Por qu¨¦ estoy a favor del calendario escolar franc¨¦s y sus vacaciones
La autora, cuyas hijas tienen una semana libre cada dos meses, explica sus ventajas
Este curso, que comenz¨® hace ya casi un mes, es el quinto que vivir¨¦ como madre cuyas hijas tienen un calendario escolar europeo. Acuden a un colegio franc¨¦s por lo que todo lo relativo a su educaci¨®n est¨¢ regido por el ministerio de educaci¨®n del pa¨ªs galo y en el pa¨ªs vecino, como en tantos otros europeos, las vacaciones escolares difieren bastante de las espa?olas. Al comenzar el curso, hubo un interesante debate entorno a la noticia de que el Gobierno de Cantabria iba a aplicar dicho calendario que se compone de cinco bimestres lectivos y cuatro periodos de vacaciones, uno cada dos meses. Y, como en toda pol¨¦mica, hubo opiniones a favor y en contra. Yo me posiciono totalmente a favor y explicar¨¦ en este art¨ªculo mis razones. L¨®gicamente, estas est¨¢n basadas tambi¨¦n en mis circunstancias personales y laborales que son ¨®ptimas para la mal llamada conciliaci¨®n.
En primer lugar, mi trabajo est¨¢ en cualquier sitio donde pueda colocar mi port¨¢til y exista conexi¨®n WiFi. Soy mi propia empresa y, como tal, puedo decidir cu¨¢ndo me voy de vacaciones sin tener que ponerme de acuerdo con nadie (es una gran ventaja frente a las m¨²ltiples desventajas que tenemos los sufridos peque?itos empresarios) pero una de ellas y para m¨ª valios¨ªsima es que puedo disponer del tiempo que destino a ser madre. Creo que ese es un aut¨¦ntico lujo. Mi marido y padre de las ni?as, lo mismo que yo. Tambi¨¦n puede ausentarse y seguir atendiendo sus asuntos laborales con un m¨®vil y un port¨¢til. As¨ª que el primer escollo que suponen unas vacaciones escolares como las europeas, nosotros no tenemos ning¨²n problema. Adem¨¢s, disponemos de ayuda en casa y, sobre todo, tenemos la valios¨ªsima ayuda de los abuelos que enseguida acuden raudos y veloces a socorrernos en caso de necesidad urgente (que no es ni much¨ªsimo menos diaria). Por lo tanto, la parte de la log¨ªstica la tenemos resuelta.
Una vez expuesto esto me gustar¨ªa hacer hincapi¨¦ en algo que muchos parecen olvidar y es que, calendarios en mano, los ni?os espa?oles tienen m¨¢s vacaciones que los franceses, ingleses¡Solo hay que coger ambos y ponerse a contar. Para empezar mis hijas (voy a poner los ejemplos que conozco) empiezan el colegio una semana antes. Este a?o lo hicieron muy tarde, el 5 de septiembre. Pero el curso pasado el d¨ªa 2 estaban ya sentadas en sus aulas. Y finalizan siempre el d¨ªa 30 de junio. He hecho la cuenta grosso modo (hay festivos auton¨®micos y locales que, l¨®gicamente hacen variar ambos calendarios) y me salen 107 d¨ªas de vacaciones escolares para espa?oles y 105 para franceses. Sin contar, por supuesto, los fines de semana. La diferencia est¨¢ en que se reparten de otra manera. Y de la misma manera que si un compa?ero de trabajo dispone los d¨ªas que le tocan por ley en varios meses del a?o, nos hace parecer que tiene m¨¢s d¨ªas de vacaciones que el que se lo coge en dos veces, con este tema pasa lo mismo.
Calendarios en mano, los ni?os espa?oles tienen m¨¢s vacaciones que los franceses
As¨ª que los padres espa?oles tienen exactamente los mismos problemas que los que tenemos este calendario a la hora de conciliar. Lo que pasa es que, en Espa?a, hay mucha m¨¢s costumbre de pedir las vacaciones en los meses de verano.
