Joaqu¨ªn Prieto, la mano que ayuda
Era un profesional respetad¨ªsimo en el oficio, tambi¨¦n entre quienes eran objeto de su informaci¨®n
Juan Carlos Onetti aconsejaba a los periodistas que tuvieran cerca una tercera mano que les ayudara cada vez que sent¨ªan que pod¨ªan caer en la tentaci¨®n de escribir lugares comunes. Joaqu¨ªn Prieto fue, para muchos de nosotros en EL PA?S, esa mano que advierte y ayuda. Desde muy pronto.
M¨¢s joven que los que quedamos como veteranos en el peri¨®dico, era un profesional respetad¨ªsimo en todas las esferas del oficio pero tambi¨¦n entre quienes eran objeto de su informaci¨®n o de su an¨¢lisis. Su presencia en los actos pol¨ªticos hac¨ªa descender sobre ¨¦l esa sensaci¨®n de que quienes ten¨ªan que informarnos de lo que ocurr¨ªa no iban a tenerlo como un testigo mudo o indiferente.
Su car¨¢cter anal¨ªtico lo convirti¨® en un periodista radical: no pod¨ªa transigir con todas las cosas que escuchaba y preguntaba de modo pertinente y educado, como un periodista anglosaj¨®n. Ese car¨¢cter lo elev¨®, en el oficio y en EL PA?S, a la categor¨ªa de maestro de muchos de nosotros cuando ¨¦l todav¨ªa era un periodista joven.
Hab¨ªa en Joaqu¨ªn Prieto una calidad personal que lo convert¨ªa en un amigo fuera de lo com¨²n en una redacci¨®n: nunca dec¨ªa una banalidad, expresaba sus dudas como parte de su razonamiento y aquello que desconoc¨ªa nunca lo interpretaba como una improvisaci¨®n. Lo que no sab¨ªa no se publicaba, ni como insinuaci¨®n ni como hip¨®tesis. Era un periodista de hechos. Y su escritura expresaba de manera n¨ªtida esa convicci¨®n civil sobre el periodismo: lo que se escribe queda y en los peri¨®dicos solo debe quedar aquello que se sabe, y que se sabe escribir.
No era periodista de habladur¨ªas, ni de falsos scoops, de modo que para todos nosotros era un faro inteligente que nos ayud¨® a entender el oficio para ejercerlo. En tiempos en que el periodismo pod¨ªa dudar de su identidad como oficio, la mano de Joaqu¨ªn Prieto, su mentalidad anal¨ªtica y serena, nos ayudaba a apuntalar con sus convicciones aquellas dudas que pudi¨¦ramos tener sobre aquello que cre¨ªamos saber pero que no hab¨ªamos confirmado. Como aquella mano de Onetti, nos ayudaba a pensar antes de decir.
Era, en este sentido, un joven maestro que se cri¨® para el periodismo en tiempos altamente militantes, contra la dictadura, a favor de la democracia, en ¨¦pocas oscuras, en ¨¦pocas m¨¢s alegres; afront¨® siempre lo que ten¨ªa que hacer sin aceptar jam¨¢s que una gracia o una met¨¢fora afortunada le auxiliara a contar aquello sobre lo que no estuviera tan seguro. Ten¨ªa much¨ªsimos amigos, dentro y fuera de la redacci¨®n, en todos los sectores de la vida, la period¨ªstica y la pol¨ªtica, pero nunca, nunca, puso a disposici¨®n de aquellos a los que les tuvo afecto el poder que le otorgaba su trabajo.
Era aquella tercera mano de la que hablaba Juan Carlos Onetti. Un periodista que basaba en hechos sus informaciones y que no dej¨® jam¨¢s que entrara en su discurso informativo o en sus opiniones ning¨²n lugar com¨²n, ninguna vanagloria; no estaba dotado para la vanidad, y hasta el ¨²ltimo suspiro tuvo presente que el oficio al que se dedic¨® toda su vida merec¨ªa el respeto que ¨¦l mismo se gan¨® ejerci¨¦ndolo sin levantar la voz sino para afirmarse como el periodista que fue.
Fue un orgullo trabajar con ¨¦l. M¨¢s que un orgullo: fue un honor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.