2016, el a?o en que Jammeh y Kabila podr¨ªan haber dejado de estar all¨ª
Dos Santos anuncia que no se presentar¨¢ a la reelecci¨®n en 2018 y Mugabe, que s¨ª, con 92 a?os
Este a?o que abandonamos cerr¨® con una noticia que hizo tambalearse los cimientos del mundo tal y como lo conocemos: Yahya Jammeh, presidente de Gambia desde hace 22 a?os, era desalojado del poder por la v¨ªa de los votos, en unas elecciones pac¨ªficas y transparentes celebradas el 1 de diciembre.
La comisi¨®n electoral independiente dio como vencedor al l¨ªder de una coalici¨®n de partidos de la oposici¨®n, Adama Barrow. En un primer momento, un Jammeh desconcertado por la decisi¨®n ciudadana acept¨® su derrota. Las cosas se plantearon de manera fulminante: los opositores gambianos celebraban la ca¨ªda de Jammeh en las calles, los medios internacionales intentaban digerir la sorpresa y una Gambia estupefacta se congratulaba por la lecci¨®n democr¨¢tica dada al universo.
Entonces lleg¨® el balde de agua fr¨ªa.
Al elevarse algunas voces pidiendo que el todav¨ªa presidente se enfrentara a la justicia para responder por los abusos cometidos durante m¨¢s de dos d¨¦cadas en el poder, Jammeh recul¨® y se desdijo en la televisi¨®n p¨²blica. Esa misma noche pero en Ghana, a unos 2.000 kil¨®metros de distancia, el hist¨®rico opositor Nana Akufo-Addo ganaba los comicios y el presidente saliente, John Dramani Mahama, aceptaba el veredicto de las urnas.
La situaci¨®n todav¨ªa est¨¢ turbia en Gambia. La Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (CEDEAO) intenta mediar, llegando a plantear incluso el uso de la fuerza. Los vecinos senegaleses podr¨ªan encabezar la misi¨®n militar, si fuera necesario desalojar a Jammeh del poder por las malas. ?l considera que una operaci¨®n militar extranjera equivale a una declaraci¨®n de guerra. Hay algo de presi¨®n internacional, declaraci¨®n incluida del Consejo de Seguridad de la ONU, y mucha incertidumbre hasta el 19 de enero, fecha en la que se supone que finaliza el mandato de Jammeh. Barrow ya est¨¢ prepar¨¢ndose para el relevo.?
La media de edad de la poblaci¨®n gambiana est¨¢ apenas por encima de los 20 a?os, as¨ª que gran parte de los habitantes de ese pa¨ªs no ha conocido otro presidente que Jammeh. #GambiaDecides y #JammehFact ejercieron de preludio a la derrota electoral de un l¨ªder bajo cuyo mandato el peque?o pa¨ªs, rodeado de Senegal y Atl¨¢ntico y conocido como la sonrisa amable de la costa de ?frica occidental, se iba ¡°desangrando¡±. En 2015, fue el quinto territorio africano del que partieron m¨¢s personas hacia Europa. Entre esas personas, la tragedia se puso las caras de dos deportistas de ¨¦lite que murieron en la traves¨ªa en patera el a?o pasado: Fatim Jawara, de 19 a?os y portera de la selecci¨®n nacional de f¨²tbol, y Ali Mbengu, de 22 a?os y uno de los luchadores m¨¢s populares del pa¨ªs.
Jammeh ser¨¢ recordado, entre otras cosas, por aplicar la pena de muerte, perseguir al colectivo LGBT y promover la retirada de Gambia de la Commonweath y del Tribunal Penal Internacional.
RDC
Joseph Kabila, por su parte, completaba legalmente su segundo mandato presidencial en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo la medianoche del 19 de diciembre. El pa¨ªs contuvo el aliento esa jornada, paralizado por un potente dispositivo de las fuerzas de seguridad, detenciones a opositores y activistas, prohibici¨®n de manifestaciones y un apag¨®n de redes sociales e internet. Goma, la universidad de Kinshasa y Butembo ejercieron de puntos calientes de una geograf¨ªa donde ya nos hemos familiarizado, con un desgarro en el coraz¨®n, con nombres como Beni. Los obispos congole?os se reun¨ªan con el Papa Francisco en Roma para retomar fuerzas de cara a una mediaci¨®n complicada que hab¨ªa quedado estancada en su intento de desbloquear la situaci¨®n pol¨ªtica congole?a.
Kabila aprovech¨® el borde de la medianoche del 19 de diciembre para anunciar su nuevo gobierno, en la televisi¨®n p¨²blica y con 67 miembros. Se oyeron tiros y hubo manifestaciones en las que se mostraron tarjetas rojas al dirigente, enfrentamientos violentos entre fuerzas del orden y ciudadanos enfurecidos en barrios de Kinshasa y en Lumumbashi, caceroladas.
El nuevo gobierno se abri¨® a ministros de la oposici¨®n que colaboraron para montar una parodia de di¨¢logo nacional y darle otra pr¨®rroga al mando, fijando las elecciones en abril de 2018. Un tr¨¢nsfuga del partido del l¨ªder opositor m¨¢s anciano y con mayor prestigio, Etienne Tshisekedi, es ahora el encargado de dirigir el nuevo gabinete de Kabila. Se llama Samy Badibanga. Tshisekedi pidi¨® a los congole?os una resistencia pac¨ªfica y el rechazo a reconocer a Kabila como su presidente.
