El consumo responsable empieza por la crianza
Cada vez es m¨¢s habitual encontrarse en el mercado con productos ecol¨®gicos y de producci¨®n responsable con el medio ambiente para el p¨²blico infantil
En Espa?a el consumo de productos ecol¨®gicos crece de forma moderada, seg¨²n constata el informe El sector ecol¨®gico en Espa?a 2016, elaborado por Ecological. En lo que se refiere a alimentaci¨®n, se ha pasado de un gasto per c¨¢pita de 20,45 euros al a?o en 2011 a? 21,66 euros en 2013. Aunque a¨²n estamos lejos de los pa¨ªses europeos que marcan la pauta como Suiza (210 euros) o Dinamarca (163 euros), cada vez es m¨¢s habitual encontrarse en el mercado con productos ecol¨®gicos y de producci¨®n responsable con el medio ambiente especialmente dedicados al p¨²blico infantil. ¡°En lo nacional hay una tendencia que ya se ve en Europa desde hace a?os: una mayor preocupaci¨®n por productos saludables y que se entienden como m¨¢s beneficiosos¡±, asegura Diego Roig, socio director de Ecological.
Entre los productos eco dedicados a los ni?os destaca, seg¨²n Roig, el boom de los productos de alimentaci¨®n infantil, que ha provocado la entrada de grandes marcas ¡°dado el crecimiento previsto¡± en Espa?a y las tendencias que se observan en pa¨ªses europeos de nuestro entorno. No en vano, seg¨²n un estudio llevado a cabo por la empresa de estudios de mercado Technavio y presentado en junio, entre 2016 y 2020 el mercado global de la comida org¨¢nica para ni?os podr¨ªa sufrir un incremento del 12%. Pero no ser¨¢ el ¨²nico. ¡°El crecimiento se est¨¢ viendo en todas las categor¨ªas de la cesta de la compra. Hay l¨ªneas que se est¨¢n desarrollando mucho como pueden ser los pa?ales, las toallitas y la cosm¨¦tica ecol¨®gica dirigida al p¨²blico infantil, con eliminaci¨®n de qu¨ªmicos, parabenos¡¡±, explica.
Sabe de ello S¨¦bastian Favier, que en 2013 decidi¨® importar a Espa?a la marca suiza de pa?ales ecol¨®gicos Pingo, que se caracterizan por su producci¨®n, respetuosa con el medio ambiente y realizada en el pa¨ªs helv¨¦tico, y por la ausencia de m¨¢s de 50 qu¨ªmicos nocivos en sus productos desechables que s¨ª tienen los pa?ales que solemos comprar de forma habitual. ¡°Muchos nos dec¨ªan que el mercado de los productos ecol¨®gicos todav¨ªa estaba muy verde en Espa?a y que no val¨ªa la pena lanzar una marca de pa?ales ecol¨®gicos desechables, pero nosotros, al contrario, hemos visto que existe una demanda muy fuerte que no encuentra una oferta adecuada¡±. Llevan tres a?os de crecimiento continuo, acelerado especialmente en el ¨²ltimo, lo que ha colocado sus pa?ales y toallitas en m¨¢s de 1.000 puntos de venta en Espa?a.
Dar lo mejor a nuestros hijos
¡°Un producto ecol¨®gico se identifica con una menor carga qu¨ªmica y, por tanto, como m¨¢s saludable y m¨¢s sano. Y al final, como padres, buscamos dar la mejor alimentaci¨®n y los mejores productos a nuestros hijos¡±, reflexiona Diego Roig sobre la extensi¨®n de las referencias y el consumo de productos ecol¨®gicos relacionados con la crianza. Una opini¨®n que refrenda Favier, que considera que al margen de esta, hay otras dos explicaciones plausibles m¨¢s: por un lado nuestra nueva posici¨®n como ¡°consumidores conectados¡±, que nos permite acceder a informaci¨®n que nos ayuda en la decisi¨®n de compra. Por otro, la cada vez mayor conciencia de ¡°las relaciones de interdependencia¡± entre una decisi¨®n de compra y la calidad del mundo en el que vivimos: ¡°si doy mi dinero a empresas que fabrican en pa¨ªses con bajo coste de producci¨®n pero con un alto coste ambiental estoy favoreciendo un sistema que tarde o temprano me perjudicar¨¢¡±.
