?Por qu¨¦ las ni?as son m¨¢s sociables que los ni?os?
En la primera infancia, hay una brecha significativa por g¨¦nero en lenguaje y habilidades socioemocionales. ?Cu¨¢nto tiene que ver con la naturaleza y cu¨¢nto con la estimulaci¨®n?
La otra noche, mi hija Elise, de dos a?os y medio, no quer¨ªa ir a dormir porque quer¨ªa compartir c¨®mo fue su d¨ªa. Me cont¨® sobre el jard¨ªn, la visita al supermercado, lo que hizo su hermano al volver de la escuela, sobre sus amigas, el cumplea?os de su cuidadora. Al d¨ªa siguiente, Lautaro, el compa?erito de Elise, tambi¨¦n de dos a?os y medio, estaba visitando mi casa y cuando le pregunt¨¦ ¡°?C¨®mo est¨¢s?¡±, solo dijo ¡°bien¡± y dio la vuelta para ir a jugar.
Esta diferencia en la cantidad de lenguaje usado por ni?os y ni?as y su desarrollo socioemocional es el centro de una amplia discusi¨®n en la literatura econ¨®mica sobre las diferencias de sexo en la adquisici¨®n del lenguaje y el desarrollo de habilidades sociales; que tambi¨¦n se ha visto en los medios.
Por ejemplo, un estudio de 2011 encontr¨® que las ni?as tienden a hablar y desarrollar habilidades socioemocionales antes que los ni?os. Algunos cient¨ªficos afirman que las diferencias sexuales son el resultado de desarrollos evolutivos y procesos biol¨®gicos.
Sin embargo, otros cient¨ªficos han notado que las madres ¨Cy muchas otras personas¨C usan un lenguaje diferente al hablar a los ni?os y a las ni?as. Por ejemplo, cuando un ni?o pregunta por algo que ¨¦l no puede tener, es m¨¢s probable que la mam¨¢ diga ¡°no¡±. Sin embargo, es m¨¢s probable que diga ¡°?por qu¨¦ no intentas esto en su lugar?¡± si es una ni?a.
?Cu¨¢ndo empiezan a verse estas diferencias?
El cerebro de los ni?os muy peque?os es muy maleable, es decir, se adapta constantemente seg¨²n lo que ve en el mundo, as¨ª que este comportamiento social debe resultar en diferencias entre los dos sexos. Los cient¨ªficos son muy conscientes de que la naturaleza y la estimulaci¨®n juegan un papel importante. Sin embargo, decir cu¨¢nto contribuye cada uno a las diferencias es una cuesti¨®n de debate. Uno tendr¨ªa que observar muchos casos en que a los ni?os se les habla ¡°como ni?as¡±, y casos en que a las ni?as se les habla ¡°como ni?os¡±, para saberlo con toda certeza.
Mis colegas Rosangela Bando, Xia Li y yo encontramos esta diferencia apasionante, por lo que decidimos explorar las diferencias sexuales en el lenguaje y las habilidades socioemocionales en ni?os de 7 meses a 6 a?os de edad en dos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina: Chile y Nicaragua. Nuestro estudio incluy¨® a casi 21.000 ni?os.
Encontramos que las mujeres ten¨ªan una ventaja significativa en todas las ¨¢reas en ambos pa¨ªses. Adem¨¢s, pudimos confirmar por primera vez que existe una brecha significativa entre los ni?os y ni?as peque?os y creemos que esto fue debido a que nuestra muestra fue lo suficientemente grande como para poder estimar esta brecha.
En nuestro estudio, tambi¨¦n tratamos de explicar estas diferencias en t¨¦rminos de caracter¨ªsticas familiares, pr¨¢cticas parentales, inversiones en salud, ubicaci¨®n geogr¨¢fica y diferencias culturales. Sin embargo, encontramos que ninguna de estas dimensiones explicaba dicha brecha.
Un punto a destacar es que los ni?os y ni?as a edad temprana no act¨²an de manera ¡°femenina¡± o ¡°masculina¡±. Ellos internalizan los roles de g¨¦nero m¨¢s adelante en la vida, reci¨¦n a partir de los 5 a?os. Como resultado, descartamos que las pruebas capturaran comportamientos de los ni?os asociados a expectativas de g¨¦nero. Es decir, es probable que Lautaro alcance a Elise en su vocabulario en su adolescencia. De hecho, nuestro estudio no concluye la investigaci¨®n en el tema. Simplemente es una contribuci¨®n a un conjunto m¨¢s amplio de pruebas.
La diferencia es cerebral
Existe evidencia cient¨ªfica que prueba que las diferencias en la arquitectura (wiring) cerebral son las que est¨¢n detr¨¢s de algunas de las variaciones en las habilidades cognitivas masculinas y femeninas. Se cree que los lados izquierdo y derecho del cerebro, en particular, se especializan en el pensamiento l¨®gico e intuitivo respectivamente.
Los investigadores dicen que el entrecruzamiento entre ambos lados del cerebro en las mujeres, sugerido por los diagramas de cableado, ayuda a explicar su mejor memoria, habilidad social y capacidad multitarea (o multitasking), todos los cuales se benefician de los hemisferios colaborando. En los hombres, por el contrario, los v¨ªnculos dentro del hemisferio les permiten centrarse en cosas que no necesitan insumos complejos de ambos hemisferios. De ah¨ª la man¨ªa por una sola actividad o ¡°monoman¨ªa¡±.
Creemos que nuestro estudio es solo un modesto primer paso, pero la identificaci¨®n de factores biol¨®gicos y ambientales es aun necesaria para informar si las pol¨ªticas p¨²blicas dirigidas a la primera infancia deben adaptarse por sexo para asegurar la igualdad de oportunidades.
Florencia L¨®pez Boo es especialista senior en la Division de Salud y Protecci¨®n Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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