Voy a explicarlo con un caso pr¨¢ctico.
Las primeras vacaciones de las que disfrutar¨¢n mis hijas ser¨¢n del pr¨®ximo 22 de octubre (s¨¢bado) al 2 de noviembre (martes). En total son 12 d¨ªas de vacaciones, cierto, pero de esos 12, cuatro son dos s¨¢bados y dos domingos y uno de fiesta nacional, el 1 de noviembre. Con lo cual se quedan en seis d¨ªas no lectivos con respecto a los espa?oles. Y ah¨ª los padres que trabajan por cuenta ajena dispondr¨ªan de seis d¨ªas que se pueden pedir de vacaciones (o de dos y sumar el fin de semana) y que sus compa?eros, gustosamente ceder¨¢n (recuerden que en Espa?a a la mayor¨ªa de la gente le gusta irse de vacaciones en verano). Cuando haces esto, cogerte vacaciones cuando nadie lo hace, todo son ventajas. Todo es m¨¢s barato, no hay aglomeraciones, vale, es cierto que no puedes irte a la playa , pero es que ?no todo es playa en esta vida! Tambi¨¦n existe la monta?a, irse a conocer ciudades cercanas a la nuestra, ir a museos, hacer excursiones¡o simplemente descansar en casa y no hacer nada.
Es bueno para los ni?os, para los padres y para los profesores?
?Cu¨¢l es la ventaja para m¨ª de todo esto? La siempre necesaria desconexi¨®n, par¨®n, para renovar fuerzas, volver a levantarse tarde, en definitiva, lo que significa estar de vacaciones. Es bueno para los ni?os, es bueno para los padres y, por supuesto, es muy bueno para los profesores que, recordemos, tienen una de las profesiones m¨¢s estresantes.
As¨ª que yo a este sistema solo le veo ventajas. Soy una gran defensora de ¨¦l. Claro que es verdad que soy amante de la tranquilidad y huyo de las aglomeraciones que se generan en nuestras costas en verano. Creo que es bueno para todos. Y, aunque mis circunstancias laborales son m¨¢s favorables para este calendario, los que trabajan en una oficina y llevan a sus hijos a colegios espa?oles, como? he explicado m¨¢s arriba, tienen pr¨¢cticamente los mismos d¨ªas de vacaciones de sus hijos en los que tendr¨¢n que lidiar con la no conciliaci¨®n.
Quiz¨¢s lo ¨²nico que no me convence de ese horario es que en el sistema belga y franc¨¦s, los mi¨¦rcoles se sale a las 12.30 o 13.00, dependiendo de las edades. As¨ª que en medio de la semana, tener que parar a las 12.30 para recoger a las ni?as en el colegio parte mucho el d¨ªa. Pero a los ni?os les encanta ese par¨®n entre semana, cuando es "d¨ªa corto".
Hay otro inconveniente que s¨ª que creo que no debo olvidar y ese el tema de las circunstancias climatol¨®gicas. Espa?a es un pa¨ªs con unas temperaturas muy calurosas en los meses lectivos que coinciden con el verano (junio y septiembre). No en todas las comunidades, pero s¨ª en muchas. Lo que significa que acudir a clase en los ¨²ltimos d¨ªas de junio y primeros de septiembre se hace cuesta arriba porque en la mayor¨ªa de los colegios no existe aire acondicionado en las aulas. Algo que tiene f¨¢cil soluci¨®n, aunque siempre habr¨¢ administraciones que pongan la excusa de los recortes. Una excusa que no deber¨ªa ser consentida. De la misma manera que no trabajamos en oficinas sin aire (al menos no deber¨ªamos), mucho menos, los ni?os deber¨ªan estar en esas condiciones en las aulas. Claro que ah¨ª ya me estoy metiendo en terreno de los deseos m¨¢s que en el de las realidades.
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