguntas.
Empez¨® a arder ya a finales de junio con m¨²ltiples preguntas. Se fue relajando en julio. Entr¨® en coma profundo en agosto, pero la ¨²ltima semana resucit¨® cual ave F¨¦nix y est¨¢bamos todas ya entrando en barrena porque no sab¨ªamos ni por qu¨¦ puerta deb¨ªamos entrar (hay varias). La reuni¨®n para nuevos padres aclar¨® poco la cosa salvo que qued¨® claro que siempre hay alg¨²n despistado que va m¨¢s relajado que t¨². A tres d¨ªas de comenzar el cole, un padre repanchingado levant¨® la mano y pregunt¨® que d¨®nde se pod¨ªa comprar el material escolar y los libros. Obtuvo una silenciosa ovaci¨®n cerrada de algunas de las all¨ª presentes. Eso es tener cero histerismos y lo dem¨¢s son tonter¨ªas. Solo le falt¨® preguntar que d¨®nde se pod¨ªa comprar el uniforme (en el colegio no se usa).
Tienen mala fama los grupos de WhatsApp del cole, pero a m¨ª me parecen de lo m¨¢s ¨²tiles. Especialmente, cuando das el salto de la escuela infantil, donde todo es mucho m¨¢s asequible y humano, y te lanzas a dejar a tu reto?a en esa puerta gigantesca del colegio para que ella sola acuda andando a su clase. S¨ª, s¨ª, solo son 500 metros y todo est¨¢ vallado, pero da cosita verla tan peque?a asumir esa responsabilidad.
Adem¨¢s, no hay un ¨²nico grupo. Est¨¢ el gen¨¦rico del cole, el de la clase, el de las actividades extraescolares, el de las mam¨¢s afines, y eso, en mi caso, multiplicado por dos que son el n¨²mero de hijas que tengo. As¨ª que estamos entretenidos. Eso s¨ª, todos silenciados.
Puestos a verles desventajas, la ¨²nica que le encuentro es que ah¨ª, como en las redes sociales, es donde ves patente y clarito que t¨² no eres una madre tan entregada como te crees y siempre hay alguna que corre y salta las vallas mucho mejor que t¨² y, adem¨¢s, ni siquiera suda. Y eso duele en el orgullo. Ver c¨®mo una madre ha probado hasta cuatro webs de c¨®mo plastificar las etiquetas del material escolar hace que te quedes pensando qu¨¦ tipo de irresponsable madre eres. Claro que, a los cinco minutos, ese come-come se me va. Al fin y al cabo, cuando yo era peque?a ni hab¨ªa Internet ni tutoriales ni etiquetas para el material plastificado ni nada. Por no haber no hab¨ªa ni grupos de WhatsApp y al final hemos sobrevivido, ?no? Pues eso.
Nota de ¨²ltima hora. La profesora de mi hija se comunica con los padres a trav¨¦s de un cuaderno donde te deja notas que debes firmar. Adem¨¢s, los ni?os tienen un cuaderno donde su profesora le pega una pegatina con los ¡°deberes¡± del d¨ªa. S¨ª, s¨ª, deberes. Poca cosa, hacerlo no alcanza ni los tres minutos¡, pero hay que hacerlos. Resulta que ayer me enter¨¦ de que mi querida hija llevaba ya tres pegatinas y sin enterarse. Y, rauda y veloz, y como las locas que siempre he criticado, pregunt¨¦ en el chat de la clase, fotograf¨ªa de las pegatinas mediante, que qu¨¦ significa lo que ah¨ª pon¨ªa (est¨¢ en franc¨¦s y yo no entiendo). Y solo llegu¨¦ al estado de nirvana cuando me lo explicaron, lo comprend¨ª y se lo hice comprender a mi hija. Ya ven, si es que no se puede escupir hacia arriba. Para lo que he quedado¡
"Asumes responsabilidades que son de tus hijos", Cecilia Jan
Tres hijos, dos colegios, cinco grupos de WhatsApp. Este es mi bagaje a d¨ªa de hoy, con un hijo en 4? de Primaria, una en 2? y otra en Infantil de 5 a?os. Pese a que hay d¨ªas en los que el bombardeo de mensajes es intensivo, no reniego de ellos, ni tengo intenci¨®n de salirme. Pero s¨ª me he dado cuenta de su peligro.
Por suerte, en los grupos en los que he estado ha habido siempre buen ambiente. No recuerdo piques, s¨ª un par de incidentes graciosos por equivocaciones que convierten en p¨²blicos mensajes muy privados, pero no malos rollos. Tambi¨¦n, claro, tienen su utilidad. Es la forma de que las madres (en los cinco grupos en los que he estado, el n¨²mero de padres ha oscilado entre uno y cinco) que no pueden hacer corrillo se mantengan en contacto y se enteren de cosas que, de otra forma, no se enterar¨ªan. Al contrario que a mi compa?era Gema, me parece que esto es m¨¢s ¨²til en Infantil, porque depende del ni?o, pero hay muchos que a esa edad a¨²n no cuentan gran cosa en casa, y mucho menos se acuerdan de decir que hay que traer a clase cosas relacionadas con los celtas o la Prehistoria, como nos ha tocado a nosotros.