Para el soci¨®logo y profesor de la asignatura ¡®Sociolog¨ªa del medio ambiente¡¯ en la Universidad de Granada Adolfo Torres, por su parte, el consumo de los denominados productos ecol¨®gicos est¨¢ ligado b¨¢sicamente a dos factores: ¡°la calidad y la responsabilidad sobre la preservaci¨®n del medio ambiente¡±. Sobre este ¨²ltimo factor apunta que los estudios sobre conciencia ambiental muestran que la base social de los sectores m¨¢s proambientales, con mayor inter¨¦s, preocupaci¨®n y comportamientos respetuosos con el medio ambiente, ¡°se concreta en un perfil mayoritario de mujeres urbanas de mediana edad con un nivel de estudios medio-alto que trabaja en el sector p¨²blico. Un perfil ¡°ideal¡± para consumir los productos de crianza ecol¨®gicos, ya que al retrasarse la natalidad y reducirse el n¨²mero de hijos por mujer, ?para mi ¨²nico hijo lo mejor!¡±.
Mucho se ha hablado sobre la relaci¨®n entre la crisis econ¨®mica y otra supuesta crisis de valores que habr¨ªa empujado a la sociedad, entre otras cosas, hacia un consumo m¨¢s responsable. Para el profesor de la Universidad granadina este v¨ªnculo carece de fundamento ya que las crisis econ¨®micas ¡°suelen producir como efecto, en la falsa e interesada (para determinados sectores e ideolog¨ªas) dicotom¨ªa econom¨ªa/ecolog¨ªa, una primac¨ªa de la econom¨ªa que no integra los costes ecol¨®gicos mientras el precio venta p¨²blico de los productos ecol¨®gicos es mayor¡±.
Alcanzar niveles europeos
En pa¨ªses como Alemania, que se ha situado como el mercado m¨¢s importante en Europa con casi 8.000 millones de euros en consumo de productos alimentarios ecol¨®gicos, en los supermercados es habitual encontrarse con m¨²ltiples referencias eco y bio, tambi¨¦n en lo referente a pa?ales y cosm¨¦tica destinada al p¨²blico infantil. Algo que todav¨ªa no sucede en Espa?a ya que, seg¨²n apunta Diego Roig, ¡°el consumo sigue siendo ocasional y minoritario, consider¨¢ndose un mercado de nicho¡±. Para que esa situaci¨®n cambie el director de Ecological se?ala tres ejes de desarrollo necesarios para que en los pr¨®ximos a?os el consumo aumente de forma considerable: en primer lugar que el producto empiece a ser accesible, es decir, ¡°que la distribuci¨®n convencional incorpore productos ecol¨®gicos y que est¨¦n disponibles para el consumidor en toda Espa?a¡±; en segundo, que la entrada de nuevos y grandes fabricantes haga que ¡°se abaraten los precios, que es otro de los motivos por los que aqu¨ª el consumo el m¨¢s bajo¡±; por ¨²ltimo, la necesidad de un canal especializado ecol¨®gico fuerte, con muchos puntos de venta, ¡°que todav¨ªa no existe en Espa?a al contrario de lo que s¨ª sucede en otros pa¨ªses europeos¡±.
El representante de Pa?ales Pingo en Espa?a, por su parte, considera que la valoraci¨®n del impacto medioambiental o de la salud a la hora de hacer la compra ¡°progresa¡± en Espa?a, aunque considera que algunos problemas de contaminaci¨®n como las dioxinas o los perturbadores endocrinianos ¡°no han alcanzado la notoriedad¡± que s¨ª tienen en pa¨ªses de nuestro entorno: ¡°explicamos a nuestros clientes que nuestra celulosa es tratada con agua oxigenada para garantizar la ausencia de dioxinas, pero no todo el mundo sabe que seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud las dioxinas provocan problemas de fertilidad, desarrollo, da?an el sistema inmunitario, interfieren con el sistema hormonal y causan c¨¢ncer¡±, afirma Favier.
Para Adolfo Torres, por su parte, es necesario que productores y gobernantes consideren al medio ambiente ¡°como una oportunidad econ¨®mica y no como una amenaza¡±. En el caso de los consumidores el soci¨®logo apunta a la necesidad de ¡°recuperar el control sobre nuestra identidad, estilos de vida y, por tanto, h¨¢bitos de consumo. Es decir, que seamos m¨¢s reflexivos y m¨¢s libres de los dictados del mercado en funci¨®n de modas y consumismo para ser m¨¢s felices¡±. Tal y como empezamos a hacer ya en lo referente a nuestros hijos.
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