?Podr¨¢ aguantar el centro de Europa?
Cuando parece que todo se viene abajo y que aumenta sin cesar la lista de lugares de Europa donde el terrorismo ha golpeado, Alemania puede dar un gran ejemplo al continente si mantiene la calma y vive sin miedo
Vivimos tiempos realmente oscuros cuando ¡°hablar de ¨¢rboles es casi un delito / porque es callar sobre tantas atrocidades¡±. Es lo que dec¨ªa Bertolt Brecht en los a?os treinta y sirve para la Europa de hoy. Berl¨ªn acaba de unirse a Madrid, Par¨ªs, Londres y Niza en la lista de grandes atentados terroristas en suelo europeo. El nombre de Breitscheidplatz, una plaza alargada y gris del centro sin centro del viejo Berl¨ªn oeste, es ya sin¨®nimo de terror, junto con la sala Batacl¨¢n, la estaci¨®n de Atocha y la Promenade des Anglais en Niza. En este fin de a?o, de uno de los peores a?os en la historia reciente, rematado por la ignominia de las salvajadas en masa de Alepo, surge Berl¨ªn. Espero que sea el final de este a?o, porque el diablo que ha escrito su historia puede reservarnos todav¨ªa alg¨²n espanto final, antes de que entremos tambale¨¢ndonos, como soldados heridos, en las trincheras de 2017.
Es demasiado pronto para conocer con exactitud la historia que est¨¢ detr¨¢s del atentado de Berl¨ªn, pero no para describir el reto que nos plantea: ?podr¨¢ aguantar el centro? A medida que sub¨ªan las aguas del populismo en Gran Breta?a, Polonia y Estados Unidos, y ahora en Holanda y Francia, Alemania se ha convertido cada vez m¨¢s en el centro estable y liberal de Europa, e incluso de Occidente. Alemania es el centro geogr¨¢fico, econ¨®mico, pol¨ªtico e incluso social, y el centro de ese centro es Angela Merkel. Esper¨¢bamos ¡ªy debemos seguir esperando¡ª que, en las elecciones del pr¨®ximo oto?o, Merkel se mantenga en el poder, tal vez en una nueva coalici¨®n con los Verdes y el Partido Democr¨¢tico Libre (negro-verde-amarillo, de ah¨ª el apelativo Jamaica). Ahora bien, ?y si el atentado de la Breitscheidplatz acaba siendo ¡ªindependientemente de que estuviera inspirado o incluso ordenado por el ISIS¡ª lo que tantos analistas han temido, obra de alguien que entr¨® en Alemania como refugiado cuando Merkel ¡°abri¨® la puerta¡± el verano pasado? ?Terminar¨¢ Merkel en 2017 como David Cameron? Y entonces, ?qu¨¦?
El tuit ya tristemente famoso del pol¨ªtico Marcus Pretzell, de Alternativa por Alemania (AfD) ¡ª¡°son los muertos de Merkel¡±¡ª, es tan repugnante que tiene que provocar un rechazo inicial contra el partido de extrema derecha, antinmigrantes y antieuropeo. Pero ?y si los votantes acaban votando a la AfD en los pr¨®ximos meses? Tambi¨¦n fue grave y reveladora la reacci¨®n inmediata de Horst Seehofer, l¨ªder de la Uni¨®n Social Cristiana (CSU), el partido b¨¢varo hermano de la CDU de Merkel: ¡°Debemos a las v¨ªctimas, a los directamente afectados y a toda la poblaci¨®n revisar toda nuestra pol¨ªtica de inmigraci¨®n y seguridad¡±. La CSU est¨¢ haciendo todo lo posible para conservar votantes en Baviera y quiz¨¢ el comentario le sea ¨²til a Merkel, pero representa una presi¨®n m¨¢s para que endurezca su postura.
Es inevitable, e incluso deseable, que haya cierto endurecimiento. Los servicios de inteligencia y seguridad alemanes, no famosos por su eficacia, tienen que hacerlo mejor. Es probable ¡ªy, como liberal, me cuesta mucho decir esto¡ª que Alemania necesite m¨¢s vigilancia, aunque ni mucho menos tanta como se han resignado a tener los brit¨¢nicos, casi sin protestas. Como Estados Unidos, Francia y Reino Unido, Alemania deber¨ªa aplicar mejores estrategias contra la radicalizaci¨®n, como el contralenguaje en la Red que de forma tan innovadora est¨¢ empleando el Instituto de Di¨¢logo Estrat¨¦gico en Londres: eso quiere decir trabajar con Facebook, Google y Twitter, no solo criticarlos por ser malvadas empresas norteamericanas (es cierto que son parte del problema, pero tambi¨¦n pueden ser parte de la soluci¨®n).