Tambi¨¦n son ¨²tiles para organizar y confirmar la asistencia a cumplea?os, organizar un regalo para el profe cuando se acaba el ciclo, preguntar si alguien se ha llevado por error la sudadera de tu hijo, pasar enlaces de alg¨²n art¨ªculo interesante, pedir prestado alg¨²n disfraz o cacharro infantil, o incluso regalar una camada de cachorritos. En fin, que es una red de seguridad y contactos para estos tiempos en los que estamos siempre corriendo del trabajo al cole, del cole a la extraescolar, y de la extraescolar a casa, y apenas paramos a charlar y a preguntarnos las cosas cara a cara. Y siempre hay alguna madre que se queda a sacar fotos de los cr¨ªos cuando se van de excursi¨®n o hacen alguna fiesta en el cole y nos las manda para que las dem¨¢s, desde el trabajo, podamos sonre¨ªr y pensar "qu¨¦ monoooooooos".
Lo malo es que a medida que crecen, estar en el grupo de Whatsapp te arrastra a implicarte demasiado en las responsabilidades de tus hijos, en detrimento de que ellos las asuman. El curso pasado, cambiamos a los dos mayores a un colegio sin libros de texto, deberes ni ex¨¢menes. En la clase del mayor, entonces en 3?, s¨®lo llevaban para casa un libro de lectura con su ficha quincenal, y de forma alterna, otra ficha de redacci¨®n (una carta, una receta, un cuento, etc¨¦tera), tambi¨¦n quincenal. Es decir, que cada viernes solo hab¨ªa que entregar una ficha, adem¨¢s de hacer un listening de Ingl¨¦s en casa todos los mi¨¦rcoles, y de vez en cuando, buscar informaci¨®n para alg¨²n proyecto o hacer un mural para exponer en clase. A¨²n as¨ª, hab¨ªa d¨ªas en que el Whatsapp echaba humo. No quiero ni imaginarme c¨®mo hubiera sido con deberes de dos o tres asignaturas a diario y ex¨¢menes cada mes o dos meses, como tienen la mayor¨ªa de ni?os de esta edad. ?
Ese curso, se promovi¨® desde el colegio el uso de agenda por parte de los ni?os. As¨ª que cada uno tra¨ªa, en teor¨ªa, apuntado lo que hab¨ªa que hacer con su fecha de entrega. Pese a ello, algunos, incluido el m¨ªo, se despistaban a veces, normal con 8 y 9 a?os, y perd¨ªan la hoja, o no lo hab¨ªan apuntado bien, o se les olvidaba. ?Y qu¨¦ pasaba? Whatsapp al canto. "Fulanito dice que hay que hacer una redacci¨®n. ?Para cu¨¢ndo es? (carita con sudor en la frente)". Suficiente para activar el modo histeria. Tu hijo a¨²n no te ha comunicado que tiene que hacerla. ?Se le habr¨¢ pasado? ?Se habr¨¢ enterado?
- David, ?tienes que hacer una redacci¨®n?
- Ah, s¨ª, es para dentro de dos viernes.
Respiras aliviada. No est¨¢ tan despistado como cre¨ªas. Puedes incluso contestar a la madre del que s¨ª lo est¨¢ con cierto orgullo de saber la fecha (carita sonriente con gui?o). Pero si la respuesta es negativa, ?qu¨¦ haces? Claro, mandar un Whatsapp: "Mi hijo tampoco se ha enterado (carita de lamento). ?De qu¨¦ es? ?Cu¨¢ndo hay que llevarla?".
El miedo a que no cumpla y a que el profesor se lo tenga en cuenta y le ponga mala nota hace que nos acabemos inmiscuyendo en el curso natural de las cosas: esto es, a que el d¨ªa de la fecha de entrega, el propio ni?o se d¨¦ cuenta de que todos los dem¨¢s han hecho el trabajo, y o bien el profesor le llame la atenci¨®n o ¨¦l mismo se sienta avergonzado. Y para la pr¨®xima tarea, probablemente, pondr¨¢ m¨¢s atenci¨®n o tendr¨¢ m¨¢s cuidado. Que era lo que nos pasaba a nosotros cuando ¨¦ramos ni?os.
Pero es dif¨ªcil resistirse a la tentaci¨®n de prestarle una peque?a ayudita al hijo olvidadizo. Solo hay que mandar un mensajito con el m¨®vil, y en un par de minutos, tienes la foto de la ficha que hay que rellenar y el d¨ªa en el que hay que llevarla. Pero como escrib¨ªa muy acertadamente Noelia L¨®pez-Cheda en el art¨ªculo Me niego a ser la agenda de mi hija por WhatsApp, que se hizo viral hace un par de a?os, "lo que conseguimos siendo las agendas o ayudantes particulares en todo momento de nuestros hijos son:
- Ni?os que no asumen ning¨²n tipo de responsabilidad para su edad.
- Ni?os a los que les da miedo hacer cualquier cosa porque tienen nuestros ojos encima por si se equivocan, porque nosotros se lo vamos a hacer mejor.
- Ni?os que prefieren poner la atenci¨®n en otras cosas, porque para ¨¦stas ¡°ya est¨¢ mam¨¢¡±.
- Ni?os que cuando crezcan solo esperar¨¢n instrucciones y ¨®rdenes para empezar a actuar".
As¨ª que este curso, me propongo (otra cosa es conseguirlo, carita con l¨¢grimas de risa) una pol¨ªtica de intervenci¨®n cero en todo lo que tenga que ver con las tareas de mis hijos mayores.
- Ni?os que no asumen ning¨²n tipo de responsabilidad para su edad.
- Ni?os a los que les da miedo hacer cualquier cosa porque tienen nuestros ojos encima por si se equivocan, porque nosotros se lo vamos a hacer mejor.
- Ni?os que prefieren poner la atenci¨®n en otras cosas, porque para ¨¦stas ¡°ya est¨¢ mam¨¢¡±.
- Ni?os que cuando crezcan solo esperar¨¢n instrucciones y ¨®rdenes para empezar a actuar".
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