Tomar testosterona no le har¨¢ superhombre
Circula por los gimnasios en forma de preparados para aumentar la masa muscular y en geles que prometen un desbordante vigor sexual. Lo sentimos, solo funciona en quien tiene problemas
Rebasar la barrera de los 40 implica una merma lenta (pero inexorable) de cualidades varoniles ¡ªm¨²sculo y vigor sexual¡ª dif¨ªcil de aceptar. ?Y si hubiese un ant¨ªdoto para el envejecimiento masculino? Se ha popularizado la creencia de que la testosterona frena esta decadencia, pero sus efectos pueden ser mucho peores que los que provoca el paso del tiempo.
¡°Se est¨¢ produciendo un boom y muchos hombres mayores creen que van a mantener la musculatura y energ¨ªa bajo las s¨¢banas poni¨¦ndose testosterona¡±, destaca Rafael Prieto, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Androlog¨ªa, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA). ¡°Cuando se utiliza en un contexto cl¨ªnico (para tratar la falta de hormona por enfermedad), no hay problema, porque se toman las medidas adecuadas para controlar posibles efectos secundarios como el aumento de gl¨®bulos rojos, que puede originar alteraciones cardiovasculares. Lo preocupante es su uso con otros fines¡±, alerta.
Se vende como caramelos. Hay dos tipos de consumidores: hombres mayores que creen que van a rejuvenecer y tener m¨¢s deseo, describe Prieto, y los que piensan que por tomarla van a aparecer en la foto con los abdominales marcados y musculados. As¨ª, la testosterona campa a sus anchas por los gimnasios como ingrediente de preparados para aumentar la masa muscular. Unos productos que, seg¨²n el andr¨®logo, muchas veces se compran por Internet con la consiguiente falta de seguridad y garant¨ªa. Francisco Zaragoza, catedr¨¢tico de Farmacolog¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), atribuye la fuerte demanda a sus propiedades anabolizantes (que favorecen el desarrollo de la masa muscular). ¡°Es una finalidad alejada de la de los fabricantes leg¨ªtimos, que la producen para el tratamiento del d¨¦ficit de producci¨®n gonadal, una situaci¨®n que genera poca demanda¡±, explica. Por el contrario, ¡°la demanda clandestina (con fines no m¨¦dicos) arrasa con las existencias y favorece la aparici¨®n de falsificaciones¡±, a?ade.
El psic¨®logo Esteban Ca?amares, especialista en problemas sexuales, tambi¨¦n responsabiliza de este auge entre los varones que pasan la cuarentena a que ¡°buena parte de la autoestima masculina se ha basado exageradamente en el vigor sexual y si no hay una erecci¨®n r¨¢pida y contundente es negativo¡±. El fondo del problema est¨¢ ¡°en que las personas nos resistimos a envejecer, pero no estar a los 50 a?os como a los 20 es normal. Lo que ocurre es que hay que trabajar contra el mito de la juventud eterna, que es lo que vende¡±.
¡°La grasa contiene una enzima (aromatasa) que transforma la testosterona en estr¨®genos (hormonas femeninas), que, adem¨¢s, favorece el desarrollo de las mamas¡±. (Ignacio Moncada, ur¨®logo)
Su empleo es especialmente alarmante en EE UU, donde las recetas se han triplicado desde 2001, y un 3% de los hombres de m¨¢s de 40 a?os consume preparados con esta hormona, seg¨²n revel¨® la BBC. En octubre de 2016, la Administraci¨®n Americana de Medicamentos y Alimentos (FDA) emiti¨® una alerta sobre el consumo abusivo en adultos y adolescentes ¡ªincluyendo atletas y culturistas¡ª e insist¨ªa en los riesgos que tiene especialmente para el coraz¨®n y la salud mental, incluso con uso m¨¦dico.
En cl¨ªnicas a pie de calle
Recelo y rechazo son las reacciones habituales entre los especialistas sobre las nuevas cl¨ªnicas de tratamientos de testosterona. Y no escatiman calificativos como ¡°muy comerciales y poco m¨¦dicas¡±. Rafael Prieto es tajante: ¡°Ninguna cuenta con nuestro aval. Desde la Asociaci¨®n de Androlog¨ªa controlamos que ning¨²n profesional de estos centros pase a formar parte de ASESA ni jam¨¢s prestamos a ninguna cl¨ªnica privada el logo de la Asociaci¨®n¡±.
