Las guerras de Afganist¨¢n extendieron la tuberculosis
La invasi¨®n sovi¨¦tica llev¨® cepas de Asia central que la intervenci¨®n estadounidense export¨® a Europa
Un brote de tuberculosis en Oslo en 2013 podr¨ªa tener su origen en la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n de 1979 y con la intervenci¨®n de EE UU iniciada 22 a?os despu¨¦s. Un estudio del parentesco gen¨¦tico de casi un centenar de muestras de distintos pa¨ªses europeos y asi¨¢ticos muestra c¨®mo una nueva variante de la enfermedad lleg¨® al pa¨ªs asi¨¢tico con una guerra y se extendi¨® fuera de ¨¦l con otra.
En la capital noruega se produjeron 25 casos de infectados, con otro centenar que no desarroll¨® la enfermedad. La mayor¨ªa de ellos eran refugiados afganos que salieron de su pa¨ªs durante o tras la guerra que los estadounidenses iniciaron con los talibanes en 2001 despu¨¦s del 11-S. Pero investigadores noruegos han remontado el ¨¢rbol gen¨¦tico del causante de la enfermedad, una familia de la Mycobacterium tuberculosis hasta llegar a alguna regi¨®n sovi¨¦tica del Asia central en los a?os 50.
Un brote en Oslo pudo ser rastreado hasta Afganist¨¢n y, desde ah¨ª, a Asia central
La tuberculosis mat¨® a 1,5 millones de personas en 2014, ¨²ltimos datos de los que dispone la OMS. Aunque est¨¢ en retirada desde que comenz¨® el siglo, tres de sus siete linajes est¨¢n ocupando el lugar que dejan los otros cuatro. Es el caso del linaje 2 (L2), que de origen milenario en el este de China, se ha extendido por todo el planeta, en especial en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Lo m¨¢s problem¨¢tico es que algunas de sus cepas son multirresistentes: han desarrollado resistencia contra los varios antibi¨®ticos que conforman la primera l¨ªnea de defensa contra la enfermedad.
"Debido al llamado reloj molecular, cuando las cepas son muestreadas por un periodo de tiempo suficiente, podemos triangular hacia atr¨¢s en el tiempo y estimar cuando vivieron sus ancestros", explica el investigador del Instituto Noruego de Salud P¨²blica y principal autor de la investigaci¨®n, Vegard Eldholm. Para su trabajo, reci¨¦n publicado en PNAS, los cient¨ªficos se aprovecharon de que las especies tienden a mutar a un ritmo o ratio constante, su reloj molecular. "En general, los organismos m¨¢s peque?os, como virus y bacterias, evolucionan r¨¢pidamente, mientras que los m¨¢s grandes, como los humanos, lo hacen m¨¢s lentamente", detalla Eldholm.
En este caso, el viaje hacia atr¨¢s les llev¨® hasta mediados de los a?os 50, cuando emergi¨® el llamado clado de Asia Central, un sublinaje del L2. La familia de la cepa afgana detectada en Oslo y en otras ciudades del norte de Europa es parte de ese clado. El estudio fecha su emergencia en 1988, con un margen de error de ocho a?os arriba o abajo. La l¨ªnea temporal y la filogen¨¦tica llevan a los cient¨ªficos a plantear que esta variedad del pat¨®geno lleg¨® a Afganist¨¢n durante la guerra ruso-afgana de 1979-1989.
Durante a?os, la nueva variante de la tuberculosis convivi¨® con otras locales. Pero la segunda guerra de Afganist¨¢n, esta vez con la alianza internacional liderada por EE UU provoc¨® que miles de afganos salieran del pa¨ªs y algunos llevaron el pat¨®geno asi¨¢tico a otras partes del mundo, en particular a Europa.
"No podemos estar completamente seguros de que la cepa lleg¨® con la invasi¨®n sovi¨¦tica, pero es la explicaci¨®n m¨¢s probable", dice el investigador noruego, "Si fuera as¨ª y llevas la l¨®gica de nuestros resultados hasta el final, el brote de Oslo no se habr¨ªa producido sin las invasiones primero sovi¨¦tica y despu¨¦s estadounidense", dice Eldholm, que aclara en todo caso, que la cepa dominante en el brote aunque pertenece al L2, no es especialmente virulenta ni ha desarrollado resistencia a los antibi¨®ticos.
Si lo hicieron otras variantes del mismo clado que predominan en las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas de Asia central. Durante su investigaci¨®n, Eldholm y sus colegas detectaron que un alto porcentaje del pat¨®geno de la tuberculosis que circula por la regi¨®n es multirresistente. El reloj molecular se?ala adem¨¢s cu¨¢ndo empez¨® este peligroso proceso: despu¨¦s de 1991, es decir, con la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Tras la ca¨ªda de la URSS, emergieron cepas resistentes en varias rep¨²blicas ex sovi¨¦ticas
Para el investigador en gen¨®mica de la tuberculosis del Instituto de Biomedicina de Valencia CSIC, I?aki Comas, la conexi¨®n entre el desplome de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la emergencia de la resistencia es la otra lecci¨®n de este estudio. "La ca¨ªda del sistema sanitario llev¨® a una menor disposici¨®n de f¨¢rmacos, lo que dificult¨® la terapia combinada que asegura evitar el desarrollo de resistencias" comenta. Adem¨¢s, "el control de la tuberculosis dejo de ser esencial, lo que llev¨® a que se transmitiera con m¨¢s libertad", a?ade.
La combinaci¨®n de mayor facilidad de transmisi¨®n y desarrollo de resistencia ha llevado a que en muchos pa¨ªses de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica "el n¨²mero de casos nuevos que ya son multirresistentes sea de m¨¢s del 30%", detalla Comas, que no ha intervenido en este estudio. En Espa?a, no llega al 3%. El noruego Eldholm a?ade otro factor que tener en cuenta: "Rusia ha tenido un gran problema con sus prisiones durante mucho tiempo, donde se han hacinado presos en condiciones brutales. Las prisiones han resultado ser incubadoras para la propagaci¨®n de la tuberculosis en Rusia y probablemente tambi¨¦n haya desempe?ado un papel crucial en la expansi¨®n de las cepas resistentes".
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