Un l¨¢ser para que la Tierra aprenda a esquivar asteroides
Un centenar de cient¨ªficos reclama que Europa financie una misi¨®n para estudiar ese peligro
"Si los dinosaurios hubieran tenido una agencia espacial y hubieran invertido en prevenir el choque de un asteroide, hoy seguir¨ªan dominando la Tierra", bromea Javier Licandro, investigador del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC). El chiste pretende ilustrar el momento en el que se encuentra el estudio de esa amenaza para la vida terr¨ªcola, tan explotada en el cine. "Es una certeza que un asteroide nos volver¨¢ a golpear, ?qu¨¦ estamos haciendo para evitarlo?", se pregunta. Licandro se ha sumado a m¨¢s de un centenar de cient¨ªficos de primer nivel, entre los que est¨¢ Stephen Hawking, para reclamar a Europa que financie una misi¨®n que puede resultar decisiva. En la actualidad, ya hay planes para explotar los minerales de los asteroides y para explicar a la humanidad que un asteroide puede acabar con nosotros, pero todav¨ªa no sabemos c¨®mo hacer algo m¨¢s que los dinosaurios para salvarnos.
"Es una certeza que un asteroide nos volver¨¢ a golpear, ?qu¨¦ estamos haciendo para evitarlo?", se pregunta Licandro
Se trata de una misi¨®n conjunta de las agencias europea (ESA) y estadounidense (NASA) que tiene la intenci¨®n de estudiar c¨®mo afectar¨ªa a un asteroide peligroso que lo golpe¨¢ramos para desviarlo de su trayectoria. Este proyecto, denominado AIDA (Evaluaci¨®n del Impacto y Deflexi¨®n de Asteroides, por sus siglas en ingl¨¦s) tienes dos partes complementarias: los norteamericanos golpean y los europeos observan. Lo que los cient¨ªficos reclaman en una carta a la?conferencia ministerial de la ESA que financie la parte europea, que todav¨ªa est¨¢ en el aire, llamada AIM. La decisi¨®n se tomar¨¢ a finales de esta semana en Lucerna (Suiza).
El objetivo es una pareja de asteroides, el sistema binario Didymos con uno mayor de 800 metros de di¨¢metro y su peque?a luna, llamada coloquialmente Didymoon, de 150 metros. La NASA enviar¨¢ DART, un artefacto de 300 kilos, para que golpee en octubre de 2022 contra esa luna y as¨ª observar c¨®mo afectan intervenciones de este tipo en la trayectoria de los asteroides. Para analizar en detalle las consecuencias, AIM deber¨ªa haber llegado en mayo de ese a?o para observar antes, durante y despu¨¦s del impacto al sistema binario de asteroide y miniluna. El impacto, a m¨¢s de 6 kil¨®metros por segundo, no puede suponer peligro para la Tierra porque no se cruza con nuestro planeta por mucho que se altere su trayectoria.
Seg¨²n explica Licandro, la misi¨®n europea tendr¨ªa tres patas: la m¨¢s evidente es la mencionada, sobre seguridad para comprender c¨®mo proteger a la Tierra frente a objetos potencialmente peligrosos. En segundo lugar, el conocimiento sobre asteroides que dar¨ªa la observaci¨®n de esa pareja de asteroides, unos peones con mucha informaci¨®n sobre la formaci¨®n del universo. Y adem¨¢s, la misi¨®n pondr¨¢ a prueba por primera vez un sistema de comunicaci¨®n por l¨¢ser desarrollado por el IAC. "Es mucho m¨¢s efectivo y r¨¢pido que los sistemas de radio que usamos habitualmente", asegura Licandro.
Sin AIM y sin su comunicaci¨®n l¨¢ser, se podr¨¢ seguir desde la Tierra el impacto, pero se perder¨¢ gran parte de la informaci¨®n que ofrecer¨¢ el choque de DART contra el asteroide. Esa comunicaci¨®n v¨ªa l¨¢ser es una gran oportunidad para organismos y empresas espa?olas para desarrollar la tecnolog¨ªa. El IAC, adem¨¢s, aportar¨¢ una c¨¢mara t¨¦rmica para la misi¨®n. Junto con Licandro, Julia de Le¨®n y Miquel Serra-Ricart forman el equipo del IAC que se ha sumado a la presi¨®n a la ESA para que apruebe esta misi¨®n.
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