Enrique Marusi, gerente de una cl¨ªnica de este tipo en Madrid, Doctor T, detalla que su enfoque se dirige a ¡°solucionar los problemas de erecci¨®n y disfunciones sexuales masculinas, aunque la terapia act¨²a sobre otras cosas¡±. Sus tratamientos abordan tanto la causa como el s¨ªntoma localizado, ¡°y as¨ª conseguimos una efectividad m¨¢s estable, a diferencia de otras terapias enfocadas ¨²nicamente en el aparato genital¡±. Es el endocrin¨®logo, aclara, el encargado de valorar la situaci¨®n del paciente y dependiendo del resultado de las pruebas se combinan estrategias ¡°para ofrecer tratamientos personalizados y efectivos¡±.
El paciente tipo de la cl¨ªnica es ¡°un hombre a partir de los 40, aunque tambi¨¦n tenemos pacientes que por dolencias previas producen insuficiente testosterona para mantener una vida saludable. En el otro extremo hay varones de hasta 70 a?os¡±. ?Cu¨¢l es la edad l¨ªmite? ¡°La que marca la salud del paciente, y si presenta problemas cardiacos o de pr¨®stata se desaconseja el tratamiento con testosterona¡±, responde Marusi. A?ade que los beneficios de los tratamientos con esta hormona traspasan el terreno sexual: ¡°Mejoran la masa muscular, la recuperaci¨®n del ejercicio, la agilidad mental y disminuyen la grasa abdominal¡±. El precio medio que hay que pagar por cada tratamiento, que dura de tres o cuatro meses, es de 800 euros, ¡°y los pacientes quedan muy contentos porque les cambia la vida¡±, asegura. Con todo, indica que ¡°el desconocimiento y el recelo por parte del p¨²blico hace que todav¨ªa no sea un negocio muy rentable¡±, pero por su experiencia vaticina que ¡°en tres o cuatro a?os se podr¨¢ expandir adecuadamente¡±.
No hay raz¨®n para tomarla indiscriminadamente. La testosterona es la hormona responsable del desarrollo de los ¨®rganos sexuales y de las caracter¨ªsticas f¨ªsicas masculinas. La hip¨®fisis (una gl¨¢ndula situada en el cerebro) controla su producci¨®n en los test¨ªculos, desde donde pasa a la sangre para realizar sus funciones. Los niveles de testosterona son m¨¢s altos entre los 20 y 30 a?os y comienza a disminuir a partir de los 35, indica la Sociedad Americana de Endocrinolog¨ªa. Esto se debe, seg¨²n Prieto, ¡°a que los requerimientos son menores¡±. Sin embargo, a diferencia de las mujeres (que tambi¨¦n tienen una peque?a cantidad de testosterona: entre 0,6 y 2,5 nanomoles por litro de sangre, en las que la p¨¦rdida de hormonas femeninas, los estr¨®genos, es un estado fisiol¨®gico a partir de la menopausia), ¡°los hombres suelen mantener un cierto nivel hormonal y por eso no podemos hablar de andropausia¡±.
Ignacio Moncada, jefe del servicio de Urolog¨ªa del Hospital Universitario La Zarzuela (Madrid), considera que ¡°es una hormona a veces denostada porque su utilidad se ci?e al deseo sexual, pero es muy importante porque contribuye a la s¨ªntesis de los huesos, masa muscular y gl¨®bulos rojos, entre otras funciones¡±. Los valores ¨®ptimos de testosterona, a?ade, oscilan entre 10 y 30 nanomoles, ¡°si bien, desgraciadamente, no existen tablas que relacionen esas cifras con la edad¡±. Una referencia muy necesaria puesto que ¡°no es lo mismo un individuo de 18 a?os que otro de 70. Y si nos movemos en unos niveles de entre 8 y 12 nanomoles, la edad ser¨¢ la que determine si es preciso o no aplicar un tratamiento con testosterona¡±.
