¡°Estamos m¨¢s ciegos de lo que deber¨ªamos ante el Sol¡±
El f¨ªsico Javier Trujillo recibe 2,5 millones de Europa para estudiar los secretos del magnetismo solar
El Sol es nuestra estrella, la fuente de la vida en la Tierra, y sin embargo sigue siendo desconocida en muchos aspectos. M¨¢s de lo que ser¨ªa aconsejable, dado que una tormenta solar dirigida hacia nuestro planeta podr¨ªa tumbar toda la tecnolog¨ªa de la que dependemos. ¡°Estamos m¨¢s ciegos de lo que deber¨ªamos¡±, reconoce el f¨ªsico solar Javier Trujillo Bueno (Alicante, 1959), cuyo principal objetivo es resolver algunos de esos misterios desde el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC). ¡°Pero la ciencia avanza pasito a pasito y convencer a las autoridades que deciden la financiaci¨®n no es nada f¨¢cil¡±, admite. Aunque ¨¦l lo ha conseguido: acaba de entrar en la ¨¦lite cient¨ªfica europea el recibir una ayuda de 2,5 millones de euros del Consejo de Investigaci¨®n Europeo (ERC Advanced Grant) para desentra?ar los secretos del magnetismo del Sol.
¡°Es fundamental que logremos descifrar c¨®mo funciona el campo magn¨¦tico de la atm¨®sfera del Sol, porque es la causa de todos sus fen¨®menos explosivos¡±
A pesar de la inmensa importancia del Sol, hay un territorio casi inexplorado en el que Trujillo quiere centrar sus esfuerzos: la polarizaci¨®n de la luz solar que se origina en las capas m¨¢s externas del astro. ¡°Queremos averiguar c¨®mo son las propiedades f¨ªsicas en estas regiones externas de la atm¨®sfera solar donde a medida que nos alejamos del Sol se pasa de un gas a 10.000 grados, en la cromosfera, a m¨¢s de un mill¨®n de grados, en la corona solar. Y ese cambio abrupto tiene lugar en una regi¨®n de transici¨®n de menos de 100 kil¨®metros¡±, expone el cient¨ªfico, resaltando que entre esas tres regiones est¨¢ la clave para comprender el magnetismo del Sol. Y esa es, a su vez, la clave para entender c¨®mo, por qu¨¦ y cu¨¢ndo se producen esas tormentas solares que, si repitieran el evento Carrington de 1859 que tumb¨® los tel¨¦grafos, ser¨ªa devastadora en nuestro presente digital y v¨ªa sat¨¦lite. ¡°Es fundamental que logremos descifrar c¨®mo funciona el campo magn¨¦tico de la atm¨®sfera del Sol, porque es la causa de todos sus fen¨®menos explosivos¡±, advierte Trujillo, profesor de investigaci¨®n del CSIC.
¡°Es el gran misterio: c¨®mo se origina un campo magn¨¦tico en el Sol, c¨®mo es posible que durante semanas una estructura gigantesca de plasma, como una prominencia, que deber¨ªa desplomarse, est¨¦ ah¨ª levitando. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando cuando de repente aquello desaparece y millones de toneladas de material son expulsadas al espacio?¡±, pregunta el investigador en referencia a esas formidables fulguraciones que a veces desprende la estrella. Trujillo y su equipo buscan las claves del magnetismo en la polarizaci¨®n de la luz solar.?Cuando la luz vibra de forma ca¨®tica, se dice que no est¨¢ polarizada, pero la presencia de un campo magn¨¦tico en el gas que la emite es algo que deja una huella y, por tanto, observar y entender la polarizaci¨®n de la radiaci¨®n solar nos ayuda a descifrar el complejo magnetismo del Sol. ¡°Es ah¨ª donde est¨¢ la firma del campo magn¨¦tico de la atm¨®sfera solar. Necesitamos medir la polarizaci¨®n que se origina all¨ª¡±, asegura el investigador, que podr¨¢ fichar hasta seis investigadores j¨®venes durante cinco a?os gracias a la beca recibida.
