(In)acci¨®n por el cambio clim¨¢tico

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Hoy es el D¨ªa Internacional contra el Cambio Clim¨¢tico, y mientras en Espa?a estamos asistiendo a la inacci¨®n del Gobierno en funciones en este tema, en pocas semanas tendr¨¢ lugar en Marrakech la COP 22.

La Cumbre se celebra, casi un a?o despu¨¦s de la Cumbre del Clima en Par¨ªs en un contexto pol¨ªtico de menor presi¨®n, pero de m¨¢s emergencia social y ambiental, pues cada minuto cuenta en la lucha contra el calentamiento global.

Al votar "s¨ª" a la ratificaci¨®n del Tratado de Par¨ªs, el Parlamento Europeo garantizaba su entrada en vigor. El m¨ªnimo requerido de ratificaciones se ha cumplido antes del 7 de octubre de 2016, por lo que el acuerdo entrar¨¢ ahora en vigor a tiempo para el comienzo de la pr¨®xima Conferencia de las Partes sobre Cambio Clim¨¢tico.

El Acuerdo insta a los Estados que lo han ratificado, a tener mayor ambici¨®n en sus planes nacionales de reducci¨®n de emisiones (NDC¡¯s). Sin embargo, este objetivo persigue que los pa¨ªses tomen medidas que aseguren que la temperatura global no aumenta en este siglo m¨¢s de dos grados cent¨ªgrados respecto a los niveles pre-industriales, cuando lo necesario es mantener el aumento global de la temperatura a 1,5 grados.

Pero la ratificaci¨®n es s¨®lo un paso, ahora toca desplegar el acuerdo con paquetes de medidas concretas que permitan su implementaci¨®n. Par¨ªs se caracteriz¨® por el simbolismo de sus acuerdos, Marrakech deber¨¢ hacerlo por el pragmatismo de las decisiones que adopte. Esto significa que es necesario avanzar y traducir en objetivos concretos las pol¨ªticas clim¨¢ticas y sus objetivos para el 2020, 2030 y 2050.

Por eso, es imperativo poner en marcha actuaciones concretas de transici¨®n energ¨¦tica hacia un nuevo modelo, apoyar activamente la movilidad de la transici¨®n, y avanzar firmemente hacia la transici¨®n de nuestros sistemas financieros y mecanismos de inversi¨®n. Y para conseguirlo, no s¨®lo tendremos que hacer un esfuerzo aqu¨ª, sino tambi¨¦n en pa¨ªses m¨¢s vulnerables. ?La clave? Obtener financiaci¨®n por 100 mil millones de d¨®lares anuales para lograr las metas. Sin embargo, de donde sacar los recursos sigue siendo una de las limitaciones del acuerdo.

Es imperativo poner en marcha actuaciones concretas de transici¨®n energ¨¦tica hacia un nuevo modelo

Sin los fondos necesarios para que los pa¨ªses en desarrollo (PED) aborden sus procesos de transici¨®n y desplieguen sus capacidades de adaptaci¨®n, el acuerdo ser¨¢ papel mojado, al atentar contra los derechos de los pueblos m¨¢s vulnerables.

Un requisito clave para el ¨¦xito de la COP22, obviamente, ser¨¢ el acuerdo de una hoja de ruta s¨®lida y fiable de los pa¨ªses desarrollados sobre la forma en que se van a cumplir su promesa de 100 mil millones de d¨®lares. Una hoja de ruta que incluya rendici¨®n de cuentas y transparencia, en relaci¨®n con la prestaci¨®n de apoyo prometido para los pa¨ªses en desarrollo.

Entre los retos tambi¨¦n est¨¢ el necesario avance en cuanto a p¨¦rdidas y da?os, algo por lo que Par¨ªs, finalmente, pas¨® de puntillas. Entregar un plan de trabajo ambicioso para cinco a?os sobre la p¨¦rdida y el da?o debe ser una garant¨ªa necesaria para los pa¨ªses vulnerables y para todos los que defendemos la Justicia Clim¨¢tica.

2015 fue el a?o m¨¢s caluroso jam¨¢s registrado en la historia y 2016 no quedar¨¢ lejos de su predecesor. Uno de las cuestiones clave para limitar el aumento de la temperatura global es mantener sin explotar al menos entre el 60 y el 80% de los combustibles f¨®siles. En pocas palabras, el futuro ser¨¢ libre de f¨®siles o no ser¨¢. Sin embargo, todav¨ªa hay cientos de miles de millones invertidos en combustibles f¨®siles, apoyando un modelo de negocio que arruina nuestro planeta y la vida de todos los seres vivos que lo habitamos. Si Marrakech no avanza en esta direcci¨®n fracasar¨¢.

Las formas en que actualmente consumimos y producimos energ¨ªa est¨¢n cambiando nuestro planeta y lo vemos en nuestros pa¨ªses. Sabemos que la energ¨ªa nuclear no es la soluci¨®n, como tampoco lo es el fracking de gas de esquisto, pero tenemos que seguir presionando para que nuestros gobiernos apuesten por otros modelos.

Un requisito clave para el ¨¦xito de la COP22 ser¨¢ una hoja de ruta s¨®lida y fiable?

Los impactos del cambio clim¨¢tico tienen ya efectos severos sobre los desplazamientos de poblaci¨®n, sobre la salud de millones de personas, sobre las fuentes de subsistencia, alimentaci¨®n y de ingresos de una gran parte de la humanidad que se ve obligada a desplazarse si quiere subsistir. No es una invenci¨®n, es real y lo estamos padeciendo.

En el d¨ªa de la acci¨®n clim¨¢tica mundial, queremos que cada vez m¨¢s personas demanden cambios en las formas y fuentes de producci¨®n de energ¨ªa. Queremos pol¨ªticas clim¨¢ticas coherentes que no faciliten por un lado lo que nos niegan por otro con tratados como el CETA o el TTIP. Queremos recordar que luchar contra el cambio clim¨¢tico es tambi¨¦n una batalla contra la desigualdad y la pobreza, a favor del empleo digno y por la defensa de los derechos humanos; ingredientes esenciales para un mundo que debe trabajar por la paz.