Rozar las manos de alguien para gustarle y otros trucos de seducci¨®n que no aprender¨¢ en 'First Dates'
El programa de Cuatro ha puesto de moda las primeras citas, al mismo tiempo que ha destapado que enamorar se nos da regular. Tiramos de estudios para solventarlo
Las citas y el inexorable mundo de la atracci¨®n tienen multitud de referencias. El momento de conocer a alguien y de seducirle cuenta con centenares de secuencias de cine, canciones y hasta manuales para saber c¨®mo comportarse. Habr¨¢ quien, en una situaci¨®n as¨ª, opte por actuar tal y como es, con sus defectos, inseguridades y torpezas. O quien acuda pitando a la librer¨ªa m¨¢s cercana a por el famoso libro El m¨¦todo, de Neil Strauss (que marc¨® una legi¨®n de seguidores y cre¨® el Dogma del galanteo) para ocultar sus rasgos y dejarse guiar por un experto. Casi todos, en cualquier caso, intuir¨¢n que actitudes como la escucha interesada, la alegr¨ªa o el humor ayudan a pasar un buen rato y resultar m¨¢s agradables. Lo que est¨¢ claro es que el programa de moda sobre estos encuentros, First Dates, aunque fascinante y divertido, es un cat¨¢logo de patinazos. Estos son otros consejos que s¨ª avala la ciencia:
1. Consulte a una amiga
¡°La primera cita es un momento especial que puede acarrear nervios y, en ocasiones, ansiedad. Lo mejor es tratar de disfrutar del momento y mostrarse tal y como uno es¡±, recomienda Remedios Gomis Escribano, experta en relaciones y presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de ¡®Love Coaching¡¯, que proporciona ayuda para ese tipo de encuentros. La intriga que precede a una reuni¨®n de este tipo, igual que las adversidades por las que atravesar¨¢ una relaci¨®n, se puede mitigar con una consulta a una amiga. Seg¨²n un estudio de 2001 realizado entre 74 parejas heterosexuales, ellas ten¨ªan una perspectiva de la relaci¨®n mucho m¨¢s realista, m¨¢s natural y saludable. Sin idealizaciones ni falsas impresiones. Por eso, eran capaces de saber mejor la senda que se deb¨ªa tomar, e incluso la probable duraci¨®n de la pareja.
2. Sea positivo
Nadie quiere un cenizo a su lado. Y menos, cuando apenas le conoce. Es poco atractivo, aburrido y desesperanzador. Lejos de una simple cuesti¨®n de preferencias a la hora de elegir la forma de ser de un acompa?ante, una investigaci¨®n a?ade que la percepci¨®n del f¨ªsico var¨ªa seg¨²n el car¨¢cter. La concepci¨®n de que solo nos fijamos en el cuerpo se trunc¨® cuando, en 2010, m¨¢s de 2.000 estudiantes universitarios de EE UU respondieron a un experimento en el que puntuaban a una serie de mujeres por una imagen. Lo hicieron en tres grupos: unos las evaluaban sin referencias; otros, con rasgos positivos de su personalidad; y otros, con rasgos negativos. Aquellos que sab¨ªan cosas buenas de las chicas las valoraban mejor, independientemente de su apariencia.
3. Escuche
Parece l¨®gico, pero muchas parejas lamentan que su acompa?ante no escucha. Pecado mortal si encima lo demuestra en la primera cita. No solo porque refleja una falta de inter¨¦s, sino porque no prestar atenci¨®n le alejar¨¢ de la otra persona. Investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) probaron, en 2010, c¨®mo se enfrentaban a sus roces 373 parejas. Las que eran capaces de discutir de forma calmada, resolv¨ªan mejor sus diferencias y ten¨ªan muchas menos probabilidades de romper. Gomis, que ha escrito el libro All you need is love (Planeta, 2016), recomienda adoptar una postura favorable: ¡°Mantenga un tono de voz natural, suave y fluido, no lo fuerce, tampoco hable demasiado r¨¢pido, pero tampoco demasiado lento, y no cometa el error de intentar imitar a otra persona¡±.
4. Mire a los ojos
Igual que el punto anterior, posar la mirada en su interlocutor es crucial para establecer una conexi¨®n. Si no hace otra cosa que mirar alrededor o consultar su m¨®vil, la complicidad se pierde. Tampoco es cuesti¨®n de mirar a las pupilas como si quisiera traspasarle, pero s¨ª de ser capaz de mantener la mirada hacia la persona que le acompa?a. Seg¨²n un antiguo estudio de la Universidad de Harvard (EE UU) realizado entre 158 parejas universitarias, cuanto m¨¢s se presenciaba esa comunicaci¨®n entre ellos, m¨¢s duraba la relaci¨®n.