Sus indicaciones m¨¦dicas son concretas: solo para el d¨¦ficit de testosterona (determinado mediante un an¨¢lisis) y con s¨ªntomas que complican la calidad de vida (falta de deseo sexual, poca energ¨ªa, decaimiento, etc¨¦tera). ¡°El m¨¦dico, de acuerdo con el paciente, es el que indica y prescribe la terapia¡±, subraya Moncada. Y la sintomatolog¨ªa ser¨¢ el factor determinante: ¡°Porque si no hay s¨ªntomas, no hay tratamiento, aunque los niveles hormonales se encuentren bajos pero dentro de la normalidad¡±, a?ade. Por si queda alguna duda, Prieto es rotundo: ¡°Si un var¨®n tiene una disminuci¨®n del deseo o una disfunci¨®n er¨¦ctil y un nivel de testosterona normal, ni va a recuperar el deseo ni la erecci¨®n aunque tome hormonas¡±.
M¨¢s riesgos que beneficios
Las consecuencias del uso indebido de esta hormona tienen en jaque a las autoridades sanitarias y a los profesionales de la salud. Adem¨¢s de la alerta de la FDA, la literatura cient¨ªfica recoge numerosos estudios que describen efectos secundarios asociados a los preparados de testosterona: un an¨¢lisis publicado en la revista JAMA encontr¨® que aumentaba un 30% el riesgo de sufrir un infarto cerebral o un ataque al coraz¨®n en hombres mayores con problemas cardiacos y bajos niveles de hormona. Y otro aparecido en PLOS ONE recoge que los mayores de 65 a?os tratados con testosterona tienen el doble de posibilidades de tener un infarto de miocardio despu¨¦s de 90 d¨ªas de comenzar con el tratamiento. ?La causa? Seg¨²n la Fundaci¨®n Espa?ola del Coraz¨®n (FEC), los suplementos de testosterona provocan que aumenten los gl¨®bulos rojos, la coagulaci¨®n sangu¨ªnea y la hipertrofia cardiaca. Los amantes del m¨²sculo tampoco son inmunes a las consecuencias. El catedr¨¢tico Francisco Zaragoza apunta que ¡°la hipertrofia muscular conlleva una merma de vigor sexual que invita a recurrir a f¨¢rmacos como Viagra¡±. Y Rafael Prieto subraya que ¡°la testosterona administrada en un var¨®n joven y f¨¦rtil, en siete meses lo deja azoosp¨¦rmico (sin espermatozoides) y, adem¨¢s, est¨¢ por ver si se recuperar¨¢¡±.
Zaragoza insiste en que hay que utilizar testosterona inyectada y siempre bajo prescripci¨®n m¨¦dica (normalmente ser¨¢ entre una dosis cada cuatro semanas a una trimestral). ¡°La administraci¨®n oral est¨¢ totalmente desaconsejada: son productos sin ninguna garant¨ªa que se distribuyen clandestinamente por Internet¡±, afirma. Se puede encontrar tambi¨¦n en formato gel para aplicar en los hombros, y raramente en parche.
M¨¢s deporte y menos batidos. Moncada apunta al sedentarismo y a la obesidad como responsables de unos bajos niveles de testosterona. ¡°La grasa contiene una enzima (aromatasa) que transforma la testosterona en estr¨®genos¡±, que adem¨¢s favorece el desarrollo de las mamas. Por tanto, concluye, ¡°el ejercicio f¨ªsico y estar delgado contribuyen a que los niveles de testosterona sean naturalmente m¨¢s altos y se necesite menos tratamiento¡±.
El estr¨¦s es otro enemigo de la testosterona. Carlos de Teresa, especialista en Medicina del Deporte y representante de la Fundaci¨®n Espa?ola del Coraz¨®n (FEC), explica que la tensi¨®n provocada por situaciones agobiantes activa la secreci¨®n de cortisol, lo que impacta negativamente en la masa y energ¨ªa muscular. ¡°Los s¨ªntomas provocados por el estr¨¦s como fatiga, cansancio, sue?o poco reparador o depresi¨®n, est¨¢n producidos por un aumento de cortisol y un descenso de testosterona¡±. La FEC recomienda hacer media hora diaria de ejercicio f¨ªsico para elevar los niveles de testosterona y dormir al menos ocho horas para mejorar la masa muscular.
Si la tomo, ?se me caer¨¢ el pelo?
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