Guadalupe Sabio: ¡°Los pol¨ªticos han de entender la ciencia¡±
G UADALUPE SABIO, Guada para sus amigos, estudiaba Veterinaria en la Universidad de Extremadura cuando comenz¨® a hacer pr¨¢cticas en una cl¨ªnica. Un d¨ªa, la due?a de un perro con un problema que ella no recuerda, pero cuyo diagn¨®stico no era obvio, fue a consultar a su jefe. El veterinario, resolutivo, dio su opini¨®n sobre la dolencia que aquejaba al animal. Cuando la mujer se march¨®, Sabio le pregunt¨® a su jefe c¨®mo sab¨ªa que aquella era la enfermedad de la mascota. El veterinario respondi¨®: ¡°No lo s¨¦, pero tienes que darle un diagn¨®stico. Cuando venga porque te has equivocado ya le dar¨¢s otro¡±.
Sabio (Badajoz, 1977) decidi¨® aquel d¨ªa que aquello no era lo suyo. Ama a los animales, pero ama a¨²n m¨¢s la precisi¨®n, el conocimiento, el poder explicar por qu¨¦ determinados procesos provocan determinadas consecuencias. ¡°Para m¨ª, saber la respuesta de lo que yo me preguntaba era lo m¨¢s importante del mundo¡±, reflexiona ahora sobre la raz¨®n por la que orient¨® su carrera hacia la investigaci¨®n bioqu¨ªmica. ¡°Me daba igual que la respuesta fuera saber que esta prote¨ªna estaba compuesta por tres trozos o si este amino¨¢cido era el que hac¨ªa lo que fuera. En ciencia somos muy minimalistas, trabajamos en peque?as ¨¢reas de especialidad. Para m¨ª, todo lo que importaba era encontrar esa respuesta¡±.
Las explicaciones que ahora busca Sabio se encuentran en un campo de la investigaci¨®n que recibe el complejo nombre de se?alizaci¨®n celular de quinasas implicadas en el estr¨¦s y enfermedades metab¨®licas. La cient¨ªfica, que dirige un grupo de investigaci¨®n en el prestigioso Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), explica que, en un futuro, su trabajo puede hacer que descubramos por qu¨¦ somos m¨¢s o menos propensos a sufrir enfermedades como la diabetes.
?Por qu¨¦ es relevante su investigaci¨®n? Es importante porque nos da pistas sobre algo que no conocemos. Hay gente obesa que est¨¢ sana, es decir, que no desarrolla enfermedades. Eso indica que hay algo intr¨ªnseco, que son los genes los que provocan que una persona tenga m¨¢s probabilidad de desarrollar enfermedades secundarias que otra. Si somos capaces de saber cu¨¢les son y c¨®mo bloquearlos, podremos desarrollar nuevas terapias para esas personas. Hoy d¨ªa se sabe que hay distintos tipos de c¨¢ncer; nosotros tambi¨¦n sabemos ahora que hay distintos tipos de obesidad. Si somos capaces de entenderlo, podremos tambi¨¦n encontrar los tratamientos adecuados para cada dolencia.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que 1.300 millones de personas en todo el mundo sufren sobrepeso y 600 millones m¨¢s est¨¢n obesas. ?Por qu¨¦ esta epidemia? Hay varias razones. Primero, tomamos much¨ªsima grasa, incluso en alimentos que no sabemos que la contienen. Adem¨¢s, en los pa¨ªses desarrollados comemos lo que queremos, y es m¨¢s caro llevar una dieta sana que otra menos saludable. Por si fuera poco, cogemos mucho el coche y se hace muy poco ejercicio. Si unes todo eso, tienes una sociedad cada vez m¨¢s obesa. Y el problema principal es que la obesidad cada vez llega a edades m¨¢s tempranas. Un ni?o con sobrepeso tiene menos inter¨¦s por hacer deporte, porque es el que menos corre, y eso propicia que sea cada vez m¨¢s obeso, y al final es un ?c¨ªrculo que lo convierte en un gran problema.
¡°MUCHOS PIENSAN QUE EL OBESO LO EST? PORQUE QUIERE. Y NO ES AS?. HAY UN FACTOR GEN?TICO IMPORTANTE. SER?A INJUSTO NO FINANCIARLES EL TRATAMIENTO¡±.