Debemos seguir esperando que Merkel se mantenga en el poder tras las elecciones
Tambi¨¦n quiere decir, en Alemania y otros pa¨ªses, acostumbrarnos a vivir con algo m¨¢s de riesgo, como hizo Gran Breta?a durante las d¨¦cadas de terrorismo del IRA, sin perder los principios liberales. Por eso, el reto fundamental es saber si la sociedad alemana tiene la fortaleza necesaria para cumplir el ideal liberal que Merkel evoc¨® en sus primeras palabras, llenas de dignidad y contenci¨®n, en defensa de ¡°la vida que queremos vivir en Alemania: libres, unidos y abiertos¡±. Los antecedentes de Alemania en integraci¨®n de inmigrantes nunca fueron especialmente buenos y la situaci¨®n ya estaba pendiente de un hilo como consecuencia de la crisis de los refugiados; ahora, todav¨ªa m¨¢s.
?Qu¨¦ motivos tenemos para creer que Alemania va a ser m¨¢s resistente a la enfermedad que est¨¢ provocando ampollas como Donald Trump, Marine Le Pen y Geert Wilders? Varios. Alemania es una de las pocas democracias occidentales que est¨¢ en buena situaci¨®n econ¨®mica. He perdido la cuenta de las veces que alg¨²n alem¨¢n me ha dicho: ¡°Somos un pa¨ªs rico y podemos permitirnos acoger a un mill¨®n de refugiados¡±. No hay muchas naciones en el mundo que puedan decirlo. Adem¨¢s, al contrario que en Gran Breta?a, la prensa popular es relativamente responsable. Aunque Bild, el equivalente a The Sun, ha despotricado contra el euro, se ha mostrado muy moderado en la cuesti¨®n de los refugiados. Y luego est¨¢ el que seguramente es el principal motivo: Adolf Hitler. Precisamente porque Alemania alberg¨® en el pasado el diab¨®lico ep¨ªtome de la xenofobia populista, hoy es la naci¨®n m¨¢s vacunada contra ella. Confiemos en que ese tab¨² siga vigente porque, si no, que Dios nos ayude.
Hasta ahora, Berl¨ªn ha logrado esquivar las grandes hip¨¦rboles peligrosas
Hasta ahora, Alemania ha logrado evitar las grandes hip¨¦rboles peligrosas. En contraste con lo que hicieron en su d¨ªa George W. Bush y Tony Blair, el liberal S¨¹ddeutsche Zeitung tuvo una primera reacci¨®n con un potente titular: ¡°Alemania no est¨¢ en guerra¡±. Seamos decididos, pero proporcionados. El encabezado de Bild, por el contrario, era una palabra que todos los lectores de cualquier lengua comprender¨¢n al instante: ¡°Angst!¡±. En mi opini¨®n, Merkel apunt¨® instintivamente al riesgo mental m¨¢s profundo de sus compatriotas cuando dijo: ¡°No queremos vivir paralizados por el miedo al mal¡±. Un diario berlin¨¦s respondi¨® al horror con una foto en portada de un ¨¢rbol de Navidad delante de la Puerta de Brandemburgo y tres palabras del Evangelio de San Lucas: ¡°?No teng¨¢is miedo!¡±. El camionero polaco que parece haber sido la primera v¨ªctima del asesino habr¨ªa reconocido, sin duda, el mensaje incansablemente repetido por el papa Juan Pablo II, que sol¨ªa a?adir otro mandato: ¡°Derrotad el mal con el bien¡±. Es dif¨ªcil, pero si Alemania puede aproximarse a este ideal, dar¨¢ un gran ejemplo a Europa.
Timothy Garton Ash es catedr¨¢tico de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, donde dirige el proyecto freespeechdebate.com, e investigador titular en la Hoover Institution, Stanford University. Su nuevo libro, Free Speech: Ten Principles for a Connected World, acaba de publicarse.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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