Rana el Kaliouby, sentimientos por ordenador
RANA EL KALIOUBY no es una estrella de la canci¨®n, sino de la tecnolog¨ªa. Aun as¨ª, llena los auditorios adonde acude para explicar que su ordenador sabe si ha tenido un mal d¨ªa o est¨¢ de buenas. Nacida hace 37 a?os en El Cairo (Egipto), es cofundadora de Affectiva, una empresa dedicada a la inteligencia emocional en ordenadores. No se trata de una promesa, sino de una empresa que ha cumplido siete a?os de vida y entre cuyos clientes se encuentran el 30% de las compa?¨ªas m¨¢s importantes del mundo seg¨²n la revista Forbes. Con 26 a?os, The New York Times eligi¨® a El Kaliouby como una de las grandes innovadoras del mundo tecnol¨®gico; hace cuatro a?os ingres¨® en el Sal¨®n de la Fama de las Ingenieras, hace tres que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Boston (EE UU) la incluy¨® entre sus lista de visionarias, hace dos que fue top tech women.
Hablamos y la fotografiamos minutos antes de su acto en la Web Summit de Lisboa. Una tableta y 15 minutos le bastan para explicar en qu¨¦ consiste la inteligencia emocional artificial y que la gente lo entienda. ¡°Los ordenadores tienen datos, pero no emociones¡±, comienza a explicar la cient¨ªfica, afincada en Estados Unidos. ¡°Si el volante de mi coche captara que estoy estresada o que tengo demasiado alcohol en la sangre, podr¨ªa no arrancar y evitar un accidente. Mi trabajo consiste en que los aparatos y las aplicaciones con las que interactuamos capten nuestro estado de ¨¢nimo, en incorporar las emociones a la tecnolog¨ªa¡±.
Licenciada en la Universidad Americana de El Cairo, sus brillantes notas le permitieron acceder a una beca en el MIT, donde empez¨® a investigar la relaci¨®n persona-ordenador. En los a?os setenta, el psic¨®logo Paul Ekman hab¨ªa desarrollado el Facial Action Coding System. Identific¨® siete gestos que, independientemente del sexo, edad, razas o cultura, son iguales en todos los humanos. Son las expresiones para momentos de rabia, miedo, tristeza, disgusto, desprecio, sorpresa y alegr¨ªa. A partir de ah¨ª, codific¨® 46 diferentes movimientos del rostro. El paso de El Kaliouby fue crear algoritmos para las principales expresiones de la cara. Gracias a ellos, la pantalla ¨Cda igual un ordenador que un m¨®vil¨C distingue una nariz respingona de un grano, un grano de una peca, la posici¨®n del rictus de los labios. ¡°Los latinoamericanos son los m¨¢s expresivos, m¨¢s que los europeos, y estos, m¨¢s que los asi¨¢ticos, y dentro de estos, las caras de los japoneses son las menos expresivas de todas¡±, explica.
La capacidad de deducir emociones de la audiencia en tiempo real es un avance fundamental para algunos sectores econ¨®micos como el publicitario o el cine. ¡°Con nuestra aplicaci¨®n Affdex¡±, se?ala, ¡°pueden medir el efecto de un nuevo anuncio, de una nueva bolsa de patatas o del tr¨¢iler de una pel¨ªcula. Pero no solo, esta tecnolog¨ªa se emple¨® en el debate entre Obama y Romney: 200 personas lo vieron en sus tabletas y, por los gestos de sus caras, la aplicaci¨®n Affdex dedujo a qui¨¦n iba a votar cada uno. El acierto fue del 73%.
En la Web Summit de Lisboa del pasado mes de noviembre.
El Kaliouby dice que queda mucho por hacer. ¡°La inteligencia emocional del ordenador es fundamental para la mejora de la comunicaci¨®n de los autistas, para el mundo de la salud y de la ense?anza. El d¨ªa de los robots con emociones est¨¢ cerca¡±.
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