La industria farmac¨¦utica est¨¢ a la b¨²squeda de una p¨ªldora milagrosa que nos libre del sobrepeso. ?La va a conseguir? Yo creo que no. Hay p¨ªldoras que favorecen que tu organismo absorba menos grasa, y eso puede ayudar a adelgazar, pero una pastilla que te quite el hambre¡ es muy dif¨ªcil, porque adem¨¢s no deber¨ªa tener efectos secundarios. Con el c¨¢ncer puedes tolerar efectos secundarios; con la obesidad, no. ?Vas a soportar el hecho de sufrir v¨®mitos o que se te caiga el pelo solo para adelgazar? La mayor¨ªa de las investigaciones en obesidad no est¨¢n destinadas a que la gente reduzca su peso de manera f¨¢cil, sino a intentar entender c¨®mo, aunque seas obeso, puedes reducir los efectos secundarios de esa obesidad; es decir, c¨®mo conseguir que tengan menos diabetes o menos enfermedades cardiovasculares. Ese tipo de dianas terap¨¦uticas van a ser mucho m¨¢s r¨¢pidas que una p¨ªldora. El metabolismo es muy inteligente. Estamos dise?ados para poder usar lo que comemos en tener la energ¨ªa necesaria para nuestro d¨ªa a d¨ªa. Y ahora lo que queremos es lo contrario: quemar sin esfuerzo todo lo que ingerimos.
Los problemas relacionados con la obesidad generan enormes gastos a la sanidad p¨²blica, as¨ª que Reino Unido ha decidido dejar de financiar tratamientos a obesos. ?Es eso justo? No, no es justo. Hay una parte de la poblaci¨®n que piensa que el obeso lo est¨¢ porque quiere. Y no es as¨ª. Hay un componente gen¨¦tico importante. En la mayor¨ªa de los casos no es un solo gen, son muchos que se al¨ªan para que alguien sienta que tiene mucha hambre. Y la sociedad tiene que saber que esta gente realmente tiene mucha, mucha hambre. Para ellos, comer no es un capricho. Una de estas p¨ªldoras para la obesidad se dise?¨® para que actuara contra el centro de recompensa que recibes cuando comes. Porque para los obesos mucha de su felicidad se basa en esa gratificaci¨®n. Cuando les daban esta pastilla no ten¨ªan compensaci¨®n y, efectivamente, com¨ªan menos. Pero hubo varios suicidios y tuvieron que retirarla. Hay una parte de la poblaci¨®n obesa para la que comer lo es todo.
Tal y como lo explica, parece que para estos obesos la comida es como una droga. ?No habr¨ªa que tratarlo como una adicci¨®n? S¨ª, por supuesto. La pastilla de la que habl¨¢bamos antes estaba dise?ada contra el mismo receptor del cannabis. Por eso hay que entender que un obeso no va a dejar de comer aunque le quites el acceso a la sanidad. El problema es que las complicaciones asociadas a esta enfermedad se producen a largo plazo. El tabaco o la bebida tienen efectos muy significativos y casi inmediatos, pero los obesos siempre tienen a ese amigo gordito al que no le ha pasado nada o al muy delgado que muere de un infarto. Es dif¨ªcil concienciar cuando existe tanta variaci¨®n. La obesidad no provoca una sola enfermedad; te puede atacar al h¨ªgado, al coraz¨®n, a las arterias, a las articulaciones. Como son muchas las posibilidades, es dif¨ªcil ver clara la relaci¨®n causa-efecto.
La obesidad no provoca una sola enfermedad; te puede atacar al h¨ªgado, al coraz¨®n, a las arterias, a las articulaciones.
Elisa Manieri es una estudiante de doctorado que trabaja desde hace seis a?os en el laboratorio de Sabio, donde investigan otras 10 personas. Se marcha dentro de dos meses y lo hace con pena. ¡°Lo mejor de este laboratorio es que nos llevamos muy bien¡±, explica. ¡°No s¨¦ c¨®mo [Sabio] lo ha conseguido, pero todos los que trabajamos aqu¨ª encajamos¡±. Y lo que m¨¢s le gusta es que a la pregunta de c¨®mo es un d¨ªa normal en el laboratorio puede responder: ¡°No hay d¨ªas normales¡±.
¡°Un d¨ªa normal¡, depende¡±, coincide Sabio. ¡°Pasamos mucho tiempo observando a los ratones. Descubres c¨®mo a uno que le falta una prote¨ªna tiene menos diabetes, o c¨®mo a otro le falta otra y le encanta hacer ejercicio. Al rat¨®n lo tienes que tener muy bien cuidado, mimarlo, porque si ¨¦l est¨¢ mal, tus resultados tambi¨¦n lo estar¨¢n¡±.
