Por qu¨¦ no funcion¨® mi campa?a contra los CIE
En 2012 recogimos 40.000 firmas, pero no fueron suficientes
Recuerdo perfectamente mi primera conversaci¨®n telef¨®nica con Cristina Manzanedo a finales de 2011. Ella es abogada y en aquel momento se dedicaba desde Pueblos Unidos a la lucha contra los Centros de Internamiento de Extranjeros. Su trabajo en esta organizaci¨®n consist¨ªa en dar asistencia a personas que hab¨ªan sido detenidas y estaban dentro, a otras que hab¨ªan perdido a familiares o amigos y sospechaban que pod¨ªan estar detenidos, y tambi¨¦n a personas que hab¨ªan salido y quer¨ªan evitar una nueva detenci¨®n. Cristina tambi¨¦n coordinaba una campa?a nacional, en la que participaban m¨¢s de 50 organizaciones, que solicitaba al Gobierno el cierre de estos centros 'alegales' de internamiento, estos no lugares.
-Me han dicho que te van a llamar ahora de la redacci¨®n para mirar si te hacen una entrevista. Lo tienes todo claro o necesitas que te ayude a revisar algo.
-Llevo a?os con este tema y he hecho miles de entrevistas.
-?En serio? Vaya.
-S¨ª, de hecho, esta semana llevo ya ocho.
-Bueno esto es El Pa¨ªs, seguro que tiene m¨¢s impacto.
-Con El Pa¨ªs he hablado much¨ªsimas veces ya.
?C¨®mo es posible entonces que yo no supiera lo que es un Centro de Internamiento de Extranjeros si decenas de organizaciones llevaban a?os trabajando en el tema y adem¨¢s sal¨ªan con recurrencia en los medios?
A trav¨¦s de Cristina hice una inmersi¨®n en los CIE. Desde Pueblos Unidos me facilitaron informes desgarradores donde cada caso era m¨¢s sangrante que el siguiente. Familias separadas, mujeres detenidas en las puertas del colegio cuando recog¨ªan a sus hijos, padres que desaparec¨ªan y nunca m¨¢s se volv¨ªa a saber de ellos, chicas enfermas que sufr¨ªan abortos por recibir maltrato en el centro. En plural, no hab¨ªa casos aislados, siempre hab¨ªa varios ejemplos de cada. Recuerdo llorar y leer y leer y llorar y no dar cr¨¦dito. Me parec¨ªa imposible que en mi pa¨ªs se pudiera tratar as¨ª a cualquier ser humano.
Ese periplo dur¨® varios meses y mi conclusi¨®n fue que el resto de la poblaci¨®n espa?ola ten¨ªa que estar como yo, viviendo en la inopia. Hab¨ªa que hacer algo para cambiar eso, hab¨ªa que montar una gran campa?a informativa, de modo que todo el mundo se enterara de que en Espa?a exist¨ªan centros donde algunas personas, por no tener permiso de residencia en este pa¨ªs, eran retenidas en condiciones infrahumanas sin respetar sus derechos humanos. Y me puse a ello. Contact¨¦ con Luis Morago, director de Avaaz Espa?a y le cont¨¦ el tema. Ya lo conoc¨ªa. Le propuse montar una campa?a. Era septiembre de 2012.
Las m¨¢s de 50 organizaciones que estaban trabajando en el tema de los CIE hab¨ªan conseguido unirse, algo hist¨®rico en nuestro panorama nacional donde cada organizaci¨®n tiene tendencia a ir a su bola aunque el objetivo sea el mismo. Un par de meses antes esta plataforma hab¨ªa lanzado una acci¨®n de captaci¨®n de firmas para exigir el cierre de los CIE al Gobierno. Lograron 4.500 firmas.
Luis Morago me advirti¨® de que este tema no iba a levantar pasiones. Me apost¨¦ con ¨¦l una cena a que lleg¨¢bamos a un mill¨®n de personas expresando su rechazo. Evidentemente, perd¨ª mi apuesta. Con todo el empuje de Avaaz y su comunidad, que es muy s¨®lida y acostumbrada a los temas complejos, conseguimos reunir unas 40.000 firmas.
?Qu¨¦ fall¨®? ?Qu¨¦ fallaba por aquel entonces en nuestra narrativa? Sigo sin saberlo, la verdad. Intuyo que la falta de penetraci¨®n social se debe a la complejidad del tema. El CIE es como una c¨¢rcel ¡ª¡°algo habr¨¢n hecho¡±¡ª para gente que no tiene papeles... ¡°que si no los tiene qu¨¦ hacen aqu¨ª¡±. Quien no quiere entender tiene recursos suficientes para justificar la existencia de un CIE y quien tiene unos est¨¢ndares ¨¦ticos adecuados no se acaba de creer que en el CIE pase lo que realmente pasa. Creen que es una exageraci¨®n de las organizaciones y de cuatro radicales, la famosa realidad que supera a la ficci¨®n.
Dicho esto, las firmas fueron muy ¨²tiles a las organizaciones que estaban trabajando con este tema. Durante unos a?os las usaron para presionar el Gobierno y dar peque?os pasos en lo relativo a la entrada de especialistas en los CIE, abogados, m¨¦dicos y agentes sociales.
Desde que se hiciera aquella campa?a hasta ahora las cosas parece que han cambiado, no tanto como debieran, pero hay indicios de mejora. Para m¨ª, uno de los puntos cr¨ªticos ha sido el ¨¦xito de la maravillosa obra ¡°Un trozo invisible de este mundo¡± escrita y protagonizada por Juan Diego Botto, que entre otros temas trata la vida de Samba Martine, quien muri¨® desatendida en el CIE de Aluche (Madrid) el 19 de diciembre de 2011. La obra se estren¨® en oto?o de 2012 en Madrid y en mayo de 2014 fue la gran triunfadora de los premios Max.
Otro de los momentos cr¨ªticos ha sido la entrada de los gobiernos locales en la lucha por el cierre de los centros. Desde que Ada Colau abriera la veda este verano con el cierre del CIE de Barcelona muchos gobiernos locales, incluido el de la capital de Espa?a, est¨¢n apoyando y trabajando para conseguir la clausura de los centros.
Es tambi¨¦n muy importante que el pr¨®ximo proyecto de Xapo Ortega, director de la maravillosa e indispensable ¡°Ciutat Morta¡±, sea sobre la muerte en el CIE de Barcelona de Idrissa Dialo. No se pierdan, por favor, el tr¨¢iler de esta maravilla que por cierto busca financiaci¨®n para completar su producci¨®n y ser estrenada en 2018. Ahora solo queda que todo esto haga despertar definitivamente a una sociedad que no puede seguir tolerando que en su nombre se destroce impunemente la vida de tantas personas.
Esta entrada es parte del proyecto realizado con la Ayuda Fundaci¨®n BBVA a Investigadores y Creadores Culturales 2016. La Fundaci¨®n BBVA no se responsabiliza de las opiniones, comentarios y contenidos incluidos en el proyecto y/o los resultados derivados del mismo, los cuales son total y absoluta responsabilidad de sus autores.
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