A este respecto, Gomis apunta: ¡°?Se ha preguntado alguna vez por qu¨¦ los restaurantes rom¨¢nticos tienen una luz tenue? La respuesta tiene mucho que ver, evidentemente, con el juego de la seducci¨®n, ya que nuestras pupilas tienden a aumentar o agrandarse cuando nos sentimos atra¨ªdos por alguien, o en funci¨®n de la luz del entorno. Una luz tenue favorece su dilataci¨®n, por eso si est¨¢ con alguien que le gusta y la luz no es tenue, f¨ªjese en sus pupilas. Si las tiene dilatadas, es una clara se?al de que siente atracci¨®n¡±. Adem¨¢s, la love coach habla del ¡°tri¨¢ngulo de seducci¨®n¡± que forman los ojos y la boca, y cuenta c¨®mo utilizarlo: ¡°La pr¨®xima vez que hable con alguien que le gusta, m¨ªrele los ojos. Primero uno y despu¨¦s otro. Pase despu¨¦s por su boca. H¨¢galo de forma que no sea demasiado evidente, que parezca natural, pero sin saltarse ninguno de los tres pasos. Al cabo de un rato, la otra persona comenzar¨¢ a hacer lo mismo, y lograr¨¢ captar su m¨¢xima atenci¨®n¡±.
5. D¨¦ las gracias
Parece una instrucci¨®n de escuela infantil, pero a veces se nos olvidan las lecciones b¨¢sicas y dejamos que la rutina y la confianza apaguen parte de nuestra educaci¨®n adquirida. Un informe del departamento de Psicolog¨ªa de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU) expresaba que la gratitud hacia los dem¨¢s y hacia su pareja consolida las relaciones, aporta satisfacci¨®n y aumenta la conexi¨®n interpersonal.
6. Mejor caf¨¦ que helado
El ejemplo no es aleatorio: la temperatura corporal regula nuestra forma de ser, asegura John Bargh, psic¨®logo de la Universidad de Yale (EE UU). Nos comportaremos con mayor cercan¨ªa o calidez cuanto m¨¢s templado est¨¦ el cuerpo; y m¨¢s fr¨ªos cuando nuestro organismo requiera unos grados para sentirse c¨®modo. Por eso, una bebida y una comida calientes favorecer¨¢n la atm¨®sfera. Adem¨¢s, habr¨¢ que evitar elegir platos embarazosos o beber demasiado. As¨ª lo explica Gomis Escribano: ¡°Una cita es una oportunidad para conocer a la otra persona y para decidir si hay suficiente en com¨²n como para que se justifique una segunda cita. Hablar con la boca llena, derramar algo o tener comida entre los dientes no es lo m¨¢s propicio para una conversaci¨®n. En funci¨®n del tipo de cita, podremos pedir un simple caf¨¦ solo o un refresco, si hemos quedado a media tarde. En citas nocturnas, elegiremos un restaurante que sea visualmente agradable y pediremos cosas que no se queden f¨¢cilmente pegadas a los dientes o que no requieran mancharnos las manos (nada de mariscadas)."
7. Sonr¨ªa
La sonrisa es una de esas cosas que siempre se rese?an a la hora de hablar del otro. Y no nos referimos a unas sonoras carcajadas que remarquen las gracias de su interlocutor, sino a lo que destacaba un art¨ªculo de la revista Cognition and Emotion en 2014: ¡°La cara juega un rol esencial en las interacciones humanas¡±, adelantaba, concluyendo que una expresi¨®n de felicidad transmit¨ªa m¨¢s relaciones neuronales a su pareja y le hace m¨¢s atractivo que un semblante neutro.
8. Cuente an¨¦cdotas embarazosas
¡°?Le han dicho alguna vez que se ha puesto rojo? Tal vez sea la se?al corporal m¨¢s obvia de que alguien nos gusta. Hay estudios que demuestran que esta era una forma ancestral de atraer al sexo opuesto, y de ah¨ª la costumbre de las mujeres de usar colorete en los p¨®mulos¡±, anota Gomis Escribano. Adem¨¢s, ¡°cuando estamos frente a alguien que nos interesa mucho o que nos gusta, nuestro pulso se acelera y se traduce en un aumento de la sudoraci¨®n de las manos. Si quiere saber c¨®mo averiguar si le gusta a alguien, intente tocar la palma de su mano; si est¨¢ h¨²meda, es una se?al de que la persona tiene el ritmo cardiaco y el pulso acelerados¡±.
Estas dos se?ales se incluyen en otro aspecto fundamental a la hora de quedar con alguien: contarle pormenores vergonzosos (o, al menos, personales) de su vida. Seg¨²n afirmaba un estudio de la Harvard School Bussiness (EE UU), abrirse un poco en canal y revelar intimidades estrecha las relaciones. Comparando a ¡°reveladores¡± (que sacan an¨¦cdotas individuales) con ¡°ocultadores¡± (que reservan sus historietas), el 79% de los encuestados prefer¨ªa a los primeros.
