¡°Ecuador tiene una de las leyes de movilidad humana m¨¢s avanzadas de la regi¨®n¡±
Kyungnan Park, representante del PMA en el pa¨ªs, advierte sobre los peligros de una mala dieta
Kyungnan Park a¨²n recuerda la vez que, por deformaci¨®n profesional y quiz¨¢ tambi¨¦n por algo de ingenuidad, le pregunt¨® a un campesino colombiano qu¨¦ eran las peque?as hojas que crec¨ªan en los arbustos de ambos lados de la carretera. Su expresi¨®n azorada le devolvi¨® impl¨ªcita la respuesta: coca. El producto nacional del que se deriva la coca¨ªna y con el que a¨²n se relaciona al pa¨ªs latinoamericano despu¨¦s de d¨¦cadas de narcotr¨¢fico mundial. De esa estampa en el departamento de Choc¨®, al noroeste, han pasado unos cuantos a?os. Pero Park no ha dejado de transitar senderos de violencia, inseguridad alimentaria y problemas nutricionales. En unos casos, como en Colombia, por el conflicto entre grupos guerrilleros y el Gobierno, y en otros por los desastres naturales y las peleas religiosas, como en la isla Mindanao de Filipinas. Adem¨¢s de sus inicios en Guatemala o su paso por Eritrea o Zimbabue.
Desde 2014, Park es la representante del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Ecuador (WFP en sus siglas inglesas). Un destino que presum¨ªa "tranquilo" pero que ha resultado una batalla contra dos factores inesperados: la malnutrici¨®n y el terremoto que sacudi¨® la costa el pasado mes de abril. "All¨ª se juntan dos problemas: la p¨¦rdida progresiva de una dieta saludable y los ¨ªndices crecientes de obesidad", dice con preocupaci¨®n en una cafeter¨ªa del centro de Madrid. Aqu¨ª ha recalado unas horas antes de emprender un viaje por trabajo en varias ciudades europeas.
Con un castellano perfecto, compuesto por expresiones castizas (culpa de su marido, "vascoasturiano") y t¨¦rminos latinos, Park relata el papel de la organizaci¨®n en este pa¨ªs de algo m¨¢s de 16 millones de habitantes y una superficie como la mitad de Espa?a, aproximadamente. Su orograf¨ªa combina costa, sierra y selva, otorg¨¢ndole un suelo prodigioso donde cultivar quinoa, patata, yuca, ma¨ªz o frutas como el mango, la pi?a o la guayaba y un oc¨¦ano del que extraer las cervinas y merluzas que nutren los ceviches. "Al ser una naci¨®n de renta media y en paz, con multitud de recursos, imaginaba que no iba a enfrentarme a casos como los que hab¨ªa tratado en mi carrera", comenta tras 17 a?os deambulando de continente en continente.
Uno de los mayores retos del Programa Mundial de Alimentos en Latinoam¨¦rica es el cambio cultural y diet¨¦tico
"En otros lugares, como Sud¨¢n, los paquetes alimentarios los ten¨ªamos que importar. Ecuador tiene un programa muy innovador ya que trabajamos con comunidades locales", detalla. El Programa Mundial de Alimentaci¨®n, creado en 1962 y con medio siglo de acci¨®n en el pa¨ªs suramericano, tiene como objetivo asistir a las comunidades m¨¢s vulnerables del planeta con productos b¨¢sicos y equilibrados. En Ecuador, la misi¨®n se centraba en las zonas rurales y en los refugiados llegados de toda la regi¨®n. "Es a donde m¨¢s gente va. Tiene una de las leyes de movilidad humana m¨¢s avanzadas y muchos piden refugio all¨ª, sobre todo de Colombia", contextualiza Park.
Uno de los mayores retos que tiene el PMA en este sentido es el cambio cultural y diet¨¦tico. La llegada de establecimientos de comida r¨¢pida y la merma de plantaciones rentables han modificado los h¨¢bitos de consumo de la poblaci¨®n. Los j¨®venes ¡ªpero tambi¨¦n los padres, menos preocupados por una alimentaci¨®n sana¡ª se decantan por las patatas de bolsa, el pollo frito o las bebidas azucaradas. Algo que ha provocado que, tal y como alertaba la Organizaci¨®n Panamericana de Salud, tres de cada 10 ni?os en edad escolar tengan sobrepeso y que la cifra alcance a uno de cada dos adultos. Mientras, los agricultores dejan de lado sus granos tradicionales para cosechar lo que es rentable en el mercado: la quinoa, por ejemplo, ha dejado de comerse en sus pa¨ªses de origen para exportarse como algo milagroso en pa¨ªses desarrollados.
