El futuro del PSOE
Espa?a necesita un Partido Socialista estable y capaz de volver al Gobierno
Editoriales anteriores
El futuro de los socialistas se va a decidir en unas elecciones primarias y un congreso que tendr¨¢n lugar en un momento de extrema dificultad. La relevancia del PSOE para la vida pol¨ªtica significa que sus militantes van a dilucidar algo m¨¢s que una batalla por el poder interno de un partido: van a tomar decisiones que afectan seriamente al futuro de Espa?a. De este proceso tiene que salir un PSOE eficaz, centrado, moderado y reformista, que lejos de convertirse en una fuerza asamblearia debe reconstruirse como organizaci¨®n dispuesta a aprender de sus errores, huir de los tacticismos y la b¨²squeda de aplausos f¨¢ciles y servir a la sociedad. Tiene que salir un PSOE capaz de darle a su definici¨®n de izquierda un sentido pr¨¢ctico, comprensible y ¨²til en la segunda d¨¦cada del siglo XXI, no una pose teatral y defensiva que sirva ¨²nicamente para la autosatisfacci¨®n en la derrota.
Con el anuncio de Susana D¨ªaz de concurrir a las primarias a la secretar¨ªa general se abre la campa?a interna, ya iniciada tanto por Patxi L¨®pez como por Pedro S¨¢nchez. Los tres deber¨ªan comprometerse a practicar un juego limpio y a evitar la descalificaci¨®n de los rivales basada en prejuicios y lugares comunes. Les toca demostrar que se han alejado de los conflictos maniqueos que dominaron la vida del partido el a?o pasado, llena de intentos de reducir la realidad a un enfrentamiento entre buenos y malos, cuando debajo de todo eso yac¨ªan la desafecci¨®n y el desconcierto de parte de sus votantes, como se comprob¨® en las derrotas sufridas en las dos elecciones generales anteriores.
Es evidente que el conjunto de la socialdemocracia europea se encuentra en un momento de indefinici¨®n y crisis. Pero no se le puede pedir a este proceso de primarias y congreso una respuesta definitiva a esa crisis. No se trata ahora de eso, sino de situar al partido en el camino de volver al Gobierno. Los candidatos deben ofrecer a la sociedad ¡ªy no solo a los militantes¡ª la fuerza, la ilusi¨®n y las ideas que permitan trazar una hoja de ruta cre¨ªble y viable. Y decimos a la sociedad y a los militantes porque no se puede entender a estos ¨²ltimos como un reducto purista alejado de los intereses comunes de los ciudadanos. Entenderlo as¨ª es un desprecio a la historia de este partido y un grav¨ªsimo error con vistas al futuro.
Por otra parte, la sociedad no quiere peleas, sino escuchar propuestas en materia presupuestaria, contra la precariedad y la desigualdad o en la forma de hacer sostenible el Estado de bienestar. Sin duda espera que le hablen de la soluci¨®n al problema territorial de Espa?a. No menos importante es la relaci¨®n con el conjunto de Europa, y m¨¢s en el escenario de incertidumbre internacional actual. De todo eso, y de la protecci¨®n de los derechos y libertades de los ciudadanos, es de lo que los socialistas deber¨ªan debatir, sin dejarse llevar por apasionamientos que a nada conducen, salvo al descr¨¦dito de su propia marca electoral.
Es importante que el proceso no se cierre en falso, como ocurri¨® en ocasiones anteriores. Son demasiados los a?os de divisiones y debilidad, que han llevado a una profunda hemorragia de votantes y al alejamiento de muchos militantes. Toca ahora recuperarlos y abrirse a la sociedad.
El proceso de primarias y la preparaci¨®n del congreso tampoco deber¨ªa afectar a la din¨¢mica parlamentaria del Grupo Socialista. La pol¨ªtica no puede entrar en un impasse a la espera de que los socialistas resuelvan sus problemas internos. En todo caso, sobran pesimismos a la hora de juzgar su situaci¨®n, como si el Partido Popular o Podemos atravesaran sus horas m¨¢s boyantes. Eso est¨¢ lejos de ser cierto. Recuperar la confianza y enderezar el rumbo debe ser ahora el acicate del PSOE para reconstruirse como la alternativa reformista que necesita Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.