La momia de un ni?o reescribe la historia de la viruela
El virus salt¨® a los humanos milenios despu¨¦s de lo que se cre¨ªa
Un ni?o de no m¨¢s de cuatro a?os ha reescrito la historia de la viruela. Infectado con el Variola virus, el peque?o muri¨® en 1654 y fue enterrado bajo la iglesia del Esp¨ªritu Santo de Vilna, capital de Lituania. Las condiciones de la cripta hicieron que se momificara. Eso ha permitido ahora analizar el virus para descubrir que la ¨²nica enfermedad humana erradicada podr¨ªa llevar unos siglos con los humanos y no milenios como se pensaba.
El proyecto Momia de Lituania lleva a?os estudiando una veintena de momias localizadas en la cripta. Por un proceso natural de desecaci¨®n, han conservado sus tejidos blandos hasta hoy. Esos estudios han servido para conocer mejor la historia de la tuberculosis o la arterioesclerosis, enfermedades que ten¨ªan algunos de los restos. En el caso del ni?o, un an¨¢lisis gen¨¦tico mostr¨® que tuvo la viruela. La dataci¨®n de sus restos en torno a 1654, coincidiendo con una de las epidemias que castigaron Vilna, reforz¨® el diagn¨®stico.
Para poder analizar la momia del peque?o, los investigadores tuvieron que conseguir una autorizaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). La viruela ha sido una de las enfermedades m¨¢s mort¨ªferas de la historia y cost¨® m¨¢s de un siglo de vacunaciones masivas erradicarla hace apenas 40 a?os. Hoy, solo dos centros de EE UU y Rusia conservan muestras del virus. Aunque remota, exist¨ªa la posibilidad de que estuviera activo en los restos momificados a pesar del tiempo transcurrido.?
La cepa de la momia es antecesora de todas las muestras de viruela del siglo XX analizadas
Los resultados, publicados en la revista Current Biology, desvelan que la viruela de aquel peque?o es la madre de todas las viruelas posteriores conocidas. En t¨¦rminos m¨¢s exactos, el an¨¢lisis gen¨¦tico de esta muestra y su comparaci¨®n con el genoma de otras 42 muestras de pacientes de todo el planeta recogidas a lo largo del siglo XX se?alan a la del ni?o como antecesora de las dem¨¢s. Para completar el ¨¢rbol gen¨¦tico, los investigadores incluyeron en su an¨¢lisis el genoma de una momia de 300 a?os encontrada en Siberia con ADN del virus Variola. Aunque unos a?os posterior, esta cepa no es sucesora de la del ni?o sino que ambas proced¨ªan de otra anterior.
La distancia gen¨¦tica entre los distintos casos permiti¨® a los investigadores estimar la ratio de mutaci¨®n entre generaciones y con ella construir una m¨¢quina del tiempo de la viruela. Todas las muestras, incluidas las del ni?o y la momia siberiana, tendr¨ªan por antecesor a un virus que pulul¨® por Europa entre finales del siglo XV y finales del XVI, la ¨¦poca de las grandes expediciones y cuando los espa?oles llevaron la viruela a Am¨¦rica.
"El ¨¢rbol reconstruido muestra que el ancestro com¨²n no debi¨® ser posterior a 1580, por lo que eso supone que la enfermedad es m¨¢s reciente de lo que se cre¨ªa hasta ahora", dice en un correo el director del proyecto Momia y coautor del estudio, el antrop¨®logo italiano Dar¨ªo Piombino-Mascali. Este investigador ha dirigido trabajos similares en Sicilia y Alemania, siendo uno de los mayores expertos en momias de Europa.
Pero para el estudio de virus del pasado o arqueovirolog¨ªa como en este caso,?Piombino-Mascali cont¨® con la ayuda de especialistas canadienses y australianos. Y uno de ellos plantea el gran problema: "Ahora que tenemos una l¨ªnea temporal, hay que preguntarse si las anteriores pruebas hist¨®ricas de viruela, que se remontan a Rams¨¦s V e incluyen todas las anteriores al 1500, son reales", comenta el director del centro de ADN antiguo de la Universidad McMaster (Ontario, Canad¨¢) y tambi¨¦n coautor de la investigaci¨®n,?Henrik Poinar.
Hasta ahora, se cre¨ªa que la viruela llevaba infectando y matando a los humanos (ten¨ªa una letalidad de m¨¢s del 30%) desde hac¨ªa milenios. Una de las primeras pruebas (ahora puestas en duda) estar¨ªa en unas marcas encontradas en la piel de la momia del fara¨®n Rams¨¦s V, muerto hace m¨¢s de 3.000 a?os. Otros posibles antiguos casos fueron documentados en India y China hace 1.500 a?os.? "?Realmente son estos casos aut¨¦nticos o son identificaciones err¨®neas, que sabemos que son muy f¨¢ciles de cometer, ya que la viruela se puede confundir con la varicela y el sarampi¨®n?", cuestiona Poinar.
Hasta ahora se cre¨ªa que las marcas en la momia de Rams¨¦s V, muerto hace 3.000 a?os, eran de viruela
El ni?o de la iglesia de Vilna tambi¨¦n ha ayudado a los investigadores a descubrir cu¨¢ndo se separ¨® el virus de la viruela en dos grandes ramas (clados, en biolog¨ªa), Variola major, m¨¢s letal y extendida y Variola minor, m¨¢s benigna y rara. La divergencia apareci¨® poco despu¨¦s de que Edward Jenner encontrara en 1796 una vacuna contra la viruela inoculando a otro ni?o, el hijo de su jardinero, con el virus de la viruela bovina. Sin tener claro el mecanismo, Jenner logr¨® inmunizar al peque?o. Meses despu¨¦s del primer contagio, lo expuso a la viruela y el chico no se contagi¨®. Es probable que aquella separaci¨®n fuera fruto de la presi¨®n ecol¨®gica de la vacuna sobre el virus.
Lo que no han conseguido los investigadores es averiguar de d¨®nde surgi¨® la viruela. Para intentarlo, compararon el virus humano con otras dos especies del mismo g¨¦nero (orthopoxvirus) que afectan a camellos y gerbillos y que est¨¢n entre las m¨¢s cercanas al de la viruela. Comprobaron que esa cercan¨ªa es solo relativa. Est¨¢n tan lejos desde un punto de vista de su reloj molecular que no comparten un antecesor com¨²n. As¨ª que el animal que transmiti¨® la viruela a los humanos sigue sin ser localizado o hace tiempo que se extingui¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.