As¨ª que en su trabajo hay mucha prueba y error. Hay, sobre todo, error [risas]. Pero eso tambi¨¦n es una droga¡ Es decir, t¨² tienes una idea y siempre partes de frases como: ¡°Yo creo que esto se produce por esto¡±. Y entonces ya no puedes parar, tienes que saber c¨®mo funciona, por qu¨¦ eso es as¨ª. Muchas veces se te olvida que la respuesta puede ser inmediata, o puede tardar tres meses o un a?o. Cuando eres ni?o piensas que ser cient¨ªfico es tener un ¡°momento eureka¡±, pero no, es una vez eureka y muchas veces darte cuenta de que esto no ha salido y que hay que volver hacia atr¨¢s. Es importante destacar que, en ciencia, un resultado negativo no es un error. Siempre te informa de algo.
Sabio ha cometido pocos errores en su carrera. Francisco Centeno, profesor de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular en la Universidad de Extremadura, recuerda que su alumna public¨® su primera investigaci¨®n (lo que en el argot se conoce como paper) antes de terminar su tesina, ¡°y eso es muy poco com¨²n¡±. ¡°Es una investigadora muy puntera metodol¨®gicamente¡±, explica Centeno, que sigue colaborando con Sabio en distintos trabajos. ¡°Piensa en grande y tiene una enorme capacidad de liderazgo y de observaci¨®n. Se hace y nos hace preguntas. Es excepcional y va a ser una de las grandes¡±, a?ade con admiraci¨®n. ¡°Es una de las mejores cient¨ªficas que hay en Espa?a¡±, dice, contundente, ?ngel Nebreda, l¨ªder del Laboratorio de Se?alizaci¨®n y Ciclo Celular del Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica (IRB Barcelona), ¡°tiene un enorme talento y un gran futuro, siempre que se le apoye, claro¡±. De 2010 a 2014, el descenso acumulado en los presupuestos de I+D+i en Espa?a ha sido del 10%. ¡°Los pol¨ªticos piensan en las pr¨®ximas elecciones cuando deber¨ªan estar pensando en las pr¨®ximas generaciones¡±, remacha Nebreda.
Los pol¨ªticos son muy cortoplacistas en todo. Ven las cosas a cuatro a?os. Y es que la ciencia nunca va a ser en cuatro a?os.
?Por qu¨¦ cuesta tanto entender que la ciencia funciona a largo plazo y que precisa de financiaci¨®n constante para seguir haci¨¦ndolo? Yo creo que el problema es que los pol¨ªticos son muy cortoplacistas en todo. Ven las cosas a cuatro a?os. Y es que la ciencia nunca va a ser en cuatro a?os. Alcanzar el nivel de conocimiento al que hemos llegado ha sido un camino muy, muy largo. Yo creo que tampoco entienden que la ciencia b¨¢sica es extremadamente importante, que los grandes avances de la humanidad siempre se han producido gracias a ella. A veces nos preguntamos para qu¨¦ sirve esto que est¨¢n haciendo en ese laboratorio. Y realmente no se sabe para qu¨¦ sirve. Por ejemplo, estudiar c¨®mo cristaliza el ribosoma. Nadie sab¨ªa para qu¨¦ serv¨ªa. Hasta que se vio que gracias a ello somos capaces de crear antibi¨®ticos muy potentes.
Quiz¨¢ a la sociedad le cueste entender por qu¨¦, si se cierran colegios y hospitales, hay que invertir dinero en ribosomas o en la exploraci¨®n del espacio. Cuando hablamos de sanidad y de cu¨¢nto cuesta un medicamento, hay que explicar tambi¨¦n cu¨¢nto ha costado desarrollarlo. Normalmente se hace en Estados Unidos, hay muy pocos en Espa?a. EE UU invierte en ciencia, pero esa ciencia revierte en el pa¨ªs, porque el medicamento que le venden a Espa?a provoca que suba su PIB. Si tenemos que pagar todos los f¨¢rmacos al exterior, nos va a salir m¨¢s caro que intentar investigar aqu¨ª. Por eso se necesita un pacto de Estado por la ciencia. Que decidan cu¨¢nto, pero que lo decidan. Y que lo mantengan. Es como si tienes un jard¨ªn, empiezas a cuidarlo y a los cuatro a?os, cuando lo tienes precioso, decides que ese a?o no lo riegas porque te cuesta un mont¨®n. Pues morir¨¢. Y tendr¨¢s que empezar de cero para recuperarlo.
