As¨ª cambia su cuerpo cuando deja de practicar sexo
El lado bueno de la actividad sexual est¨¢ probado. ?Abandonarla tiene entonces efectos negativos? Esto dice la ciencia
¡°?No tener sexo es malo para la salud?¡± es una de las preguntas frecuentes que se escuchan en todo consultorio sexual. Rodeada siempre por el tab¨², la sexualidad se encuentra entre los objetos de estudio que suelen navegar entre la evidencia cient¨ªfica, la experiencia cl¨ªnica y los mitos avivados por las creencias populares. Los beneficios de la actividad sexual sobre sistemas como el cardiovascular, el neurol¨®gico o el inmune est¨¢n demostrados en la literatura cient¨ªfica. Pero esa evidencia puede dar pie a pensar en la idea contraria: ?La abstinencia tiene efectos negativos sobre el organismo? Aunque la duda asalta a muchos, la cuesti¨®n todav¨ªa queda lejos de definirse como materia de discusi¨®n en ciencia, y a los profesionales sanitarios no les queda otro remedio que basar sus indicaciones en los casos vistos en la consulta.
Para entender por qu¨¦ las implicaciones negativas de la inactividad sexual siguen en la indefinici¨®n, conviene empezar por el propio significado de abstinencia. Como se?ala el ginec¨®logo y sex¨®logo del Hospital Universitario de Burgos, Modesto Rey, portavoz de la Junta Directiva de la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n (SEC), no existe una anulaci¨®n sexual plena como concepto general. ¡°Nadie puede dejar de comportarse como ser sexual. ?Qu¨¦ es la abstinencia, no tener pr¨¢cticas con otras personas, no tener autoerotismo? ?Alguien puede anular las fantas¨ªas sexuales y sus interacciones con el sistema emocional y f¨ªsico? La abstinencia solo podr¨ªa referirse a la falta de pr¨¢cticas sexuales orientadas al orgasmo. Pero no hay estudios que eval¨²en su impacto en la salud de las personas que han decidido no tenerlas por razones morales o m¨ªsticas o por miedos. A nivel psicol¨®gico, depende de la motivaci¨®n de cada persona. Conocemos casos en consulta de quienes no tienen relaciones sexuales, pero no padecen trastornos. El problema de fondo es c¨®mo se evidencia el conflicto de quien quiere tener relaciones pero no las tiene¡±, sostiene Rey, presidente de la Sociedad de Castilla y Le¨®n y Norte de Contracepci¨®n.
¡°Los efectos negativos de los que se suele hablar son la contraposici¨®n de los beneficios que han sido estudiados. La relaci¨®n positiva entre la sexualidad y la enfermedad cardiaca, los accidentes cerebro-vasculares o con el s¨ªndrome metab¨®lico como la diabetes tipo 2 est¨¢ probada. Por ejemplo, sabemos que las relaciones sexuales afectan a la inmunidad, con lo cual el d¨¦ficit relaciones sexuales no estimular¨ªa de forma adecuada la inmunidad. Cuando se tienen relaciones con una pareja o con diferentes, entonces se est¨¢ en contacto con ant¨ªgenos de otras personas, y favorece la inmunidad¡±, afirma la sex¨®loga cl¨ªnica Francisca Molero, codirectora del Institut de Sexologia de Barcelona.
Si usted lee que el sexo es bueno para la tensi¨®n arterial, puede pensar en lo contrario, que la falta de actividad sexual se traduce en hipertensi¨®n. Pero no siempre es as¨ª. ¡°Es como decir que el aceite de oliva virgen extra aumenta el HDL del colesterol que limpia la arteria, y si no lo tomo se produce lo contrario, pero siempre puedo comer un buen jam¨®n de pata negra para subir el HDL. La actividad sexual aporta salud, pero una persona que decide ser abstinente porque lo ha decidido con libertad, no tiene ning¨²n tipo de perjuicio en la salud. La sexualidad es un elemento important¨ªsimo, pero si alguien decide pasar de ella puede estar perfectamente sana¡±, asegura Manuel Lucas, presidente de la Sociedad Espa?ola de Intervenci¨®n en Sexolog¨ªa (SEIS) y secretario general de la Academia Internacional de Sexolog¨ªa M¨¦dica (AISM), y profesor del M¨¢ster de Sexolog¨ªa en la Universidad de Almer¨ªa.
Cuando aumenta la ansiedad
?Cu¨¢ndo es, entonces, la abstinencia un problema? Si es consciente de que no tiene actividad sexual y eso le preocupa, puede tener un efecto pernicioso. ¡°Cuando se habla del cese de la actividad sexual, no por una causa voluntaria sino por algo que lo impide, hay estudios muy interesantes como los de Els Pazmany, de 2014, que abordan los efectos sobre la autoestima de la persona o la idea del autoconcepto, aumentando el estado de depresi¨®n y ansiedad. Una persona que no ha tenido nunca una actividad sexual sola o compartida no es tan consciente de lo que ocurre, y a lo mejor, si se cuida en otros aspectos, la falta de sexualidad no tiene por qu¨¦ ser tan negativo. Pero en una persona que en un momento determinado ha tenido sexualidad y la cesa o la deja, el perjuicio es mayor porque es consciente de esa ausencia, y la afectaci¨®n psicol¨®gica se acaba traduciendo en otros procesos fisiol¨®gicos y org¨¢nicos¡±, se?ala Molero.
