¡®Rosetta¡¯ ha conquistado un cometa con un ordenador peor que tu m¨®vil
El director general de la Agencia Espacial Europea, Johann-Dietrich Woerner, explica las dificultades de aterrizar en el 67P con tecnolog¨ªa de hace 15 a?os
Johann-Dietrich Woerner es un ingeniero civil especialista en dise?ar edificios a prueba de terremotos. Su carrera dio un giro al espacio cuando, en 2007, se hizo cargo de la DLR, equivalente a la agencia espacial alemana. ¡°Cuando llegu¨¦ all¨ª [Rosetta hab¨ªa despegado en 2004] ped¨ª toda la informaci¨®n de la misi¨®n y me pareci¨® simplemente incre¨ªble, pens¨¦ que no era posible¡± hacer lo que pretend¨ªan los ingenieros y cient¨ªficos de la Agencia Espacial Europea (ESA), confiesa. Desde hace algo m¨¢s de un a?o, Woerner es el director general de esa organizaci¨®n, que agrupa a 22 pa¨ªses, incluida Espa?a. El aterrizaje exitoso de Rosetta es el mayor logro que ha vivido durante su mandato.
Normalmente, los eventos de seguimiento en directo como el de hoy son una mezcla de tensi¨®n y confianza, pues los m¨¢rgenes de error o la posibilidad de que haya problemas fatales para la misi¨®n son muy escasos. Pero Woerner resalta que este no ha sido siempre el caso de Rosetta, una misi¨®n de 12 a?os y cuyo buque insignia, el orbitador que da nombre a la misi¨®n, no estaba dise?ado para aterrizar en un cometa.
¡°Hemos tenido varios retos importantes¡±, ha explicado Woerner a Materia pocos minutos despu¨¦s de la confirmaci¨®n del aterrizaje. Uno de ellos fue despu¨¦s de la hibernaci¨®n, la vuelta a la vida de Rosetta tras dos a?os y medio de viaje espacial. ¡°Hay que tener en cuenta que el ordenador de abordo tiene 15 a?os, es viejo, y por eso el final de la hibernaci¨®n se retras¨®, ya que hubo problemas con el software¡±, recuerda. ¡°Afortunadamente [esa programaci¨®n] estaba configurada de una forma muy inteligente y se pudo reparar¡±, a?ade.
Rosetta ha orbitado y aterrizado en un cometa gracias a un ordenador con tres gigas de memoria (10 veces menos que un smartphone) y ha retratado como nunca antes los alucinantes paisajes el 67P con una c¨¢mara de unos 4 megap¨ªxeles, unas tres veces menos que la de los tel¨¦fonos inteligentes que mucha gente usa para hacerse selfies. Y todo eso se ha enviado a la Tierra a 90 kilobites por segundo, dos veces m¨¢s lento que el 3G.
Woerner piensa que el plan de Elon Musk para ir a Marte es "ciencia-ficci¨®n"
¡°Este es un momento grande, y muestra lo que nos aporta el espacio, ciencia al mayor nivel, desarrollo de tecnolog¨ªa, no solo para Rosetta, sino tambi¨¦n para otros sectores en tierra, y la inspiraci¨®n que aporta, que es lo m¨¢s importante, porque necesitamos que los j¨®venes se fascinen y se motiven por el futuro. Rosetta ha hecho todo eso¡±, resalta Woerner. Tambi¨¦n hubo problemas con Philae, sus arpones de anclaje no funcionaron bien, ¡°as¨ª que no hubo un aterrizaje, sino varios¡±, pero se ha conseguido recuperar ¡°el 80% de todos los resultados recogidos¡±, comenta el jefe de la ESA.
Un pueblo en la Luna
Apenas hay tiempo para tomar un respiro antes de pasar a la siguiente misi¨®n: el aterrizaje en Marte de un demostrador de la misi¨®n ExoMars el pr¨®ximo 19 de octubre. Europa nunca ha aterrizado en el planeta rojo, cuya fina atm¨®sfera presenta un enorme reto para cualquier nave que quiera frenar lo suficiente como para no estrellarse. En ese sentido, Marte es un gran cementerio de misiones fallidas hechas chatarra.
El demostrador debe ensayar el nuevo sistema para tomar tierra desarrollado por la ESA, que pondr¨¢ la primera piedra para la llegada de un veh¨ªculo de exploraci¨®n en 2020 cuya misi¨®n ser¨¢ ¡°buscar vida¡±, asegura Woerner, que ha participado estos d¨ªas en el Congreso Internacional de Astron¨¢utica en Guadalajara (M¨¦xico).
Durante el encuentro, al que han asistido otros jefes de las agencias espaciales de EE UU, Rusia y China, entre otros, se ha hablado mucho del futuro de la exploraci¨®n humana del espacio. La estrella indiscutible ha sido Elon Musk, esperado por miles de asistentes como un mes¨ªas, y que vino a presentar su plan para enviar 100 humanos a Marte en 2024.
Reuniremos empresas, organismos p¨²blicos, robots y humanos para crear una nueva comunidad en la superficie de la Luna
Woerner es esc¨¦ptico con su presentaci¨®n. ¡°Es como la ciencia-ficci¨®n, siempre suena posible e imposible a la vez¡±, comenta. ¡°Su idea de mandar m¨¢s de 100 personas de una vez es muy especial, pero creo fuertemente que este no ser¨¢ el primer paso¡±, asegura. ¡°Si los humanos somos lo suficientemente fuertes como para mantener este planeta, estoy seguro que incluso grupos m¨¢s grandes acabar¨¢n viviendo en Marte, pero no ser¨¢ tan r¨¢pido¡±, a?ade.
El jefe de la ESA tiene su propio plan: crear un pueblo en la Luna. ¡°El espacio es nuestra pr¨®xima dimensi¨®n para los humanos y la Luna es, desde mi punto de vista, el pr¨®ximo continente a explorar¡±, explica. ¡°En el pasado, todas las misiones se han desarrollado y financiado con fondos p¨²blicos, y yo creo que con la Luna necesitamos algo diferente¡±, explica.
La idea incluye la creaci¨®n de bases permanentes que permitan aprovechar los recursos que atesora el sat¨¦lite, usarla como una nueva instalaci¨®n cient¨ªfica, por ejemplo construyendo un telescopio en su cara oculta, y tomarla como punto de partida de futuras misiones a Marte. Esta base acoger¨ªa tambi¨¦n a las empresas que quieran hacer miner¨ªa o turismo, dice Woerner.
¡°Yo lo llamo la aldea lunar, lo que quiere decir que reuniremos empresas, organismos p¨²blicos, robots y humanos y no solo habr¨¢ un proyecto, sino un gran concepto; crear una nueva comunidad en la superficie de la Luna¡±, resume el ingeniero, que espera contar con el apoyo de la NASA para llevar a cabo el proyecto.
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