¡°?frica no tiene que alcanzar a nadie¡±

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Con el m¨®vil en una mano y el tenedor en la otra, Diane Audrey Ngako no levanta la mirada del ordenador durante la cena. Entre bocado y bocado, dirige una reuni¨®n con los colaboradores de su plataforma digital, Visiter l¡¯Afrique, dedicada al turismo en el continente. Aunque se encuentre por trabajo en Sud¨¢n, sea tarde y est¨¦ hambrienta, la emprendedora camerunesa de 25 a?os lleva la voz cantante del encuentro digital. ¡°Bueno, es lo que hay si quieres cambiar ?frica¡±, bromea.

Ngako, que en abril fue incluida en la clasificaci¨®n de los 30 menores de 30 a?os m¨¢s influyentes del continente por la edici¨®n africana de la revista Forbes, ha abandonado recientemente Francia, su pa¨ªs de adopci¨®n durante m¨¢s de 13 a?os, para regresar a su ciudad natal, Duala, y dedicarse a lo que define como su ¡°sue?o africano¡±. ¡°No quer¨ªa que Visiter l'Afrique fuera visto como el proyecto de una extranjera, sino que mi imagen estuviera al 100% vinculada con mi pa¨ªs¡±, explica sin levantar la mirada del teclado.

La plataforma interactiva dedicada al turismo y la cultura africanos arranca en 2014, cuando Ngako trabajaba como periodista en Par¨ªs. Un a?o despu¨¦s, el equipo de direcci¨®n, ampliado a cinco personas, lograba reunir mediante crowdfunding casi 17.000 euros (2.000 m¨¢s de los que proyectaban) para que el proyecto se expandiera. El sitio web cuenta hoy con un promedio de 25.000 visitas al mes y se ha convertido para sus miembros en un verdadero empleo a jornada completa. Los colaboradores de la iniciativa, repartidos por distintos puntos del continente, comparten con los lectores sus diarios de viaje por ?frica en franc¨¦s y en ingl¨¦s, yendo m¨¢s all¨¢ de los consejos pr¨¢cticos sobre alojamiento y hosteler¨ªa.

¡°Podemos hacer grandes cosas con lo que tenemos, sin necesidad de parecernos a los dem¨¢s¡±

Ngako ¡ªque tambi¨¦n ha fundado una agencia de comunicaci¨®n, participa en la gesti¨®n de una nueva revista de moda y lleg¨® a compartir su experiencia ante los estudiantes de la prestigiosa Universidad de Harvard¡ª decidi¨® fundar Visiter l¡¯Afrique al constatar que ?frica es a menudo representada en los medios a trav¨¦s de "la reproducci¨®n de estereotipos como el hambre, las guerras y la pobreza".

¡°Por supuesto que todo esto existe, pero hay mucho m¨¢s¡±, explica la emprendedora. ¡°La gente tiene que darse cuenta de que ?frica no es un pa¨ªs. Hay m¨¢s de 1.000 millones de personas que viven en el continente y somos los ¨²nicos que podemos defenderlo, hablando del aspecto m¨¢s cool de las ciudades, de sus bares, de la moda. Visiter l'Afrique representa un punto de vista nuevo y verdadero. Nada de pol¨ªtica, ni de econom¨ªa: solo personas que cuentan lo que conocen y que viven¡±.

¡°A veces todo esto me cansa, porque pienso que no puedo decir a la gente que vaya a visitar un continente si, una vez que han le¨ªdo nuestros art¨ªculos, buscan Sud¨¢n o Camer¨²n en internet y encuentran exclusivamente contenidos sobre guerras y problemas, el elevado coste del visado o la escasez de transporte¡±, lamenta. Cuando se le pregunta entonces por el sentido de su trabajo, interrumpe por un momento el incesante torrente de palabras antes de contestar: ¡°Quiero ver que hay una comunidad de personas que opina lo mismo que yo. Me gustar¨ªa que Visiter l'Afrique se convierta en una especie de contrapoder; transmitir a los pa¨ªses el mensaje de que ha llegado el momento de posicionarse en el atlas del turismo, que las personas que nos siguen en las redes sociales est¨¢n deseando descubrirlos¡±, asegura.

¡°?frica no tiene que alcanzar a nadie. Podemos hacer grandes cosas con lo que tenemos, sin necesidad de parecernos a los dem¨¢s. Visiter l'Afrique se dirige a las personas que animan al continente d¨ªa tras d¨ªa, que quieren ser parte activa del cambio. Quiero que los africanos est¨¦n orgullosos de su tierra¡±, explica la periodista, que cuenta con m¨¢s de 22.800 seguidores en la red social Instagram. ¡°Queremos decir a los j¨®venes que pueden realizarse en cualquier lugar, que no hay que ponerse l¨ªmites, hay que atreverse y esforzarse¡±.

¡°Cuando est¨¢s en el extranjero, crees que tu pa¨ªs te est¨¢ esperando con los brazos abiertos, pero no es as¨ª¡±

¡°Quiero que mi historia pueda empujar a mi generaci¨®n a creer en su potencial. Podemos influenciar incluso a nuestros padres, proponerles una nueva manera de mirar hacia su continente¡±, agrega. ¡°Me gusta ser una mujer africana que cabalga el esp¨ªritu del tiempo en el que vivimos. Tengo mucha ambici¨®n, pero esto para m¨ª no equivale con ganar mucho dinero. Ser emprendedora significa m¨¢s bien crear oportunidades¡±.

Sin embargo, no siempre se sinti¨® tan orgullosa de sus ra¨ªces. ¡°Cuando me mud¨¦ a un peque?o pueblo de Francia con mi madre, con 12 a?os, pas¨¦ por una ¨¦poca muy dura. Me tomaban el pelo por ser negra, me insultaban por mi acento¡­Viv¨ª de manera tan intensa el racismo que intent¨¦ olvidar mi lado africano y quise ser m¨¢s blanca que los blancos¡±, recuerda. Solo cuando fue a cursar estudios superiores de pol¨ªtica y sociolog¨ªa a EE UU se dio cuenta de que exist¨ªan afroamericanos que hab¨ªan logrado el ¨¦xito sin tener que renunciar a su identidad. ¡°Fue entonces, en 2012, cuando dese¨¦ por primera vez regresar a Camer¨²n, quiz¨¢s por razones un poco ut¨®picas, demasiado afrooptimistas¡±, reflexiona.

¡°Volv¨ª hace cuatro meses y no me arrepiento, aunque es demasiado pronto para hacer un balance. Tengo nacionalidad francesa y ahora que estoy de vuelta, a veces me siguen tratando como a una extranjera. Cuando est¨¢s en el extranjero, crees que tu pa¨ªs te est¨¢ esperando con los brazos abiertos, pero no es as¨ª. A veces te tratan como un traidor¡±.