Los exiliados de Trump
Hay que dar la batalla contra las deportaciones que vulneren los derechos de mexicanos
Los recientes memorandos publicados por el Gobierno norteamericano sobre seguridad nacional y frontera son preocupantes. Aunque no sabemos c¨®mo se aplicar¨¢n y cu¨¢l ser¨¢ el nivel de compromiso u oposici¨®n de cada Estado de la Uni¨®n americana, conviene estar prevenidos. Especialmente con las deportaciones expeditas que violan el debido proceso, salt¨¢ndose las cortes de inmigraci¨®n y d¨¢ndole facultades de juez y jurado a los agentes que las ejecutan. La posibilidad de que otras nacionalidades est¨¦n en el espectro de deportaci¨®n hacia M¨¦xico preocupa y es inadmisible. Igualmente, las persecuciones encomendadas a las autoridades locales, adem¨¢s de generar una controversia constitucional y de causar problemas a estas agencias, vulnera la confianza en sus polic¨ªas arriesgando la seguridad comunitaria.
El fen¨®meno de la deportaci¨®n no es nuevo. Obama devolvi¨® entre 3 (seg¨²n Homeland Security) y 3,8 millones (seg¨²n el Instituto Nacional de Migraci¨®n Mexicano) de personas. El tono, la visibilidad y los discursos de amenaza y xenofobia de Trump s¨ª lo es. Aunque los n¨²meros de deportados no han cambiado, algunos casos como el de Guadalupe Ortiz, Daniel Medina y Jeanette Vizguerra generan p¨¢nico.
La deportaci¨®n es una sanci¨®n oficial de un pa¨ªs contra una persona. Consiste en enviar al detenido a su naci¨®n de origen, impidi¨¦ndole su regreso por un periodo determinado por haber violado la ley migratoria. Aunque los indocumentados mexicanos pueden acudir a los 50 consulados de M¨¦xico en EE?UU, temen hacerlo. Adem¨¢s, muchas veces ignoran los pasos a seguir en caso de detenci¨®n o las consecuencias de optar por la v¨ªa voluntaria para dejar EE?UU y desconocen sus derechos. Por ello resulta fundamental la ayuda de la sociedad civil y los medios para difundir sus derechos y alternativas disponibles.
Son varios los motivos de deportaci¨®n. Hay personas que han cometido delitos graves y se encuentran presas, pero otros son expulsados por presentar una identificaci¨®n falsa, conducir en estado de ebriedad o por otras faltas administrativas. De 500.000 deportados en los ¨²ltimos dos a?os, solo 27.000 cometieron un delito grave. A pesar del enorme incremento en las deportaciones a partir de 2007 y una supuesta disminuci¨®n en los flujos de migrantes mexicanos, la poblaci¨®n mexicana total ¡ªcon o sin papeles¡ª alcanz¨® en 2016 el nivel m¨¢s alto de la historia: casi 13 millones. Esto deber¨ªa relativizar la tesis de la balanza migratoria cero.
Lo m¨¢s importante para M¨¦xico es dar batalla en los tribunales. El Gobierno mexicano, el sector privado y todo aquel que quiera contribuir al deseo de la comunidad mexicana de permanecer en EE?UU deben apoyar con asesor¨ªa legal e incluso con el pago de fianzas si es preciso. Cada caso debe ser analizado a la luz de los posibles activos migratorios con los que se puedan defender: tramitar la ciudadan¨ªa a los que cumplan con los requisitos, que los ni?os nacidos en EE?UU tramiten su nacionalidad mexicana tambi¨¦n, y que aquellos cuyos abogados sugieran que no hay mucho que hacer, cuenten con un plan emergente de repatriaci¨®n que incluya a sus familias y bienes.
Para los que a pesar de todo regresen, se requieren pol¨ªticas integrales que les permitan reinsertarse. Necesitan atenci¨®n psicol¨®gica para enfrentar la llegada y la posible separaci¨®n familiar; la revalidaci¨®n de estudios; la certificaci¨®n de habilidades, y una plataforma que conecte la oferta con la demanda laboral de estas personas. Se necesitar¨¢n esquemas de transici¨®n adecuados al idioma espa?ol en el caso de los ni?os para evitar el frecuente acoso escolar.
Ser¨¢ precisa una negociaci¨®n integral y firme. Mientras que las deportaciones de centroamericanos han disminuido en los ¨²ltimos a?os, a M¨¦xico se han incrementado desde 2014. Los menores centroamericanos no acompa?ados han implicado retos importantes para M¨¦xico y para la cooperaci¨®n binacional en materia de seguridad. No obstante, existen recursos, contrapesos y opciones para M¨¦xico y su gente en EE?UU. Los tribunales, la saturaci¨®n del sistema migratorio, los flujos centroamericanos, los aliados estadounidenses, los medios de comunicaci¨®n, los 50 consulados mexicanos, todos son fundamentales en la resistencia. Esta deber¨¢ darse principalmente en el poder judicial norteamericano, donde se puede avanzar m¨¢s, o retroceder menos.
Jorge G. Casta?eda, exministro de Asuntos Exteriores de M¨¦xico, es profesor de Ciencias Pol¨ªticas y Estudios Latinoamericanos y del Caribe en la Universidad de Nueva York. Eunice Rend¨®n fue directora del Instituto de Mexicanos en el Exterior.
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