¡°Para desarrollar ?frica necesitamos invertir en educaci¨®n tecnol¨®gica¡±
Churchill Nanje Nambe es el fundador de Njorku, un buscador de empleo presente en diez pa¨ªses con 10.000 usuarios diarios
Cualquier imagen de emprendedor tecnol¨®gico pasa por un ordenador decimon¨®nico y un garaje desde donde alterar el universo digital. Con Silicon Valley en el imaginario colectivo, los perfiles de los reyes de internet se esbozan en vaqueros y zapatillas. Lejos de la costa oeste estadounidense, pero cerca de la mentalidad de estos gur¨²s, se encuentra Churchill Nanje Nambe. A sus 31 a?os, este camerun¨¦s ha dise?ado Njorku, un buscador de empleos que opera en una decena de pa¨ªses africanos y ayuda a encontrar trabajo a cerca de 10.000 usuarios diarios.
Respetando ¡ªcasi venerando¡ª el dictamen de la oferta y la demanda, Nanje se fij¨® en los problemas de su grupo de amigos y de sus contempor¨¢neos en general y plante¨® una soluci¨®n. ¡°Hab¨ªa un gran desbarajuste en el mercado. Para las empresas era dif¨ªcil encontrar trabajadores cualificados, y para las personas era muy complicado tener acceso a anuncios de puestos superiores¡±, sostiene. ?l hizo lo propio. Nada nuevo si lo miras desde el prisma occidental, plagado de portales de este tipo, pero algo puntero para Camer¨²n, de PIB exiguo (menos de 30.000 millones de euros al a?o) y en la posici¨®n 94 del mundo por riqueza.
Aqu¨ª naci¨® a mediados de los ochenta. En Manyemen, un pueblo rural cerca de la frontera con Nigeria del que no se encuentra ni censo. Su familia se mud¨® a Duala, capital econ¨®mica del pa¨ªs, en cuanto cumpli¨® la edad escolar. Pas¨® sus a?os de colegio comulgando con la educaci¨®n establecida. Incluso destacando entre sus compa?eros. En el instituto, mudado a Kumba, una ciudad joven de 400.000 habitantes, empez¨® a frecuentar los caf¨¦s. No los literarios ni los de tertulias en torno a la pol¨ªtica, sino los cybers, los que ofrec¨ªan conectarse a internet pagando por horas.
¡°Me dej¨¦ mucho tiempo y dinero en esos lugares¡±, recuerda ahora por tel¨¦fono desde la oficina en la que emplea a otras siete personas. ¡°Era buen estudiante, pero no me gustaba la escuela. Me pasaba las tardes leyendo sobre programaci¨®n¡±. Poco a poco, de forma autodidacta, hizo sus primeras incursiones en el medio inform¨¢tico. Hasta que logr¨® algunos encargos de dise?o de webs y programaci¨®n con los que sacar sus primeros sueldos. ¡°Mis compa?eros me llamaban loco porque ni jugaba al f¨²tbol ni sal¨ªa por ah¨ª¡±, r¨ªe antes de contar c¨®mo descubri¨® su ¡°talento¡± gracias a estos puestos y pas¨® a ser consultor de peque?as empresas.
La gente de mi pa¨ªs ya no quiere la visa de otro, ahora quiere quedarse y hacer algo
Y lleg¨® Njorku. Es su lengua materna, elefante (motivo por el que sobresale la cabeza de uno en el logo). ¡°Quer¨ªa que fuera una proyecto m¨¢s grande que el animal m¨¢s grande¡±, dice. Han pasado casi seis a?os y, si el tama?o se midiera por visitas, el buscador de empleo ya estar¨ªa dentro de los big five o cinco grandes especies m¨¢s preciadas en los safaris. ¡°Funciona en 10 pa¨ªses¡±, indica enumer¨¢ndolos (Ghana, Nigeria, Kenia, Sud¨¢frica, Egipto¡), ¡°y cada mes hay 200.000 visitantes, con unos 10.000 usuarios al d¨ªa, que encuentran ofertas hasta de India¡±.