Tras licenciarse en Veterinaria con premio extraordinario, Sabio consigui¨® en 2005 el doctorado europeo del Medical Research Council y despu¨¦s trabaj¨® en el Instituto M¨¦dico Howard Hughes de la Universidad de Massachusetts por su investigaci¨®n sobre las prote¨ªnas quinasas del estr¨¦s. Ha recibido decenas de premios; entre ellos, el Impulsa de la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Girona y el Premio Joven Investigador de la Sociedad Espa?ola de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular (SEBBM). Ha sido reconocida por la Fundaci¨®n L¡¯Or¨¦al-Unesco por su estudio sobre la obesidad y su relaci¨®n con el c¨¢ncer hep¨¢tico y la diabetes, y ha recibido el premio Estrella de la Comunidad de Madrid por su labor en favor de los derechos de la mujer. Y adem¨¢s tiene tres hijos.
Directora de un puntero laboratorio de investigaci¨®n, premiada por diversas instituciones y madre. ?Por qu¨¦ son tan pocas? Porque es dif¨ªcil. Necesitas que la pareja que hayas elegido te entienda y que se d¨¦ cuenta de que tu parte es la misma que la suya [su marido es el tambi¨¦n investigador del CNIC Alfonso Mora]. Creo que somos las madres las que debemos educar a nuestros hijos para que cambien el sistema. Yo tengo tres ni?os y a los tres intento, por todos los medios, ense?arles que la casa es de los dos y que las responsabilidades son las mismas. Adem¨¢s, el sistema es muy masculino. A las mujeres nos cuesta un poco m¨¢s, nunca nos han educado para que, por ejemplo en un congreso donde hay muchos hombres, vayas de t¨² a t¨² a hablar con ellos. No nos han educado para ser l¨ªderes. A¨²n quedan muchos obst¨¢culos.
?Como cu¨¢les? El otro d¨ªa, en una conversaci¨®n de mujeres, coment¨¢bamos que tenemos diferentes caracteres. En el trabajo, los hombres tienden a pedir subidas de salario. Las mujeres, m¨¢s tiempo libre. Tenemos una serie de roles asumidos que cuesta mucho romper; una mujer que pida m¨¢s salario o un hombre que pida m¨¢s tiempo libre no est¨¢n bien vistos. Por eso yo creo que la baja maternal deber¨ªa ser igual para ambos sexos. Como madre, te sientes en la obligaci¨®n de cog¨¦rtela, porque si lo hace un hombre le miran mal. Piensas: ¡°O me la cojo yo, o me la cojo yo¡±.
¡°cuando algo sale mal, las mujeres tendemos a hundirnos y los hombres lo ven como un desaf¨ªo. Tenemos que aprender de su seguridad¡±.
Se ha debatido mucho sobre c¨®mo romper esa dificultad que impide a las mujeres acceder a carreras cient¨ªficas. ?Qu¨¦ se puede hacer? Todo es educaci¨®n. Que cuando eduquemos a nuestros hijos, lo hagamos igual a ni?os y ni?as. Pero es muy complicado, son roles fort¨ªsimos. Los tenemos en el d¨ªa a d¨ªa, en la tele. Es la ni?a la que juega con el beb¨¦ y le da el biber¨®n, nunca es un ni?o. Ayer [en un encuentro de mujeres de distintos sectores] comentaban que las ni?as, a los 14 o 15 a?os, cuando nos sale algo mal, tendemos a hundirnos, mientras los chicos lo ven como un desaf¨ªo. Tenemos que aprender de la seguridad de los hombres. Para llevar a cabo un proyecto de investigaci¨®n en Europa, al principio ten¨ªamos que realizar un resumen de la carrera cient¨ªfica. En EE UU tambi¨¦n. Cuando yo hice el m¨ªo, el jefe que ten¨ªa entonces me mir¨® y dijo: ¡°?Esto es lo que has hecho?¡±. No me hab¨ªa echado suficientes flores [risas]. En Europa se dieron cuenta de que las mujeres, cuando explicamos nuestra trayectoria, somos m¨¢s planas, m¨¢s descriptivas; los hombres siempre destacan la importancia de sus logros. Al final eran mejor valorados sus proyectos. Entonces dejaron de pedir ese resumen porque era intensificar esa barrera.
?D¨®nde est¨¢ el futuro de su investigaci¨®n? ?Qu¨¦ espera conseguir? Yo siempre digo que los investigadores solo aportamos peque?os granos de arena a una enorme monta?a. Y lo digo porque lo siento. Espero que el granito de arena sea importante, pero es solo un grano; otros tendr¨¢n que seguir aportando m¨¢s granos para que crezca la monta?a. Nuestro laboratorio nunca va a ser el que consiga el medicamento para paliar el c¨¢ncer. Pero yo quiero ser la persona que descubra la diana terap¨¦utica sobre la que una farmac¨¦utica pueda desarrollar despu¨¦s un medicamento. Ese es mi l¨ªmite. Y llegando ah¨ª, ser¨¦ feliz.
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