¡°Lo que tenemos son cinco minutos de observaci¨®n y necesitamos observaciones rutinarias para conocer m¨¢s en detalle lo que sucede¡±
Lo har¨¢ desde el IAC con su grupo de f¨ªsica solar en Tenerife, la isla en la que se cri¨® desde que ten¨ªa un a?o. No es el ¨²nico ¨¦xito reciente de este equipo: en diciembre recibieron desde la NASA un ¡°regalo de Reyes adelantado¡±, en palabras de Trujillo. Les ayudar¨¢n a mandar de nuevo al espacio, en una breve misi¨®n de pocos minutos, un telescopio que mire al Sol para buscar estos rayos de luz polarizados. Hay que irse fuera a buscarlos, porque la atm¨®sfera terrestre absorbe la luz ultravioleta. Este experimento, llamado CLASP, sirvi¨® para demostrar en 2015, en su primer vuelo, los resultados de los c¨¢lculos te¨®ricos que el equipo de Trujillo hab¨ªa publicado en 2011. ¡°Eran art¨ªculos te¨®ricos basados en la f¨ªsica at¨®mica en que se predec¨ªa que se podr¨ªan captar se?ales de polarizaci¨®n lineal medibles¡±, describe.?En colaboraci¨®n con colegas europeos, japoneses y de la NASA, dise?aron y enviaron dicho telescopio que pudo demostrar, en un pu?ado de minutos, que Trujillo y su grupo estaban en lo cierto. Despu¨¦s de ascender 300 kil¨®metros, el telescopio regres¨® a la Tierra intacto, lo que les permitir¨¢ repetir experiencia sin mucho gasto para aprender m¨¢s de ese magnetismo. ¡°El coste de un telescopio lanzado por un cohete como ese es de unos diez millones de euros. Un telescopio espacial, que se dedicara a mirar continuamente al Sol como necesitamos, es de 500 millones de euros¡±, pone el investigador como ejemplo de los peque?os pasos con los que avanza su ciencia. ¡°Lo que tenemos son cinco minutos de observaci¨®n y necesitamos observaciones rutinarias para conocer m¨¢s en detalle lo que sucede¡±, reclama.
¡°Algunas cosas de la astrof¨ªsica llaman m¨¢s la atenci¨®n al p¨²blico que otras. Pero el reto est¨¢ en averiguar los procesos f¨ªsicos concretos que gobiernan el comportamiento del Sol. No podemos hacer experimentos all¨ª, solo podemos recibir la luz y con nuestro conocimiento de la f¨ªsica, inferir lo que sucede con ayuda de superordenadores¡±, como el Mare Nostrum del Barcelona Supercomputing Center con el que trabaja el equipo de Trujillo. ¡°El Sol es la piedra Rosetta de la astrof¨ªsica, es un laboratorio ¨²nico en el cosmos, lo que aprendemos en ¨¦l tiene implicaciones siempre en otros campos de la ciencia¡±, defiende.
Este cient¨ªfico cree que hace falta m¨¢s compromiso de las autoridades y pone como ejemplo el Telescopio Solar Europeo (EST), declarado instalaci¨®n estrat¨¦gica el a?o pasado, pero que todav¨ªa necesita el compromiso de los pa¨ªses para aportar el dinero que lo levante. ¡°Para entender la f¨ªsica del Sol necesitamos un salto muy importante en la instrumentaci¨®n, observar con alt¨ªsima resoluci¨®n los fen¨®menos f¨ªsicos que ocurren en el Sol¡±, asegura. ¡°Los retos est¨¢n en entender qu¨¦ est¨¢ ocurriendo en peque?as escalas y para esto necesitamos telescopios solares de gran abertura, un ojo de cuatro metros como el de EST que recoja gran calidad de luz¡±, reclama. Y reclama que el Gobierno de Canarias y el de Espa?a apuesten de verdad por este telescopio, coordinado desde el IAC por su compa?ero Manuel Collados, que convertir¨ªa a Espa?a en la referencia en investigaci¨®n de nuestra estrella. ¡°No se presta tanta atenci¨®n al Sol como se deber¨ªa¡±, lamenta.
Podr¨ªamos predecir las tormentas solares con 24 horas de antelaci¨®n"
Pero cree que con la inversi¨®n suficiente se podr¨ªa llegar a vaticinar los, en ocasiones, peligrosos comportamientos de nuestra estrella. ¡°Llegar a predecir con d¨ªas de antelaci¨®n lo que va a ocurrir... eso ser¨ªa algo enormemente complejo. Pero podemos acercarnos a eso. Si conocemos los mecanismos f¨ªsicos que dan lugar a fen¨®menos explosivos como las tormentas, mediante observaciones y conocimiento profundo, podr¨ªamos llegar a predicciones de unas horas o incluso 24 horas. Es un reto cient¨ªfico muy complicado¡±, afirma el f¨ªsico te¨®rico. Seg¨²n explica, hoy en d¨ªa, se puede observar si est¨¢ teniendo lugar una tormenta solar, ¡°y si est¨¢ apuntando a la Tierra, tenemos dos o tres d¨ªas para prepararnos¡±. ¡°Pero otra cosa muy diferente es que yo te diga que dentro de 15 d¨ªas va a tener lugar una tormenta solar que va a apuntar en direcci¨®n a la Tierra... Afortunadamente, la Tierra tiene un campo magn¨¦tico que nos da protecci¨®n¡±. Eso s¨ª, no cree que una tormenta solar vaya a acabar con la humanidad:?¡°Si fuera espectacular, varias veces mayor de lo normal, podr¨ªa provocar da?os muy importantes, incluso un pa¨ªs como EE UU podr¨ªa quedarse sin luz durante horas, pero de ah¨ª al fin del mundo... eso es una exageraci¨®n¡±. Y a?ade de inmediato: ¡°Lo que puede destruir la vida humana ser¨ªa una guerra nuclear, y ese riesgo s¨ª lo pueden eliminar de inmediato los pol¨ªticos¡±.
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