?Qu¨¦ ofrece, a fin de cuentas? Njorku no deja de ser una plataforma que enlaza a otras webs de ofertas de trabajo. Pero su sencillez, precisi¨®n y claridad la hacen extremadamente ¨²til. Mucho m¨¢s si no hay nada parecido. Cualquier persona registrada accede a las ¨²ltimas ofertas dentro de los par¨¢metros que elija y recibe las ¨²ltimas actualizaciones. ¡°La f¨®rmula es como la de Google. Te redirige a lo que buscas por un algoritmo¡±, compara. En total, ya suma cinco millones de anuncios. ¡°Llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que los reclutadores no ten¨ªan tiempo y los buscadores andaban perdidos¡±. Nanje ha logrado gracias a su empresa viajar a Qatar o Estados Unidos.
Aqu¨ª vio ¡°c¨®mo funcionaba el mercado¡±. Despu¨¦s de salir de Camer¨²n y de dar un empuj¨®n al rastreo laboral en la red, cree que la evoluci¨®n ser¨¢ continua. ¡°La gente de mi pa¨ªs ya no quiere la visa de otro, ahora quiere quedarse y hacer algo¡±, sopesa. Y el acceso a internet ser¨¢ clave, augura. Seg¨²n previsiones de la revista New African, en 2020 la banda ancha pasar¨¢ del 20% actual al 60% en el continente. Y se alcanzar¨¢n los 540 millones de tel¨¦fonos inteligentes en la poblaci¨®n, que ya anda por los 160. ¡°Emprender est¨¢ en boga. Y creo que es la forma de salir de la pobreza¡±, destaca quien pas¨® de no poder pagar internet a que Forbes eligiera Njorku en 2011 como una de las start-up m¨¢s influyentes de la zona.
Churchill pas¨® de no poder pagar internet a que Forbes eligiera Njorku como una de las start-up m¨¢s influyentes de la zona
Coincide con lo que afirma Alex Perry en La gran grieta. El despertar de ?frica: ¡°Para sobrevivir en un continente con escasa seguridad y pocos trabajos garantizados o formales, en el que los Gobiernos son a menudo un obst¨¢culo, uno ha de aprender a buscarse la vida. Ocho de cada diez africanos trabajan para s¨ª mismos. Nacer en ?frica implica, en muchos sentidos, nacer emprendedor¡±.
Y contin¨²a el autor, en consonancia con lo que aventura Jambe: ¡°Esta vieja ?frica, un continente de cooperantes, dictadores y guerras, es uno con el que usted est¨¦ probablemente familiarizado. En el pasado incluso hab¨ªa algo de cierto en ello. Pero la nueva ?frica es un lugar que se expande con una iracunda afirmaci¨®n, la de hacer retroceder a los falsos profetas que creen poder decirles a los africanos qui¨¦nes y c¨®mo son. Medio siglo despu¨¦s de que los africanos obtuvieran su liberaci¨®n formal, luchan por la sustancia real de la misma. All¨¢ donde anta?o combat¨ªan a las potencias dirigentes, hoy combaten una percepci¨®n gobernante. All¨¢ donde antes otorgaban, hoy plantan cara¡±.
¡°Los que no est¨¢n cualificados querr¨¢n crear su propio negocio. Para desarrollar el continente debemos invertir en tecnolog¨ªa¡±, apuesta este chico de 31 a?os, residente en un pa¨ªs donde, se?ala, la mitad de los j¨®venes apenas consigue trabajo, aunque el Banco Mundial cifre en un 6,7% la tasa de paro. Justo la que m¨¢s consulta su p¨¢gina. ¡°Nuestro curr¨ªculo en inform¨¢tica est¨¢ muy atrasado. Necesitamos externalizarnos. Aprender lo que se est¨¢ haciendo en otros lugares, no quedarnos en el primer escal¨®n. Un 65% visita la web desde su m¨®vil, no desde su ordenador. Ese es el futuro¡±, concluye, vi¨¦ndose a ¨¦l mismo dentro de unos a?os cumpliendo el sue?o de cualquier gur¨² de Silicon Valley: empleando a m¨¢s gente en su empresa y animando a m¨¢s personas de su entorno a seguir sus pasos. Aunque sea en Camer¨²n y lo llamen loco por no jugar al f¨²tbol.
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