"Vas a comer a cualquier sitio y te ponen el pl¨¢tano maduro con arroz y yuca. Todo blanco. Nada de verdura ni fruta. Solo carbohidratos que, de vez en cuando, se complementan con algo de carne o pescado", describe Park incidiendo en que su labor es encargarse de que desde los primeros meses, las personas coman de forma arm¨®nica. "Estamos mano a mano con el Gobierno para cumplir los Objetivos 2030. Nos coordinamos y, en cierto modo, tapamos los huecos que deja su Plan Nacional para el Buen Vivir, que es un notable sistema de asistencia", relata, "y estamos yendo a comunidades para incluir nuevas costumbres en la dieta desde el colegio. Impartimos cursos a los progenitores y a los cocineros, as¨ª todos est¨¢n involucrados y saben combinar lo que toman al mediod¨ªa y por la noche".
La ayuda, en este sentido, se bifurca en dos direcciones: por un lado, el PMA de la ONU se ocupa pueblo a pueblo de mejorar la vida nutricional de las personas con cursos sobre alimentaci¨®n y formaci¨®n en escuelas; por otro, asiste a aquellos que necesitan alimentos con vales canjeables en centenares de establecimientos, proporcionando as¨ª una rueda econ¨®mica a peque?a escala donde todos se vean beneficiados (y donde eviten el lucro al que pod¨ªa incitar darles dinero). "Es muy operacional", subraya la dirigente, "porque integramos el d¨ªa a d¨ªa de los rincones m¨¢s pobres con alentar al flujo de los comercios peque?os y acoplarlo a los planes estatales".
Vas a comer a cualquier sitio y te ponen el pl¨¢tano maduro con arroz y yuca. Todo blanco. Nada de verdura ni fruta. Solo carbohidratos
Pero ha habido dos situaciones imprevistas que han trastocado los planes del entrecomillado retiro de Kyungnan Park. Una fue el terremoto del pasado mes de abril en la provincia de Manab¨ª. Con una magnitud de 7,8 puntos en la escala Ritcher, unas 600 v¨ªctimas y 12.000 heridos, la urgencia precis¨® de una movilizaci¨®n extraordinaria. Gracias a un acuerdo con una cadena de supermercados, hicieron que en las primeras 48 horas se asistiera a 130.000 personas. Despu¨¦s, el n¨²mero aumentar¨ªa hasta las 260.000. M¨¢s o menos la mitad de los afectados. En tres meses se destinaron 34 millones de d¨®lares y cuatro toneladas c¨²bicas de alimentos. La responsable a¨²n arrastra el cansancio acumulado en esos d¨ªas y el recuerdo del "esp¨ªritu" de la gente. "No ten¨ªan nada y segu¨ªan adelante. Me acuerdo de una chica joven, de 24 a?os, creo, con una hija, que se hab¨ªa tenido que ir de su casa y dejar su negocio (ambos espacios devastados) y ya estaba pensando en montar otro", expresa con admiraci¨®n.
Otro rev¨¦s fue el no al acuerdo de paz en Colombia. Como antigua vecina del pa¨ªs y defensora del proceso, vivi¨® con sorpresa el resultado. De ¨¦l depend¨ªa otro de los pilares de la cooperaci¨®n en el pa¨ªs. "Los mayores refugiados son los colombianos que huyen de la violencia. Y ten¨ªamos un indicador positivo, que era que el 2015 hab¨ªan cruzado 64.000 personas mientras que hasta octubre de 2016 s¨®lo eran 30.000", afirma. "Ahora ya no les tenemos como ¨²nico grupo de ayuda sino que atendemos a cualquier grupo de desplazados vulnerable". A expensas de lo que marque el futuro, con un PIB catapultado por la tragedia y la desaceleraci¨®n (el Fondo Monetario Internacional prev¨¦ un descenso de hasta el 4,5%), a Park le mueve la lucha por sensibilizar contra la violencia de g¨¦nero o por ser testigo de c¨®mo Ecuador pasa de exportar materia prima a talento humano. "Va a ser muy interesante de ver", asiente con una sonrisa. La misma que le emergi¨® por su despiste en medio de plantaciones de hoja de coca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.