9. Maqu¨ªllese, pero no haga de esa impostura una m¨¢scara
Arreglarse para una cita no est¨¢ de m¨¢s. Tampoco que hable en primera persona con confianza y convicci¨®n. La Universidad de Washington, de hecho, revelaba en 2012 que los narcisistas ganan en aceptaci¨®n, tienen m¨¢s ¨¦xito y hasta pueden caer mejor. El problema, seg¨²n lo expuesto por Scientific American, es que su gloria acaba pronto. Ese narcisismo a veces termina en no ver m¨¢s all¨¢ de su ombligo. Y al que tiene enfrente puede que le guste estar con alguien capaz de amar a alguien m¨¢s que a s¨ª mismo.
En este sentido, enlazando con la forma de vestir en un primer encuentro, la experta Gomis sostiene que ¡°no hay que experimentar con una moda nueva en la primera cita. Si bien es cierto que llevar algo nuevo (unos zapatos, una gargantilla, una camisa, etc.) nos puede aportar seguridad, siempre que decidamos estrenar ropa, ha de ser dentro de nuestro estilo¡±, argumenta. ¡°La clave es ser nosotros mismos. Y la premisa: menos es m¨¢s. No hay que abusar de accesorios llamativos o con mucho brillo¡±.
10. Cree un lenguaje propio
Compartir gustos, ser amables o transmitir buenas vibraciones: todo influye. Pero crear un lenguaje propio, un sistema de comunicaci¨®n que contenga unas connotaciones secretas, que altere lo establecido y que ilumine la bombilla cuando se escuche da una dimensi¨®n superior a la uni¨®n. Lo sosten¨ªan ya en 1981 investigadores de la Universidad de Texas, que defin¨ªan esta aproximaci¨®n estrecha como ¡°sensaci¨®n de pertenencia¡±.
11. Use el tacto (pero no se pase)
¡°Para una primera cita, es recomendable quedar en un lugar p¨²blico y tranquilo, como una cafeter¨ªa o un parque. Es importante que los dos se sientan c¨®modos. Una vez que se hayan presentado y empiecen a charlar, hay que mostrar inter¨¦s por su interlocutor¡±, indica Gomis. Dentro de estos par¨¢metros se encuentra el espacio personal: est¨¢ demostrado que el contacto intermitente con desconocidos ayuda a la atracci¨®n. Lo que hay que evitar son los manoseos indeseados.
12. Bese con ganas
Aunque parezca un eslogan deportivo, hacer las cosas con pasi¨®n tiene sus consecuencias. Si besa, bese de verdad. ?Por qu¨¦? La profesora de Psicolog¨ªa de la Universidad de New Brunswick (Canad¨¢) Lucia O'Sullivan observ¨® que los recuerdos que ten¨ªan de sus mejores experiencias amatorias 695 adultos estaban ligados a estos besos apasionados (generalmente, en la adolescencia o los primeros a?os). Por eso, mantener esa llama es un ejercicio de nostalgia y compromiso.
13. Si va a decir ¡®te quiero¡¯, que sea antes del sexo
¡°Tenemos que tener claro qu¨¦ tipo de relaci¨®n buscamos: si queremos algo serio y estable, con el objetivo de un proyecto de vida en com¨²n, o si queremos una relaci¨®n menos comprometida, m¨¢s espor¨¢dica¡±, explica Remedios Gomis. ¡°Hay que revisar el nivel de expectativas creadas, dejar de lado el pr¨ªncipe o princesa de las pel¨ªculas de Disney y ser m¨¢s objetivos entre lo que queremos y lo que ofrecemos¡±.
Partiendo de esta base, y con el peligro de caer por el precipicio del enamoramiento, hay que tener algo de instinto: muchas veces, sus sentimientos no son los mismos que los de la otra persona. Y si hay un desequilibrio, puede haber una gran decepci¨®n. En el caso de que intuya cierta sinton¨ªa con su pareja, un estudio de la Illinois State University reflej¨® en el a?o 2000 que decir ¡®te quiero¡¯ antes de tener sexo es positivo en el desarrollo de la relaci¨®n. Hacerlo despu¨¦s, anunciaban, da lugar a una conversaci¨®n ¡°rara y de disculpa¡±.
14. Encuentre similitudes
Quiz¨¢s lo haya experimentado ya: cuanto m¨¢s tenga en com¨²n con su pareja, m¨¢s durar¨¢n. Lo de que los polos opuestos se atraen se queda en el laboratorio. O eso parece descifrarse de un estudio de 2007 sobre convergencias y similitudes, que demuestra que las experiencias emocionales que se comparten al mismo nivel otorgan una mayor satisfacci¨®n.
15. Ponga a su pareja en un podio
A todos nos gusta ser queridos. El doctor Gary Neuman investig¨® a centenares de parejas cuya relaci¨®n se hab¨ªa acabado y vio que la mayor¨ªa esgrim¨ªa el mismo argumento: sus esposas o maridos no les valoraban. La clave no est¨¢ en agasajar fr¨ªamente, sino en expresar la admiraci¨®n. Y no siempre a solas, sino tambi¨¦n en grupo.
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