Refugiadas: una vida de gueto
Voces expertas denuncian la violencia a la que se enfrentan las mujeres en los pa¨ªses de acogida
Lina tiene 13 a?os. Ella lleg¨® a Jordania junto a su familia en busca de un hogar sin guerra. A los pocos meses, su madre le oblig¨® a comprometerse con un hombre jordano mucho mayor que ella. Para la familia, esta era la mejor soluci¨®n para acabar con ¡°la carga econ¨®mica¡± que representaba Lina. La adolescente se neg¨® durante varias semanas. Ante la negativa, la madre aument¨® su oferta: ¡°Con tu marido tendr¨¢s comida, ropa y joyas¡±.
Lina es un nombre ficticio, pero se trata de un caso real. En Jordania se registran legalmente 500 matrimonios al a?o de chicas sirias menores de 18 a?os. As¨ª lo denuncia Layla Hamarneh, directora de proyectos en Arab Women Organization (AWO), y feminista desde hace m¨¢s de 30 a?os en este pa¨ªs. ¡°Hay que tener en cuenta que una gran parte de matrimonios de ni?as no es registrado en ning¨²n juzgado. Y el problema se hace mayor en caso de que las adolescentes tengan un ni?o, porque por ley, este no ser¨¢ ciudadano de ning¨²n Estado¡±.
Hamarneh explica que, adem¨¢s de someter a las ni?as a matrimonios obligados, muchas de las mujeres sirias que llegan a Jordania tambi¨¦n viven un infierno tanto dentro como fuera de casa. De puertas adentro, un escenario com¨²n es que sean v¨ªctimas de violencia f¨ªsica por parte de los maridos, quienes en ciertas ocasiones justifican esta v¨ªa para desahogarse de la frustraci¨®n que implica no tener oportunidades de empleo y ven debilitado su papel masculino tradicional. ¡°Las mujeres y las j¨®venes coinciden en se?alar que mientras en casa la violencia es mayoritariamente f¨ªsica, en los espacios p¨²blicos es principalmente emocional, con abusos y discriminaci¨®n constante por su condici¨®n de mujer¡±, sostiene la experta.
M¨¢s de la mitad de las personas refugiadas son mujeres y ni?os que tras huir de la guerra se ven obligados a enfrentarse a lo que la ONU califica como una nueva epidemia mundial: la violencia contra la mujer. Mientras el asilo en Europa y otras regiones est¨¢ cada vez m¨¢s restringido, el desplazamiento forzado de personas crece como una ola sin control en los ¨²ltimos cuatro a?os. ACNUR cifr¨® este fen¨®meno a finales del 2015 en 63,5 millones de personas refugiadas, desplazadas o solicitantes de asilo. En este contexto, la guerra convirti¨® a Siria en el mayor pa¨ªs emisor de refugiados del mundo, quienes huyen a pa¨ªses vecinos como L¨ªbano, Jordania e Irak.
As¨ª fue como Lina lleg¨® desde Siria a Jordania, pero ella corri¨® mejor suerte. Su caso lleg¨® a Arab Women Organization, que trabaj¨® para que Lina asistiera a unos talleres que llaman ¡°clases de habilidades para la vida¡± y cuyo objetivo es brindar herramientas para el empoderamiento de las refugiadas. ¡°La chica aprendi¨® a valorarse, a reforzar su autoestima y a pensar seriamente en lo que significa el matrimonio¡±, agrega Layla Hamarneh. Pero ante la insistencia de la madre, este centro organiz¨® un encuentro con otra madre refugiada que hab¨ªa obligado a su hija a casarse para que le hablara de las graves consecuencias. ¡°La mujer cont¨® como su hija hab¨ªa intentado suicidarse en varias ocasiones al no poder soportar la violencia ejercida por su marido¡±. Este testimonio sensibiliz¨® a la familia y permiti¨® que Lina se librara del matrimonio forzado y prematuro.
Adem¨¢s de luchar desde los campos en Jordania por casos como los de Lina, Layla alza la voz para denunciar la situaci¨®n de violencia que viven las refugiadas en todos los escenarios internacionales posibles. ¡°La guerra de Siria lleg¨® para enlodarlo todo, y eso hay que gritarlo en todos los escenarios posibles¡±. A ella se uni¨® otra activista pol¨ªtica: Khadije El Husaini (L¨ªbano), quien junto a Ilham Makki Hammadi (Irak), Hanan Salman (Palestina) asistieron a una serie de encuentros con la ciudadan¨ªa en Catalu?a, organizados por la Associaci¨® Catalana per la Pau bajo el nombre de De viva voz: las mujeres en el mundo ¨¢rabe.
El 70% de las familias sirias viven debajo de la l¨ªnea de pobreza en L¨ªbano, y el 90% son mujeres y ni?os
Ellas alzan sus voces para denunciar c¨®mo las mujeres son doblemente v¨ªctimas de la guerra al tener que afrontar la epidemia de la violencia: altas tasas de agresi¨®n f¨ªsica, psicol¨®gica, matrimonios forzados y prematuros, que a su vez implican la negaci¨®n al derecho a la salud sexual y reproductiva, reducci¨®n de oportunidades econ¨®micas derivadas del abandono de la educaci¨®n y limitaciones sociales y civiles, que reproducen de nuevo una sociedad patriarcal que llevan a la mujer a la exclusi¨®n social y econ¨®mica.