La mediaci¨®n de los obispos ha dado como resultado un desbloqueo de la situaci¨®n en enero y la previsi¨®n de elecciones para finales de este a?o, en las que no puede presentarse Kabila, una soluci¨®n que no complace a todos porque muchos sostienen que el mandato del presidente es ilegal desde el 20 de diciembre.
La raz¨®n oficial para los sucesivos retrasos electorales congole?os es la falta de un censo electoral actualizado y fiable y el alto coste de los comicios. El fin del a?o 2016 conllevaba una fragmentaci¨®n de la oposici¨®n y una creciente tensi¨®n pol¨ªtica y social a nivel de la calle congole?a, un ruido de fondo alarmante que empieza a desbordarse de las fronteras del pa¨ªs, mientras movimientos ciudadanos como Lucha y Filimbi y diplom¨¢ticos occidentales piden a Kabila que no revise la Constituci¨®n para seguir en el cargo. Algo que, por otra parte, lograron hacer ¨Centre otros- sus hom¨®logos en Ruanda, Burundi o la vecina Rep¨²blica del Congo.
A pesar del apoyo chino y de algunos l¨ªderes de la regi¨®n, Kabila, de 45 a?os e hijo del presidente Laurent-D¨¦sir¨¦ Kabila, est¨¢ cada vez m¨¢s aislado. Lleg¨® al poder de la mano de Paul Kagame y la Segunda Guerra del Congo, tras el asesinato de su padre en 2001. Cont¨®, en sus inicios, con el apoyo de Jacques Chirac y George W. Bush. Gan¨®, en teor¨ªa, la elecciones en 2006 y 2011. Sin embargo, hoy en d¨ªa, Estados Unidos y la Uni¨®n Europea han adoptado sanciones contra los altos responsables de seguridad de su r¨¦gimen y sus diplom¨¢ticos han participado de manera m¨¢s o menos abierta en actos de apoyo a la poblaci¨®n civil encarnada por Lucha o Filimbi, situados en el centro de una red de activistas panafricanos que han peleado contra terceros mandatos, como Balai Citoyen o Sunu2012.
La Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo cuenta con 70 millones de habitantes y ha pasado por dos guerras, en 1996 y 2003. Los Kabila est¨¢n en el poder desde 1997.
Otros presidentes longevos
2016 cerr¨® con dos anuncios m¨¢s de envergadura, que pueden cambiar el panorama pol¨ªtico del continente que conocemos.?
Robert Mugabe (92 a?os y en el poder en Zimbabue desde la independencia del pa¨ªs en 1980) anunci¨® que se presentar¨¢ de nuevo a las elecciones en 2018. La otra cara de la moneda la presenta Jos¨¦ Eduardo dos Santos. Con 74 a?os y presidente de Angola desde 1992, Dos Santos ejerci¨® de presidente de la Rep¨²blica Popular de Angola durante la guerra civil, desde 1979 a 1992, lo que le convierte en el presidentes africano que m¨¢s tiempo lleva en el poder, junto con Teodoro Obiang Nguema. Sin embargo, 2016 finalizaba con un comunicado oficial del presidente angole?o de que ¨Cal contrario que Mugabe- no se presentar¨¢ a las elecciones de 2018.?Su anuncio coincide con una de las m¨¢s graves crisis econ¨®micas del pa¨ªs, a causa de la ca¨ªda del precio del petr¨®leo que es su principal fuente de ingresos y supone directamente el 40% del PIB y casi el 90% de sus exportaciones. La situaci¨®n de Zimbabue no es mejor: corrupci¨®n, crisis econ¨®mica y descontento popular han dado lugar a movimientos como #ThisFlag y una creciente contestaci¨®n al gobierno de Mugabe.
El continente africano sigue contando entre sus jefes de Estado con algunos de los m¨¢s longevos del mundo. Adem¨¢s de Mugabe y Dos Santos, destacan Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial, Paul Biya en Camer¨²n (en el poder desde 1982) y Yoweri Museveni en Uganda (desde 1986). La falta de libertades y la perpetuaci¨®n de presidentes en el poder tambi¨¦n afecta a pa¨ªses como Chad (Idriss D¨¦by gobierna desde 1990), Sud¨¢n (Omar al Bashir, desde 1993), Eritrea (Isa¨ªas Afewerki, desde 1993) o Burundi (Pierre Nkurunziza, desde 2005). En este ¨²ltimo caso y tras forzar un tercer mandato presidencial, la situaci¨®n del pa¨ªs es de r¨¢pida degradaci¨®n y genocidio anunciado por varias oeneg¨¦s y agencias que defienden los derechos humanos.?
Menci¨®n aparte merece Gab¨®n, con elecciones contestadas en agosto. Ali Bongo, que hered¨® el pa¨ªs a la muerte de su padre, Omar, en 2009, ha sido denunciado por el opositor Jean Ping ante el Tribunal Penal Internacional, mientras que la misi¨®n de observadores electorales de la Uni¨®n Europea ha denunciado irregularidades y anomal¨ªas en los comicios de este a?o. Los Bongo est¨¢n al frente de Gab¨®n desde 1967.
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