El estr¨¦s lo provocan condicionantes diversos, como la falta de sue?o o las preocupaciones diarias, pero tambi¨¦n podr¨ªa estar relacionado con el sexo, seg¨²n un estudio de 2005 que detect¨®menores niveles de estr¨¦s entre quienes hab¨ªan mantenido relaciones sexuales recientes. ¡°Latendencia natural fisiol¨®gica ser¨ªa siempre compensar a nuestro cuerpo: si estamos mal ynuestro nivel de dopamina o de serotonina disminuye por tener bloqueados los sistemas derecompensa, habr¨ªa que recurrir a un mecanismo natural como el sexo para intentar desbloquearesa situaci¨®n, pero no lo hacemos de forma espont¨¢nea por los condicionamientos sociales,morales y culturales que nos dicen que eso no est¨¢ bien. Es un ejemplo de c¨®mo la percepci¨®nde nuestra salud y la influencia de la cultura a veces nos puede bloquearnos a la hora desolucionar nuestros problemas de salud¡±, reflexiona Molero.
A m¨¢s represi¨®n sexual, m¨¢s agresividad
En un estudio de 18 a?os, con revisiones bibliogr¨¢ficas e investigaciones cualitativas sobre 66 culturas en diferentes lugares del mundo, Lucas demostr¨® en su tesis doctoral, publicada en el libro Sed de piel, la relaci¨®n entre el papel de la mujer, la salud sexual y la agresividad. ¡°Las sociedades m¨¢s agresivas son las m¨¢s abstinentes o reprimidas. Toda cultura tiene necesidad de contacto. En las sociedad donde lo femenino es lo prioritario y donde la figura del padre o marido no existe, como en el pueblo Na de China, la moral sexual es flexible y la actividad es intensa, suele coincidir con culturas muy pac¨ªficas, mientras que las culturas patriarcales como algunas tribus de Nueva Guinea, donde el 30% de los hombres mueren en acto b¨¦lico, son m¨¢s agresivas y a la vez tienen una moral sexual m¨¢s represiva¡±, explica el autor. Esa agresividad motivada por la abstinencia tambi¨¦n se puede expresar en sociedades como la nuestra. ¡°Puede haberla si la abstinencia se debe a una ausencia no relajada ni libremente tomada. La sexualidad es un valor, una oportunidad, una capacidad y un instrumento rehabilitador y generador de bienestar, pero no es una obligaci¨®n. Pero si una persona no tiene relaciones sexuales desde una ¨®ptica del pecado o por una disfunci¨®n, enfermedad o incapacidad, o porque se ve feo, entonces se crea un problema¡±, explica Lucas.
Menor inteligencia
Vinculado al descanso y la relajaci¨®n, el beneficio de la actividad sexual sobre el sue?o es tambi¨¦n algo que suelen perder los abstinentes, recuerda Molero: ¡°Es algo que antes los hombres lo sab¨ªan, pero ahora se les ha olvidado un poco. Antes utilizaban las relaciones sexuales para dormir y relajarse. Ahora el estr¨¦s lo puede todo, y la gente no ve los remedios fisiol¨®gicos que tiene nuestro propio cuerpo, sino que los desechan. O¨ªr a nuestro cuerpo a veces nos puede ayudar, como por ejemplo en el caso de recurrir a la actividad sexual para dormir mejor¡±, aconseja Molero.
Aunque no ha sido refrendada todav¨ªa en estudios posteriores, una investigaci¨®n de 2013 llegaba a se?alar que una limitada actividad sexual podr¨ªa traducirse en menos inteligencia, atendiendo al papel del sexo como incentivo de la neurog¨¦nesis [la creaci¨®n de nuevas neuronas] y la mejora de la funci¨®n cognitiva, gracias a que los encuentros sexuales pueden impulsar el crecimiento celular en el hipocampo, la regi¨®n cerebral de la memoria a largo plazo.
Descuido de los genitales
Mantener relaciones sexuales contribuyen a una cuesti¨®n nada balad¨ª: la consciencia sobre el cuidado de los genitales. Algo que se suele descuidar en los casos de abstinencia, recuerda esta sex¨®loga. ¡°A veces no tenemos en cuenta lo que tenemos: la vagina es un m¨²sculo y si no se trabaja, acaba estando laxo y aparece una hipoton¨ªa. El hecho de notarlo en las relaciones sexuales nos hace ser m¨¢s conscientes a la hora de cuidarlo y trabajarlo. Es algo muy parecido en el caso de los hombres como el riesgo de c¨¢ncer de pr¨®stata. Cada vez que el hombre eyacula pone en marcha todos unos mecanismos musculares, neuronales y endocrinos que hacen que el l¨ªquido fluya y genere una cierta limpieza y descongesti¨®n de la pr¨®stata, y si no hay esa actividad, no hay tanto recambio¡±, explica Molero.
La falta de encuentros sexuales tambi¨¦n puede aumentar la probabilidad de padecer disfunci¨®n er¨¦ctil. Seg¨²n un art¨ªculo de 2008 en el American Journal of Medicine, tras hacer seguimiento de 900 casos durante cinco a?os, los hombres de entre 50 y 70 a?os que hab¨ªan tenido relaciones sexuales una vez por semana ten¨ªan la mitad de probabilidades de desarrollar disfunci¨®n er¨¦ctil que los hombres que las ten¨ªan con menor frecuencia. Los investigadores demostraron que la actividad sexual regular permite conservar la potencia sexual de la misma forma que el aer¨®bic mantiene la capacidad f¨ªsica del cuerpo.
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