El cerebro es un mosaico de mutaciones
La investigaci¨®n reciente del genoma de cada c¨¦lula individual revela las variaciones ¡®som¨¢ticas¡¯ de las neuronas
El modelo cl¨¢sico del desarrollo es bien conocido: la fusi¨®n del ¨®vulo y el espermatozoide genera el genoma del nuevo individuo, que al principio es una sola c¨¦lula (el cigoto); a medida que esa c¨¦lula va dividi¨¦ndose y proliferando, su genoma no hace m¨¢s que replicarse, y por tanto todas las c¨¦lulas de la persona adulta son gen¨¦ticamente id¨¦nticas. Las investigaciones recientes revelan que ese modelo es demasiado simple, porque las c¨¦lulas van acumulando cambios gen¨¦ticos (mutaciones) mientras se duplican, y sobre todo en el cerebro. El cerebro adulto es, por tanto, un mosaico de genomas diferentes.
Uno de los investigadores j¨®venes que m¨¢s ha contribuido a ese descubrimiento es Gilad Evrony, de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, y el Hospital Mount Sinai de Nueva York. Su recuento de estas investigaciones acaba de obtener el premio Eppendorf & Science de neurobiolog¨ªa, un galard¨®n de gran prestigio. El ensayo se publica en Science y se puede leer en abierto a partir de hoy en la web de esa revista.
Evrony ha desarrollado una tecnolog¨ªa innovadora capaz de amplificar y secuenciar (leer) con alta precisi¨®n el genoma de una sola c¨¦lula. Este avance t¨¦cnico ha sido imprescindible para que su laboratorio y otros hayan podido demostrar que el cerebro es un mosaico de genomas distintos. Uno de los corolarios del hallazgo es que el cerebro de cada persona es ¨²nico e irrepetible. Ni siquiera dos hermanos gemelos, que parten de genomas id¨¦nticos, tienen cerebros gen¨¦ticamente id¨¦nticos. El cerebro de Einstein no se puede clonar, por poner un ejemplo tonto.
El caso m¨¢s conocido de mutaciones som¨¢ticas es el c¨¢ncer. Solo algunos c¨¢nceres son hereditarios, pero todos son gen¨¦ticos, porque se producen como consecuencia de cambios en el genoma de las c¨¦lulas que ocurren durante el desarrollo o la vida adulta, es decir, como consecuencia de mutaciones som¨¢ticas. Pero la gen¨®mica ha revelado que las mutaciones som¨¢ticas no son exclusivas del c¨¢ncer, ni mucho menos. Todos los ¨®rganos y tejidos del cuerpo las experimentan, y el cerebro m¨¢s que ning¨²n otro.
Esta tecnolog¨ªa innovadora es capaz de amplificar y secuenciar (leer) con alta precisi¨®n el genoma de una sola c¨¦lula
En los ¨²ltimos a?os se ha acumulado la evidencia de que las mutaciones som¨¢ticas est¨¢n detr¨¢s de (al menos) algunos casos de enfermedades neurol¨®gicas como la epilepsia, dolencias neurodegenerativas, discapacidades intelectuales, malformaciones cerebrales y autismo. Por el momento se supone que son casos raros, pero la dificultad de obtener datos sobre mutaciones som¨¢ticas que afectan a muy pocas neuronas, o incluso a una sola, puede estar ocultando el cuerpo del iceberg. La t¨¦cnica desarrollada por Evrony promete hacerlo aflorar.
Una hip¨®tesis rompedora ha emergido en el ¨²ltimo decenio, sobre todo gracias al laboratorio de Fred Gage, en el Instituto Salk de California. Se refiere a los llamados transposones, o genes saltarines, segmentos de ADN que contienen la informaci¨®n para escindirse del lugar que ocupan (o sacar una copia de s¨ª mismos) y saltar a otros lugares del genoma. Cerca de la mitad del genoma humano son restos de antiguos transposones, testigos f¨®siles de viejas carreras de armamentos entre estos diablillos gen¨¦ticos y las defensas que la c¨¦lula ha generado contra ellos. Pero hay al menos un transpos¨®n que sigue activo en nuestro genoma. Se llama LINE-1.
Gage ha descubierto que LINE-1 salta por el genoma de las c¨¦lulas precursoras de las neuronas. Lo hace de manera diferente en una u otra c¨¦lula, y desde luego en una u otra persona. Cuando una de esas c¨¦lulas precursoras se divide y prolifera, todas las neuronas que descienden de ella heredan la nueva posici¨®n del transpos¨®n, y el resultado es un clon, un trozo de cerebro que tiene un genoma distinto del resto. Todo esto son hechos probados. La hip¨®tesis rompedora es que estos saltos no sean la excepci¨®n, sino la regla, durante el desarrollo del cerebro, y que por tanto la diversidad generada por estas mutaciones som¨¢ticas sea una clave importante de la construcci¨®n de cualquier cerebro individual, de su respuesta al entorno y de sus dolencias neuropsiqui¨¢tricas.
La actividad de los transposones no es el ¨²nico tipo de mutaci¨®n som¨¢tica que ocurre durante el desarrollo y la vida adulta del cerebro. Hay al menos otros dos muy importantes. Uno son las mutaciones puntuales, cambios de una sola letra en la secuencia del ADN (gatacca¡). Ocurren sobre todo durante la replicaci¨®n del material gen¨¦tico, que tiene una precisi¨®n asombrosa, pero no perfecta. El otro son las variaciones en el n¨²mero de copias (copy number variations, o CNV), que son duplicaciones o amputaciones de genes, trozos de genes o grupos de genes que alteran el delicado equilibrio de dosis entre unos genes y otros.
El objetivo central de Evrony es aclarar si el mosaicismo gen¨¦tico generalizado del cerebro es la causa ¨²ltima de los trastornos neuropsiqui¨¢tricos. De ser as¨ª, estas enfermedades no ser¨ªan hereditarias, pero s¨ª gen¨¦ticas, como el c¨¢ncer. Una hip¨®tesis importante que ahora puede ponerse a prueba.
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