Violencia como sistema
En el caso del L¨ªbano, Khadije El Husaini, secretaria general de la Liga por los derechos de las libanesas, alerta sobre c¨®mo esta situaci¨®n acecha cada vez a m¨¢s mujeres. En los ¨²ltimos cuatro a?os han llegado 1,2 millones de refugiados, quienes se han encontrado con un L¨ªbano colapsado econ¨®micamente. El refugio de las mujeres sirias ¡°se reduce a peque?as tiendas de acampar donde pueden convivir hasta 20 personas, sin agua potable, con constantes cortes de electricidad y acceso limitado a la alimentaci¨®n¡±.
Seg¨²n la LLWR, el 70% de las familias sirias viven debajo de la l¨ªnea de pobreza en L¨ªbano, y de ellos el 90% son mujeres y ni?os que carecen de las condiciones m¨ªnimas de vida. La mayor¨ªa son responsables de sus familias. Por esto, ellas se han visto forzadas a aceptar cualquier trabajo con salarios que se reducen hasta un tercio de los precios convenidos. Ante esta realidad, la LLWR denuncia que la mayor¨ªa de los empresarios ha despedido a los empleados libaneses. Se entiende con esto que existen dos sectores de mujeres afectadas por la avaricia de estos empleadores: las libanesas sin trabajo y las sirias sobreexplotadas.
¡°La mujer siria sufre una vida de gueto que implica los siguientes escenarios: la violaci¨®n, el acoso, la violencia moral y f¨ªsica, el trauma psicol¨®gico, la violencia dom¨¦stica, la privaci¨®n del sentimiento de seguridad dentro de su domicilio, as¨ª como el matrimonio precoz y forzado en un contexto de la movilizaci¨®n y de disminuci¨®n de recursos. Adem¨¢s, un cierto n¨²mero de ellas ha debido trabajar como prostituta para asegurar sus vidas, las de sus hijos y las de sus familias. Son consecuencias de la guerra, es una cat¨¢strofe humanitaria para las mujeres, es una ola muy grande que no se sabe como podr¨¢ frenarse¡± enumera El Husaini.
En L¨ªbano, la violencia contra un gran n¨²mero de refugiadas se acent¨²a con el sistema de creencias culturales heredadas de su comunidad. Se trata de 15 estatutos en los que se regulan aspectos de la sociedad desde una mirada patriarcal y discriminatoria contra los derechos fundamentales de las mujeres y los derechos humanos universales.
¡°Una mujer puede ser asesinada si es acusada de cometer adulterio, golpeada si no cumple con alguna tarea asignada por su marido o casada siendo a¨²n una ni?a por decisi¨®n de sus padres. Todas estas son leyes religiosas que la legislaci¨®n libanesa no incluye, pero respeta¡±.
Planes de acci¨®n
¡°Estamos frente a una barbarie, si una mujer es violada y el violador decide casarse con ella, este ya no es enjuiciado. Hay cada vez m¨¢s adolescentes que deambulan por las calles embarazadas porque tras someterlas a matrimonios prematuros son abandonadas, solo hay un albergue para mujeres v¨ªctimas de violencia en todo el pa¨ªs. El islam es la principal herramienta pol¨ªtica. Las mujeres cada vez tienen m¨¢s dif¨ªcil estar en la calle, no pueden hablar con hombres que no sean familiares, ni su marido" detalla Layla Hammarneh.
Por esa raz¨®n Hammarneh cree que resulta urgente un plan de acci¨®n nacional en torno a la Resoluci¨®n 1325 del Consejo de Naciones Unidas. Para la directora de AWO, este plan permitir¨ªa proteger desde el marco de la ley a las mujeres sirias, especialmente a quienes viven fuera de los campos de refugiados (protegidos por distintas ONG).
Tanto AWO como LLWR trabajan en el empoderamiento de las mujeres refugiadas, a trav¨¦s de talleres en los que puedan obtener mayor autoestima, adem¨¢s de conocimiento de las leyes que pueden protegerlas y nuevas herramientas para conseguir un oficio o iniciar un emprendimiento. Este trabajo tiene apoyo de organizaciones catalanas como la Associaci¨® Catalana per la Pau que realiza proyectos humanitarios y de desarrollo en ambos pa¨ªses.
Se registran 500 casos de matrimonio infantil al a?o, pero una gran parte no se registra en ning¨²n juzgado
Estos proyectos de cooperaci¨®n est¨¢n enfocados a facilitar el acceso a la alimentaci¨®n, a la salud, protecci¨®n de los derechos de las mujeres refugiadas en Jordania y promoci¨®n de los derechos humanos y laborales de la poblaci¨®n refugiada en L¨ªbano.
Houda es una de ellas. No solo rompi¨® con el ciclo de la violencia tras huir de las palizas de su padre, sino que comenz¨® a estudiar en los talleres de electr¨®nica que la LLWR imparten a las mujeres refugiadas en los poblados rurales de L¨ªbano. ¡°Ahora s¨¦ que mi destino no est¨¢ en quedarme en casa¡±. Aunque esta joven de 22 a?os a¨²n padece las consecuencias de tener un trabajo precario, se ha convertido en una de las mujeres que sensibiliza a otras adolescentes y j¨®venes sobre las posibilidades de romper el ciclo de la violencia.
¡°Concienciar, concienciar, concienciar¡±. Para Khadije El Husaini esta es una de las claves para acortar la crisis humanitaria que viven las refugiadas. ¡°Es el papel de las mujeres, tomar conciencia y pelear. Mientras que la comunidad internacional tiene que actuar ante la tragedia que viven millones de las personas refugiadas, m¨¢s especialmente las mujeres y los ni?os. Hay que parar la venta de armas, y la guerra. Por lo tanto, no tenemos ante nosotras un futuro muy alentador¡±.
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